Thread by @Celtas_e_iberos

#DonQuijoteparaniños

En un rincón del pequeño país de La Mancha, que queda en España, vivía un señor flaco, alto y cincuentón. Algunos dicen que se llamaba Quijada. Otros dicen que se llamaba Quesada. Otros dicen que ni de una ni de otra manera. Pero ese detalle no importa. ⤵️

#DonQuijoteparaniños

Lo que sí importa es saber que este señorón no se preocupaba d nada.
Lo único q le interesaban, eran sus libros.Grandes y chiquitos, gordos o finos, sólo los libros ocupaban sus días y sus noches.Pero sus libros eran especiales: eran libros de caballería ⤵️

#DonQuijoteparaniños

Lo q quiere decir q en sus páginas vivían las hadas,los magos,gigantes,malos y buenos...Los buenos eran,por supuesto y casi siempre,los caballeros andantes.Esos señores guerreros que iban siempre a caballo por todas partes,metiéndose en líos y más líos⤵️

#DonQuijoteparaniños

Esos señores que no asomaban la nariz fuera de casa si no llevaban puesta su complicadísima armadura y su pesado yelmo (que era un casco con visera) y si no llevaban en una mano el escudo y en la otra la lanza ⤵️⤵️

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Esos señores que no estaban tranquilos si no tenían cada cual su novia a quien ofrecer hazañas y proezas.Tanto lo embarulló a aquel señor Quesada o Quijada, el mundo de los libros de caballería, que terminó por soñar despierto.

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Veía magia, aventuras y caballeros andantes hasta en la sopa. De esta manera empezó a hacer disparates de lo más divertidos.
Empezó a creer que él también era un caballero andante como el más andante y más caballero de
todos los caballeros andantes.

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Empezó a vestirse como un ca-
ballero, o mejor, casi ,sus armas eran las de su tatarabuelo. La
dulce dama a quien iba a servir, como si fuese su novia, era una aldeana vecina a quien le dio el nombre de Dulcinea del Toboso.

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Empezó a llamarse él mismo Don Quijote d la Mancha.Y a su caballo, más flaco q un palo de escoba,lo llamó Rocinante.Empezó su iniciación como caballero quedándose toda la noche, con los ojos como medialunas, vigilando sus armas, tomándoselo muy en serio ⤵️

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—Todo el mundo me necesita —murmura mientras cepilla la cola d Rocinante
—La incomparable Dulcinea me pide que ayude a los pobres, que luche contra gigantes,q gane torneos...
Y acompañaba cada uno de estos estribillos dando golpes de espada a su escudo

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Mi honor,valentía,mi lealtad m impulsan a buscar aventuras...Y así,entre tanto armar y murmurar, llegó el día en q pensó que lo único q le faltaba era el escudero.Fue a casa d un vecino suyo labrador y le dijo: -Amigo Sancho Panza, ¿quieres ser mi escudero?

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-¡Por supuesto!-contestó Sancho, aunque no había entendido ni jota -Será un gran honor para ti-aseguró don Quijote
-Acompañarás a un importantísimo caballero y recibirás como premio una isla para q la gobiernes tú sólo
A Sancho Panza le pareció fantástico

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Corrió a preparar su burro y a llenar sus alforjas con comida, porque tenía una gran panza que rellenar.
¡Un señor tan alto y tan flaco y otro tan rechoncho y gordinflón! ¡Un caballo tan flaco y un borrico tan resignado!
En una palabra,dos locos de atar.

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-Dónde vas, don Quijote? -le cantó un pajarito preguntón q lo había visto varias veces,pero nunca con ropajes tan raros y con aquella lanza tan larga.
-¿dónde vas, Sancho?-le preguntó una lagartija al
buen campesino.Pero ni uno ni otro podían contestar.

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Sancho ya estaba pensando en la siesta que se iba a pegar después de comer, y don Quijote estaba pensando en su señora Dulcinea, a quien abandonaba para buscar aventuras quién sabía dónde y a qué distancia.
Porque sin aventuras no hay caballero andante.

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El Sol se iba a acostar sin diversión,cuando el viento le dijo:
-Espera un poco, que nos vamos a reír a costa de don Quijote
Y empezó a hacer lo único que sabe hacer el viento: soplar.
Moviendo las aspas de los molinos de viento que había por allí.

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¡Mira, Sancho!-gritó don Quijote-Cuarenta gigantes me amenazan agitando los brazos! Y sin pensarlo,se lanzó al galope, la lanza en ristre, en dirección a los molinos...
Sancho se pegó tal susto, que casi se cae de su burro.

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En seguida se le pasó el miedo,no por valiente,sino porque no vio ni un gigante a su alrededor.Sólo vio los molinos de viento.¡Y la verdad parecían gigantes! Era demasiado tarde para don Quijote. ¡Porque éste ya se había estrellado contra los molinos!

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Rocinante se dio un porrazo formidable. La lanza rota en un millón de astillas.
A Sancho le costó bastante bajar d su cabalgadura para socorrer a su señor. -¡Ya me
parecía q no eran gigantes, sino molinos de viento comunes y silvestres, señor don Quijote!

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Ay, qué ciego eres, Sancho! —pudo decir entre hipos don Quijote—
Eran gigantes, ¡Sólo que ese envidioso del sabio Frestón los convirtió en molinos para quitarme la gloria.
-El sabio Frestón?
-Sí, Sancho, el sabio Frestón! ¡Es mi peor enemigo!

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Así pues, don Quijote con los huesos molidos y Sáncho con el corazón todo apenado, subieron de nuevo en sus respectivas cabalgaduras y partieron al pasito.
Aquella noche, mientras Sancho dormía y soñaba con la isla que iba a gobernar...

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don Quijote se hacía una nueva lanza con una rama seca y fuerte al mismo tiempo que pensaba en Dulcinea y en la carta que le iba a mandar con su fiel escudero:
“A la hermosa Dulcinea del Toboso,de su valiente y esforzado caballero don Quijote de la Mancha