#HoyLesVoyAContar
Un nuevo relato de la serie #HistoriasDePandemias.
En esta ocasión voy a contarles una de las tantas #HistoriasOlvidadas que develan aspectos relevantes del desarrollo de la medicina en el país.
UN POLIZÓN, UNA PESTE Y UN SABIO HUMILLADO
En medio de la presente crisis sanitaria mundial generada por el COVID-19, que, según la OMS, está teniendo un fuerte brote en Latinoamérica, #HoyTeCuentoQue en las últimas semanas se dieron nuevos avisos de enfermedades epidémicas como el reportado en China.
Esta vez, se trata de una enfermedad denominada PESTE BUBÓNICA, también conocida como “PESTE NEGRA”, considerada una de la pandemia más devastadora que la humanidad haya enfrentado. Esta peste alcanzó un punto máximo de casos entre 1347 y 1353. Curiosamente, tuvo origen en Asia.
Durante esos periodos de brotes de la peste bubónica
–pandemia recurrente en Europa por siglos– los pueblos afectados por la enfermedad contrataban médicos quienes vestían con un traje que desde entonces tiene matices siniestros.
Estos médicos se cubrían con un traje largo y llevaban una máscara con un largo pico como de pájaro. Asimismo tenían un accesorio común, un bastón de madera que utilizaban para examinar a los pacientes sin tener que tocarlos.
Para tratar a los enfermos hacían brebajes o pócimas, utilizaban sapos y sanguijuelas. Un famoso doctor de la peste negra que daba consejos médicos sobre medidas preventivas contra la plaga fue Nostradamus.
Sus consejos consistían en eliminar cuerpos infectados,
tomar agua limpia, y beber un jugo preparado con rosa mosqueta (escaramujo).
Ahora bien, en el año 1855 tuvo origen uno de sus últimos grandes brotes. Específicamente, en la provincia de Yunnan, China (esto no es nuevo 🧐), expandiéndose hasta llegar a Hong Kong en 1894,
dando inicio a la tercera pandemia a finales del siglo XIX.
Conozcamos entonces a ‘’LA PESTE NEGRA’’
La peste bubónica es provocada por la picadura de pulgas contaminada con la bacteria Yersinia pestis. Esta enfermedad altamente infecciosa suele propagarse a través de roedores.
Aunque está prácticamente erradicada, aún se producen brotes, lo que genera preocupación ante la posibilidad de que se transforme en una nueva epidemia.
Se preguntarán cómo se manifiesta esta peste.
Sigamos y les cuento.
Una vez que la persona ha sido infectada , los patógenos se desplazan por el sistema linfático hasta el ganglio linfático más próximo, normalmente situado en la axila, la ingle o el cuello y,
haciendo que se abulten y tomen una coloración oscura (bubones).
De allí el nombre de la enfermedad
luego de un periodo de incubación de hasta siete días, las personas presentan fiebre aguda,escalofríos, dolor de cabeza, debilidad y vómitos.
En las fases avanzadas de la peste, los ganglios inflamados pueden convertirse en llagas con pus.
Ahora paso a contarle sobre un brote que hubo en nuestro país.
Como les mencione anteriormente, esta epidemia que se inició en Hong Kong en 1894, se diseminó a través de las rutas marítimas a diferentes regiones del mundo, y entre estas a Sudamérica.
La peste hizo su ingreso a Sudamérica en 1899, con la llegada a Montevideo, Uruguay, luego pasó a otros países de América del sur.
Esta peste apareció en Venezuela por primera vez en el mes de marzo de 1908. Los primeros casos aparecieron en La Guaira y luego pasó a Caracas.
Aunque la peste fue controlada en dicho año, tuvo esporádicas apariciones en años sucesivos demostrando las insalubres condiciones del país. No obstante, eminentes profesionales se prepararon y lograron convertirse en figuras útiles para erradicarla del país.
EL SABIO RANGEL
Entre ellos estaba Rafael Rangel, un bachiller nacido en Betijoque edo Trujillo (1877), que al pasar de los años se convertiría no sólo en el primer director del Laboratorio de Histología y Bacteriología del Hospital Vargas sino además un destacado bacteriólogo.
Rafael Rangel fue un científico que se dedicó al estudio de las enfermedades tropicales. Era considerado como un verdadero fenómeno en aquella temprana etapa histórica de la ciencia. Ofrendó a este país numerosos logros científicos,
propuestas sociosanitarias para las áreas rurales, medicina preventiva ante las epidemias, y un gran aporte docente.
Por sus conocimientos en bacteriología que Rafael Rangel obtuvo en el Instituto Pasteur de Caracas y su ímpetu de trabajo
lo llevaron a desempeñarse como asistente de microbiología del Dr. José Gregorio Hernández,
quien sería su segundo maestro y mentor y, le permitiría familiarizarse con las técnicas de laboratorio y de medicina experimental de su época.
En la actualidad es considerado como el padre de la parasitología y el bioanálisis y uno de los grandes científicos venezolanos de todos los tiempos.
Gracias a su gran labor, buena parte de las enfermedades tropicales disminuyeron sus niveles de mortandad en Venezuela.
LA LLEGADA DEL POLIZON Y LA PESTE
Algunos historiadores señalan que en 1908, un barco proveniente de Guayaquil introdujo la enfermedad a La Guaira. Sin embargo, otros, concuerdan que fue un barco llegado de Trinidad.
Es así que, corriendo el año 1908, al despacho presidencial llegaría una delicada noticia proveniente de La Guaira:
¿Algún alzado?, ¿una revolución armada?
Nada de eso, (ni una guarimba 😆).
Un enemigo aún más letal había llegado a Venezuela.
Todo parece indicar que un barco que había atracado en el puerto de La Guaira, además de mercancías traía consigo unos diminutos pero peligrosos polizones causantes de la peste bubónica.
El indeseado polizón rápidamente hizo de las suyas
y las pulgas se empezaron a propagar generando la infección.
Ante la emergencia de 1908 el presidente Castro asignó al doctor Rangel para tratar la situación. El joven investigador se movilizó hasta el puerto y realiza los primeros estudios
Para sorpresa y al mismo tiempo agrado de quienes gobernaban, Rangel no pudo detectar la presencia de la bacteria luego de una primera evaluación; por consiguiente, confirmó que sólo se trataba de una falsa alarma.
La noticia fue recibida con emoción por dos razones, la primera de orden económica, la presencia de la peste implicaría dejar fuera de servicio el puerto, cuestión que acarrearía pérdidas para la economía del país; la segunda de las razones es de orden social.
No obstante, las muertes continuaban registrándose, algo no andaba bien. Rangel debía volver al puerto y realizar una nueva evaluación.
En análisis sucesivos Rangel apreció, que efectivamente se trataba de un brote de peste bubónica.
Así que Castro decreta un cerco epidemiológico y La Guaira fue declarada en cuarentena. El Bachiller Rafael Rangel ordenó quemar las casas insalubres y cazar las ratas. Se instalaron puestos de emergencia en los que se recluían a los enfermos durante siete días.
y se obligaba a aquellos que los habían visitado a permanecer aislados en sus casas por el mismo tiempo.
Fue necesario clausurar el Mercado Público para eliminar ratas y pulgas. Se organizaron cuadrillas de obreros encargados de fumigar con azufre y colocar trampas.
Como hecho anecdótico, en La Guaira, se decidió pagar un Real por cada rata (suma relativamente importante para la época) y Medio Real por cada ratón, traídos vivos o muertos a las autoridades. En Puerto Cabello se pagaba Medio Real por rata viva o muerta y,
en Caracas una Locha por rata y un Centavo por ratón. Para el 7 de septiembre se habían capturado e incinerado cerca de 60.000 ratas.
Sin embargo, por el retardo del diagnóstico, la epidemia había tomado cuerpo, causando defunciones que pudieron haberse evitado
con las medidas preventivas que debieron ser tomadas desde un comienzo. Aquel errado diagnóstico, producto del apresuramiento, hizo que recayeran sobre Rangel acusaciones y desagrados que se confabularon para crearle un antagonismo social y político.
El SABIO OLVIDADO Y HUMILLADO
Tras el derrocamiento de Cipriano Castro por su compadre y vicepresidente José V. Gómez,
Rangel sería acusado de negligente, culpándolo de las muertes ocurridas por su errado diagnóstico;
al mismo tiempo se le señaló como causante de la pérdida de viviendas y malversación de fondos.
Un coctel de prejuicios sociales fue creciendo en el entorno del “El sabio Rangel”
“Pobre negro” lo apodaban en forma despectiva.
Un coctel de prejuicios sociales fue creciendo en el entorno del “El sabio Rangel”
“Pobre negro” lo apodaban en forma despectiva.
Todo un mundo de injusticias para un hombre que todo lo que quiso fue hacer ciencia y bien a sus semejantes.
Durante su vida, Rangel sufrió las consecuencias de una sociedad racista.
El color de su piel le costó la salida del seminario, pues en aquella época no había ni seminaristas, ni curas, ni “negros”, como lo llamaban.
La intriga le arrebató a ese humilde científico trujillano la beca para seguir sus estudios de patología tropical en Europa y el Premio al Mérito, al cual lo postuló la Academia Nacional de Medicina, causándole esto una profunda tristeza al sentirse abandonado y rechazado.
Al poco tiempo, desarrolló una psicosis depresiva que lo condujo a suicidarse ingiriendo cianuro con vino en el laboratorio a su cargo en el Hospital Vargas. El doctor Rangel terminaría con su vida el 20 de agosto de 1909, a la edad de 32 años.
Un trágico desenlace para la vida de un ser excepcional que hizo innumerables aportes a la ciencia.
Su trágica muerte sacudió el ambiente académico y la opinión pública, y que dio origen dos meses después, a una obra de teatro titulada “Sombras”,
original de Salustio González Rincones, escrita como un tributo a la amistad que existió entre Rangel y la familia del escritor.
El 1 de junio de 1973, la Cátedra y el Servicio de Psiquiatría del Hospital Vargas, convocaron a un connotado grupo de médicos y psiquiatras, para discutir, las causas del suicidio de Rafael Rangel. Los asistentes coincidieron en afirmar, que no obstante,
la contribución que hizo a la historia de la medicina, la cual lo califica como el fundador de la Parasitología en Venezuela, Rangel sufría de una psicosis depresiva que por factores políticos y sociales hizo crisis en los días que antecedieron a su trágica muerte.
DE LA TUMBA A LA HISTORIA
Después del fallecimiento, Rafael Rangel pasó al olvido.
Su tumba ubicada en el Cementerio General del Sur, donde reposaban sus restos, poco a poco fue perdiéndose entre los matorrales. Cuarenta años más tarde, su tumba fue reencontrada.
En 1977, en ocasión de cumplirse el centenario de su natalicio, el Congreso de la República ordenó el traslado de los restos de Rangel al Panteón Nacional.
la Presidencia de la República declaró ese momento como “El año de la Ciencia Venezolana”, se procede a designar con el nombre de Rafael Rangel al Instituto Nacional de Higiene.
Hoy, antes la emergencia nacional y mundial por el COVID 19,
El Instituto Nacional de Higiene Rafael Rangel en Caracas, es el único centro* acreditado para realizar la prueba PCR, el test de mayor fiabilidad a nivel mundial para el diagnóstico del COVID-19.
*El 21 de julio de 2020 se anuncia que el Laboratorio de Biología Molecular del IVIC se sumó al diagnóstico del Covid-19 con PCR, en forma coordinada con del Instituto Nacional de Higiene Rafael Rangel.
Nota: Toda la información que se brinda en este relato (fragmentos, datos y referencias), se encuentran en diversas fuentes en la web.
Gracias por su atención.
#Quedatentucasa
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