#Hilo🧵Los sueños, los laberintos, las bibliotecas, los espejos, la mitología europea... fueron algunos temas comunes de mi obra. Siempre dejé en claro que no quería nada con el comunismo y el peronismo. Soy #JorgeLuisBorges y hace 121 nací, aquí algunos detalles de mi vida.
🧒El barrio de Palermo y la inabarcable biblioteca de mi padre fueron mi refugio hasta que nos fuimos a Suiza por allá de 1914. Según relatan, a los cuatro años ya sabía leer y escribir, es decir era una especie de niño prodigio.
🙇♂️‘Fervor de Buenos Aires’, un poemario, fue mi primer libro que salió en 1923, la portada la hizo mi hermana Norah, mientras yo seguía leyendo y leyendo, un hecho que confirma lo que algunos sospechan sobre mí que era más un lector que un escritor, ¿ustedes qué piensan?
📚Los cuentos fueron unos de mis fuertes y para muestra: ‘Historia Universal de la Infamia’, ‘Ficciones’, ‘El Aleph’, ‘El libro de arena’, en donde reflejé los misterios, laberintos, mitología y todas esas invenciones que con un nuevo rostro cuando la vista se fue para no volver.
🌅Recuerdo también los años al frente de la Biblioteca Nacional de la República Argentina que fue una especie de trabajo en el paraíso, vivir y trabajar para cuidar los libros, fueron años de felicidad.
😏Sobre nunca escribir una novela, alguna vez confesé lo siguiente: ‘nunca pensé en escribir novelas. Yo creo que, si yo empezara a escribir una novela, me daría cuenta de que se trata de una tontería y que no la llevaría hasta el fin’.
🧐En cuanto a mis filiaciones políticas, las cuales me trajeron muchos enemigos, siempre dejé en claro que el peronismo me parecía repulsivo, con aires de autoritarismo y que Argentina no podía vivir a las órdenes de un caudillo. Y la misma postura guardé sobre el comunismo.
👁En torno a mi ceguera, debo decir que fue un mal congénito, mi padre y mi abuela la enfrentaron. En 1965 se inició la lenta llegada de la oscuridad, pero también el instante de aguzar los otros sentidos y de permitirle a mi imaginación que llevara mi mano mientras escribía.
🤜🤛Adolfo Bioy Casares, mi amigo de la eternidad, fue como un alter ego, con su ayuda escribimos muchas historias, inventamos al escritor ‘Honorio Bustos Domecq’ y si bien nos veíamos unas cuatro o cinco veces al año, nuestra amistad siempre estuvo presente.
✝️En Dios nunca creí, si bien mi madre era una católica de cepa, yo dejé en claro que era ateo y todavía viene aquello que le dije a un reportero en 1978: ‘yo ahora estoy seguro de que no hay otra vida y que no hay Dios. Una certidumbre que me satisface que me tranquiliza’.
🥇Por cerca de 30 años fui candidato al Premio Nobel de Literatura, todavía recuerdo que a partir de septiembre y con más fuerza en octubre, mi nombre era mencionado, elogiado y postulado, pero no se dio la famosa llamada desde Suecia, por algo no se dio.
👋Suiza fue el refugio para la muerte y lo hice en compañía de María Kodama, quien me ayudó a escribir varios relatos finales, en junio de 1986. En Ginebra dije adiós al mundo que me conoció como el escritor, el bibliotecario, el amante de los laberintos y el argentino universal.
💡‘Todos caminamos hacia el anonimato, solo que los mediocres llegan un poco antes’, dijo Borges.
Aquí unas recomendaciones:
1️⃣‘Los conjurados’, su último libro, (1985)
2️⃣‘El informe de Brodie’ (1970)
3️⃣‘El otro, el mismo’ (1964)
4️⃣El ensayo ‘Historia de la eternidad’ (1936)
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