Cuando vas a ver a los arqueólogos que están excavando en tu pueblo y te invitan a ayudarlos.
Cuando la ayuda consiste en barrer kilos y kilos de polvo y mover carretillas.
Cuando los arqueólogos confían en ti y te dejan usar un poco el paletín y te acabas autolesionando.
Cuando encuentras "algo" y se lo enseñas al arqueóloga con la esperanza de que sea algo importante.
Cuando la arqueóloga te dice que lo que has encontrado es un fragmento de cerámica.
Cuando la arqueóloga te dice, por enésima vez, que lo que has encontrado es otra puta piedra de mierda.
La arqueóloga mirando al horizonte mientras se plantea si ha hecho bien en invitarte a ayudar.
Cuando vuelves a casa lleno de polvo creyendo que has ayudado más de lo que has estorbado pero en realidad ha sido al revés.
Cuando comienza un nuevo día de excavación y los arqueólogos ven que vuelves.
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