#Hilo🧵'Los cuentacuentos anónimos me enseñaron lo que sé. Mis maestros fueron los admirables mentirosos que en los cafés se reunían para encontrar el tiempo perdido', contesté cuando me preguntaron sobre el origen de mis historias. Soy #EduardoGaleano y todo inició hace 80 años.
👦Confieso que mi nombre completo de nacimiento en Montevideo, fue el de Eduardo Germán María Hughes Galeano, pero cuando me hice inventor de historias me quedé con Eduardo Galeano, el apellido de Hughes como que no hubiera tenido ‘punch’ entre la fanaticada.
🏃♂️Mis años de infancia fueron al amparo de una familia acomodada y religiosa hasta la pared de enfrente. Como los estudios no eran lo mío decidí emprender toda suerte de oficios en mi adolescencia, hasta que topé con los diarios, la militancia y los amigos de la literatura.
📰Mi carrera en los diarios se inició en 1960 con ‘Marcha’ y después en ‘Época’, un diario militante de la izquierda uruguaya, y en los minutos libres, me daba por escribir cuentos, poesía y del futbol que fue una de mis pasiones y el Nacional de Uruguay, mi club de toda la vida.
😲El ir y venir de las terribles historias de las desigualdades en la América explotada, fueron suficientes para que en 1971 diera a conocer, lo que algunos consideran la piedra de toque de mi obra, ‘Las Venas abiertas de América Latina’.
📖Sobre la fama del libro este breve comentario: ‘Las venas abiertas tuvo la fortuna de ser muy elogiado por las dictaduras militares, que lo prohibieron. La verdad es que de ahí le viene el prestigio, porque hasta entonces no había vendido ejemplares, ni la familia lo compraba’.
🇦🇷Frente a la llegada de los militares al poder de Uruguay en 1973, decidí refugiarme en Argentina y lo hice al amparo de la revista ‘Crisis’, con Mariio Benedetti y Juan Gelman.
😕Pero en 1976 todo se descompuso, los golpistas encabezados por Videla toman el mando y me amenazaron de muerte.‘Me fui de Uruguay porque no me gusta estar preso, me fui de Argentina porque no me gusta estar muerto’ fueron mis palabras al explicar mi exilio a España.
🙌Desde el escenario del exilio relaté la barbarie de los militares en América del Sur y otras latitudes, me solidaricé con la causa sandinista y cuando los militares regresaron a los cuarteles y nuestros países ganaron la democracia retomé la vida en Montevideo.
⚽️El @Nacional de Uruguay fue mi equipo de todo el mundo y sobre la sinrazón de defender una camiseta se debe dejar en claro lo siguiente: ‘en su vida, un hombre puede cambiar de mujer, de partido político, de religión, pero no puede cambiar de equipo de futbol”.
💭El futbol fue tan fuerte que a mis amigos les confesé que cuando era niño mi mayor anhelo era ser ‘un santo o un futbolista’.
😅Aquí mi sabiduría en el manejo del balón: ‘siempre jugué muy bien, la verdad maravillosamente bien. Era el mejor de todos, pero solo de noche, mientras dormía. Durante el día, hay que reconocerlo, he sido el peor pata de pelo que se ha visto en los campos de mi país'.
👋Este era el mensaje que colgaba en la puerta cuando se celebraba el mundial: ‘cerrado por el futbol’. El cáncer me ganó en los 90 minutos y me despedí en abril de 2015, siempre con anhelo que América Latina tuviera otro color, el de la justicia de un gran partido de futbol.
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