Loeflingia Profile picture
Paisajista y diseñador de jardines y espacios verdes urbanos. A veces trato plantas. Autor de #Conmuchogusto https://t.co/mtAa4uSZsx Historia en UNED.

Sep 12, 2020, 23 tweets

Mañana, 13 de Septiembre, celebramos el Día Internacional del Chocolate. Con el permiso de @dePocholate, os voy a contar un par de cosillas sobre este "alimento de dioses".

Dentro hilo. 👇

La imagen de la vaina de cacao es obra del repostero Jesús Escalera Ciscares.

Que el Día Internacional del Chocolate se celebre cada 13 de Septiembre no es baladí. En buena parte, es una forma de homenajear a este señor de la imagen de abajo.

Os dejo unos segundos para que adivinar de quién se trata.

Se trata del "cuentista" Roald Dahl, autor de obras como Matilda, James y el melocotón gigante o Charlie y la fábrica de chocolate entre otras.

Seguramente os suene la película dirigida por Tim Burton, ¿verdad?

No debemos confundir el chocolate con el cacao. El chocolate es una elaboración que se obtiene tras mezclar azúcar con polvo y manteca de cacao.
La manteca de cacao (izquierda) es una grasa natural que extraemos de la "haba" de cacao (derecha) mediante presión física.

Para los matemáticos (y @Nutri_Daniel)

Grasa + cacao + azúcar = chocolate.

También tenemos un Día Internacional del Cacao, en Julio. Es más, en un principio, el Día Internacional del Cacao y del Chocolate se celebran el mismo día de Julio: el 7 de Julio (San Fermín).
Pero como digo, se vinculó el 13 de Septiembre al chocolate por Roald Dahl y su cuento.

La evidencia más temprana del consumo de cacao la encontramos hacia el 1900 a. C. en México. Por entonces, la cultura mokaya (pre-olmecas del Soconusco) mezclaban las "habas" de cacao con agua hirviendo y tomaban el "divino" brebaje acompañado de diversas especias.

Por ejemplo, en la vasija anterior, encontrada en Veracruz, los arqueólogos hallaron restos de chocolate de una antigüedad de 3700 años aprox.

La vasija se conserva en el Museo Nacional de Antropología, en México, que lamentablemente se encuentra temporalmente cerrado.

La llegada del cacao a Europa tuvo como protagonistas necesarios a los españoles. No son pocos los autores que apuntan que fue Colón el primer europeo que tuvo el honor de probar la bebida. Sí sabemos que obsequió con cacao a los Reyes Católicos.

No obstante, la audiencia del Salón del Tinell (en la imagen) no pareció mostrar interés en la amarga bebida. Además, Colón había prometido a la nobleza catalana y a los regentes especias. Y sólo se había presentado ante ellos con promesas, animales exóticos y exóticos bebedizos.

En 1519. Cortés llegó al Nuevo Mundo y debió contactar con mayas y aztecas, llegando a probar el chocolate, del que dijo: "cuando uno lo bebe, puede viajar toda una jornada sin cansarse y sin tener necesidad de alimentarse".

A Cortés, además del valor nutritivo le había llamado el valor monetario que daban al producto los aztecas. Si era un codiciado objeto de intercambio comercial, debía ser valioso. Por lo que volvió a introducirse el cacao en España.

¿Quién dijo que segundas partes no son buenas?

En 1534, uno de los monjes cistercienses de Cortés, apellidado Aguilar, hace llegar a Antonio de Álvaro, abad del Monasterio de Piedra (Zaragoza) frutos de cacao.
Es allí donde, por primera vez en España, se elabora chocolate.

De hecho, los cistercienses siguen elaborando un chocolate de altísima calidad. Como suele ocurrir, los monjes una vez que desarrollan la receta de algo, la guardan con celo. Eso de compartir con el prójimo sólo está puesto en las Escrituras porque quedaba bonito.

No obstante, que los curas fuesen quienes custodiaran la receta del chocolate durante tanto tiempo impidió que el consumo de chocolate se popularizase entre la población "menos pudiente".

Fijaos si el consumo de chocolate denotaba poder que la comunidad eclesiástica tuvo un tenso encontronazo alrededor de su consumo, considerándolo más "vicio" que "virtud".
Al parecer era costumbre que las nobles españolas asentadas en tierras mexicanas consumieran chocolate...

... durante la celebración de los oficios. Pronto, los templos se convirtieron en improvisadas "chocolaterías". Debe ser que los sermones eran unos auténticos tostones y las damas buscaban amenizar la homilía con algo que endulzase su paladar.

La situación debió tocar tanto las narices a la Iglesia Católica que el obispo de Chiapas prohibió consumir chocolate en las inmediaciones del templo bajo pena de excomunión. El obispo alegó que las damas que lo tomaban se encontraban excitadas, lo que era claramente debido...

... a la ingesta del diabólico bebistrajo.

Por cierto, hablando de azúcar y templos religioso mexicanos, al chocolate no se añadió azúcar hasta 1529 (que sepamos). Y fue en el Monasterio de Santa Catalina de Siena, en Oaxaca (México), hoy convertido en hotel.

Es normal que el consumo de chocolate y cacao esté históricamente ligado a las religiones. El nombre científico del cacao es Theobroma cacao.

El género Theobroma significa, literalmente, alimento de dioses (del griego teos, Dios; y bromos, comer).

Para los mayas, Ek Chuah era la divinidad que representaba al cacao. Aquellos mayas encargados de trabajar en las plantaciones de cacao, celebraban cultos en su honor al llegar el mes de Muán.

Según los testimonios del franciscano Fray Diego de Landa...

... en las ceremonias en honor a Ek Chuah, los mayas sacrificaban perros "rebozados" en polvo de cacao y quemaban resinas aromáticas de origen vegetal (copal). Terminada la ceremonia, consumían la ofrenda.

Confío que, cuando vuelvan a llevarse un trozo de chocolate a la boca (sin abusar, que no regañan los "nutris"), recuerden esta historia de dioses y hombres.

¿Quién dijo que la Botánica era aburrida? Espero que les haya gustado este humilde hilo. Hasta pronto.

Share this Scrolly Tale with your friends.

A Scrolly Tale is a new way to read Twitter threads with a more visually immersive experience.
Discover more beautiful Scrolly Tales like this.

Keep scrolling