Thread by @Loeflingia

¿Qué tienen en común Nereo, dios griego de las olas del mar, con Ronda y el cine?

Respuesta: la adelfa (Nerium oleander). Dentro hilo.👇

La adelfa es una planta perteneciente a la familia Apocynaceae que, originalmente, cubría las riberas que van desde el Mediterráneo hasta China o Vietnam.
No obstante, su rápido crecimiento y su llamativa flor, unido a sus escasos requerimientos hídricos, hizo que su uso como...

... planta ornamental se extendiera rápidamente a través de todo el mundo. En nuestro país es frecuente verlas adornando las medianas de nuestra red de carreteras.

Dicho esto, nuestra historia tiene lugar en la mal llamada Guerra de Independencia (1808-1814), en la que un país independiente como España se enfrenta a la opresión bélica francesa.

Todos sabemos cómo terminó la Guerra de Independencia, no obstante, en la obra anteriormente recitada, autoría de José Casado del Alisal, se escenifica la derrota de Napoleón y los suyos a manos de las tropas enclavadas en Bailén.

Lo siento, @Gozalo_Alex.

Lo cierto es que, durante su incursión en España, los franceses tuvieron que hacer frente a un pueblo que sabía ejecutar a la perfección la guerra de guerrillas.

Golpear de manera eficaz, contundente y tan rápida que no permite respuesta posible.

Uno de los episodios más llamativos por su ingenio (a la par que desconocidos) tiene lugar en Ronda (Málaga). Allí, en la serranía malagueña, se reunió un batallón francés dispuesto a arrasar con los campesinos.

La verdad es que los serranos no se enojaron, aunque tampoco se dejaron amilanar por el poder militar desplegado por las fuerzas gabachas. Como gesto de cortesía, decidieron agasajar a los invasores con una opípara cena a base de conejos a la brasa.

De esta forma, mientras los hombres salían a cazar los Lepóridos, las mujeres hicieron acopio de diferentes hierbas aromáticas con las que elaborar el festín: hierbabuena, mejorana, romero, tomillo o adelfa.

A la caída de la tarde, se cuenta que los hombres volvieron a Ronda cargados de conejos, un jabalí e incluso lograron dar muerte a un venado. Una vez desolladas y debidamente preparadas, dieron cuenta de las viandas.

La soldadesca francesa devoró con fruición el banquete, que había sido preparado para su goce y disfrute. Después de comer y beber en abundancia, las crónicas cuentan que los franceses estuvieron bailando junto a la lumbre al son de los cantes andaluces.

A la mañana siguiente, la mayor parte del batallón estaba muerto. Asimismo, los supervivientes de tan letal banquete mostraban claros síntomas de intoxicación.

¿Les sentó mal la cena? Se dice "desayuna como un rey, almuerza como un príncipe y cena como un mendigo", pero...

... en este caso, la responsable de la intoxicación fue la adelfa. ¿Alguien ha visto cocinar con adelfa? ¿Y entonces para qué querrían los ciudadanos rondeños la adelfa?

La carne fue ensartada en varas de adelfa, con una particularidad: la planta en su conjunto contiene toxinas, especialmente un tóxico denominado oleandrina.

El propio Dioscórides la describía en su popular tratado como una planta cuyas flores y hojas resultaban un veneno mortal para perros y mulos y otros muchos animales cuadrúpedos.

Sus hojas son ricas en saponinas, un tóxico capaz de provocar la muerte de ovejas.

Aquellos que la consumen presentan entre las 4 y 12 horas después de su consumo un cuadro clínico que cursa con vómitos, diarrea (que puede estar acompañada de sangre)...

... alteración del ritmo cardíaco... Si se trata de una intoxicación severa, el cuadro puede acabar en parada cardiorrespiratoria y la consiguiente muerte del individuo.

Los rondeños ensartaron las piezas cobradas en la madera de adelfa, a modo de improvisados "pinchitos", con lo que la carne estaba impregnada de estas toxinas. Y aquellos más glotones, acabaron tocando la puerta que custodia San Pedro.

Eso sin contar que no hubiese alguno que "chuperretease" la rama donde se había insertado la carne, que de todo hay en este mundo.

Tan tóxicas son las saponinas de adelfa que, se aconseja no utilizar leña de adelfa para encender fuego, ya que sus humos son también muy tóxicos.

Durante mucho tiempo, la adelfa fue una de esas plantas que los mendigos usaban para dar más pena y, de esta forma, conseguir a la puerta de iglesias y catedrales más y mejores limosnas de manos de los pobres.
Era frecuente que se frotasen los dientes y encías con sus hojas...

... lo que hacía ennegrecer las piezas dentales e irritar la mucosa bucal. Una práctica muy peligrosa; pero dicen que aquel que no tiene nada nada que perder, tampoco tiene miedo a nada.

Sin embargo, los mendigos usaban otra planta con más frecuencia que la adelfa.

La imagen anterior es la popular "hierba de los pordioseros" (Clematis vitalba), un arbusto perteneciente a la familia Ranunculáceas.

Su nombre no es casual, ya que los mendigos se frotaban con la planta para provocarse erupciones e irritaciones cutáneas.

Y es que la hierba de los pordioseros es rica en protoanemonina (también conocida con el nombre de ranunculol). Muchos de ellos, los más atrevidos, la ingerían, lo que les provocaba náuseas o diarreas, llegando incluso a la parálisis cardiorrespiratoria en los casos más severos.

Queda por desvelar qué pinta el cine en toda esta historia de venenos vegetales, ¿verdad?

La respuesta la tiene Michelle Pfeiffer.

¿Recuerdan haber visto "La flor del mal"? ¿Sí? ¿Con qué quita la vida Ingrid a su amante? ¿Lo recuerdan? Igual no es buena idea que traduzcamos los títulos de las películas, pero a riesgo de que
@Okinfografia
me abronque, piense que el título original de la película era...

... White Oleander, literalmente "adelfa blanca".

Es curioso, porque muchos toxicólogos consideran más tóxica la adelfa roja, aunque no hay estudios serios que aseguren que el color de la flor de la adelfa está relacionado con mayores (o menores) niveles de oleandrina.

Espero que esta historia de venenos vegetales les haya gustado y enseñado a tener respeto de las adelfas (Nerium oleander, otra pista 😉). Desde un punto de vista toxicológico, claro.

Hasta la próxima.