Fabián Chamorro Profile picture
Promotor Cultural. Paraguay, siglos XIX y XX. Contador de historias. Escribo en la @TribunaParaguay IG 📷 fchamorropy

Sep 22, 2020, 10 tweets

LOS CAÑONES DE CURUPAYTY
El 22 de setiembre de 1866, se libró la batalla de Curupayty. Ese día, luego de jornadas de lluvias, amaneció con sol radiante. El almirante brasilero, Joaquim Marques Lisboa, Marqués de Tamandaré, prometió que en dos horas sus buques destruirían las...

trincheras paraguayas. A las ocho de la mañana, la flota imperial comenzó a bombardear las trincheras de Curupayty. Más de 100 bocas de fuego descargaron su poderío sobre la defensa. Los incesantes disparos de la flota alcanzaron en pocas horas los cinco mil proyectiles.

Avisado Bartolomé Mitre (comandante aliado) que las acciones navales habían concluido, y asumiendo que las trincheras paraguayas fueron destruidas, ordenó el ataque terrestre; 9.000 argentinos avanzaron, mientras esperaban otros 10.000 brasileños. Sumaban en total 20.000 hombres,

incluidos los uruguayos. En Curupayty estaban, a lo largo de 2 kilometros, 5.000 soldados paraguayos y 49 piezas de artillería. Vestidos de gala, en rigurosa formación, los argentinos marcharon al son de ritmos marciales. Cuando el vigía paraguayo anunció la presencia del...

enemigo, el general José Eduvigis Díaz montó su caballo y recorrió el frente de las trincheras arengando a sus hombres que respondían con entusiasmo. En el momento en que consideró oportuno, por estar los aliados al alcance de los cañones y metrallas, Díaz dio la orden de abrir..

fuego. Un toque de clarín dio inicio al estruendoso cañoneo que causó estragos en filas enemigas. Los artilleros paraguayos dejaban enormes claros en las formaciones que se revolvían en el barroso terreno. Los que lograban escapar de la metralla se encontraban con las trampas...

paraguayas, zanjas cubiertas con espinas y estacas que los destrozaban al caer. Para las tropas aliadas acercarse a las trincheras de Curupayty fue imposible. A las cuatro de la tarde, luego de enviar a sus hombres a una muerte segura, Mitre dispuso la retirada de sus tropas.

Miles de cuerpos regaron de sangre el campo. Media hora después, el trompa Cándido Silva (foto) hizo sonar el clarín de la victoria. Para los aliados, Curupayty fue un desastre, con bajas que se calculan desde 5.000 a 10.000 soldados. Un fracaso que paralizó las operaciones...

durante algunos meses. Hoy, en Curupayty reina el silencio, un busto del general Díaz, colocado en 1965 sobre un pedestal, saluda a quienes pueden llegar a aquel lugar. Una gran cruz otorga el aire espiritual al campo sagrado. Ahí brota la flor, donde antes hubo sangre y humo.

Curupayty hoy. El jueves, durante la inauguración de los sitios históricos puestos en valor, se volverán a escuchar las baterías de cañones y la fusilaría paraguaya. Vamos a trasmitirlo por facebook y por Twitter. El jueves les paso los detalles para que lo agenden.

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