Les voy a platicar de la cultura de la deshumanización, y de cómo se manifiesta cuando no comprendemos la ciencia. (1/n)
Primero, ¿que es la cultura de la deshumanización? Nuestra capacidad de ver a lo otros hombres y mujeres como menos que humanos, y cómo se manifiesta. Y en todos los casos, es un pretexto para hacer violencia.
En Stanford, Albert Bandura, demostró que cuando los participantes escuchan a un experimentador llamar a otro sujeto del estudio "un animal", es más probable que le den a ese sujeto una descarga dolorosa.
Si piensas que el asesinato y la tortura son un tabú universal, entonces la deshumanización del "otro" es la herramienta psicológica que puede justificarlos.
Voy a empezar con el concepto que más comúnmente mal entienden, y el más peligroso: la evolución. Probablemente es el que más se ha usado para justificar actos horribles.
El concepto de “la supervivencia del más apto” no tiene nada que ver con que tú justifiques ser más humano o superior que alguien. Es más, ni siquiera el término adecuado.
La supervivencia es sólo un aspecto de la selección y no siempre el más importante. En el significado evolutivo, "aptitud" es la tasa de producción reproductiva entre una clase de variantes genéticas.
¿Que quiere decir esto? Que la evolución no depende de que tan “superior”, o como “domines” al otro. La evolución depende de la variabilidad genética. Mientras más variedad de individuos, más probable que al menos uno tenga lo que los hará sobrevivir a todos. Necesitamos a todos.
Hay expresiones de esto muy notorias, como la eugenesia y el holocausto. Pero también hay unas muy sutiles. “Que los pobres no tengan hijos”, “Ojalá no te reproduzcas”, “Que la gente que sale se muera, es selección natural”. No, así no funciona la selección natural.
Otra, la “raza” no existe biológicamente. Todos somos igual de humanos, y el color de piel y otras características son la manera en la que nos adaptamos al medio ambiente en el que vivimos. Por ejemplo, que tanto nos exponemos al sol depende de que tan cerca estamos del Ecuador.
Otra idea muy común es que pensamos que “los humanos son un virus”, que inherentemente somos dañinos para el ecosistema y que la sobrepoblación es la causa de la crisis ecológica y climática, como si cada uno de nosotros tuviera la culpa por existir.
"Los débiles morirán, pero está bien porque ayuda al clima" no es justicia climática.
Eso es ecofascismo.
La "sobrepoblación" no es el problema. Ni siquiera es real. El cambio climático fue causado por corporaciones, no "demasiadas personas".
El estilo de vida del 0,54% que más consume del mundo (42 millones de personas) está emitiendo más emisiones de gases de efecto invernadero que la mitad más pobre de la población mundial (3,800 millones de personas).
De hecho, se descubrió que los 10 países con mayor hambre del mundo generan menos de media tonelada de CO2 por persona. En conjunto, generan solo el 0.08% del CO2 global total. Y además, son los más afectados por los desastres naturales cada vez más extremos.
Así que, no, tu existencia no es el problema. Tu familia no es el problema. Tus hijos no son el problema. Nos necesitamos a todos, y si podemos cambiar mucho de nuestro estilo de vida para salvar la vida de los demás, así como lo estamos haciendo ahora, en la pandemia.
Esta también la idea de que ver pornografía, y como pensamos de las mujeres en especial, solo te afecta a ti. Pues, de acuerdo a la evidencia, tu cerebro no percibe a los humanos sexualizados como personas, y contribuyes a la cultura de la violación.
Ahora, está la misconcepción de que tú humanidad depende de tu etapa de desarrollo. Lo que es humano, es humano desde el principio.
Al usar un lenguaje deshumanizador, cambiamos la forma en que vemos a grupos de personas. Podemos empezar a verlos como "menos que humanos".
Cuando vemos a alguien como menos que nosotros, se crea una separación psicológica, lo que hace que sea más fácil permitir o cometer violencia contra ellos. Siempre que se dice la frase “no es persona”, habrá violencia acompañada.
No importa nuestra edad, inocencia, tamaño, raza, nacionalidad o capacidad, todos somos igualmente humanos; nuestro lenguaje y nuestras acciones deben reflejar ese hecho. Ten mucho cuidado de ponerle un adjetivo a los demás antes de llamarlos humanos, y personas
Para terminar, les recomiendo estos libros, los quiero mucho, gracias por leer hasta acá.
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