Thread by @DeMemoria

#Hilo🧵Recordamos otro de los momentos clave del movimiento estudiantil de 1968, la toma del Campus de Santo Tomás del Instituto Politécnico Nacional por parte de la policía y el ejército. Aquí los detalles de la historia. ⬇️ ⬇️ ⬇️

😧Una vez que dejaron en claro, con la toma de Ciudad Universitaria, de que la represión sería la única respuesta a los estudiantes, el gobierno de #GustavoDíazOrdaz enfiló sus baterías contra los estudiantes que habían hecho fuertes en Santo Tomás por el rumbo del Metro Normal.

😮Testigos presenciales de aquellos días relataron que durante la noche del 23 de septiembre y la madrugada del 24, los estudiantes hicieron frente a la embestida militar con bombas molotov, piedras y algunos esporádicos balazos. El combate, dijeron los testigos, era pecho tierra

👮‍♂️El General Gustavo Castillo se enfiló hacia Santo Tomás encabezando un contingente de cerca de mil elementos con lanzagranadas y rifles M1 además de 10 carros blindados. En el lugar ya se habían 59 patrullas de la policía preventiva y 150 agentes de la judicial.

🚫La orden era tomar la instalación y reducir a los agitadores. Durante la madrugada del 24, los militares aplicaron su poder de fuego y tomaron las escuelas cerca de 400 uniformados, y lo mismo sucedió en Zacatenco y varias escuelas vocacionales.

👊Un detalle por consignar. Antes de que la tropa tomara el control del edificio de Ciencias Biológicas, los estudiantes en resistencia gritaron: ‘¡Sepan que no tenemos miedo! ¡Podrán callarnos solo si nos matan, pero no podrán ocultar nuestra razón!’

😖El primer parte oficial de lo ocurrido en la instalación del Politécnico consignó una sola muerte y algunos heridos, la mayoría estudiantes. Pero los testimonios de quienes atestiguaron la refriega revelaron que al menos hubo 30 muertos.

🙃El mando militar entregó en los siguientes días las instalaciones de Zacatenco y de las escuelas vocacionales ocupadas. La entrega de Santo Tomás se dio hasta finales de septiembre.

🔥Lo ocurrido en las instalaciones del IPN fue una señal muy clara de que la intención de Díaz Ordaz era disolver la protesta estudiantil a sangre y fuego.