¿Saben por qué las pintas como las de la primera imagen molestan tanto, generan tantas reacciones y son rápidamente removidas en ciudades tapizadas con graffitis como los de la segunda imagen?
Abrimos mini-hilo.
Empecemos señalando lo que debería ser obvio: Las pintas feministas están cargadas de mensajes políticos donde se evidencian las fallas de la sociedad y del Estado que se coluden en la permisividad y complicidad de las violencias sistémicas contra las mujeres.
¿Qué pasa con las pintas en instituciones y monumentos? Bueno, tendríamos que aprender un nuevo término: Iconoclasia. De origen griego, significa “ruptura de imágenes” y va de eso, de intervenir iconos con mensajes particularmente sociales y políticos.
¿Esto es lo mismo que el vandalismo? Nop. El vandalismo no lleva consigo ningún mensaje de trasfondo realmente, es destrucción de propiedad así sin más. Si nos lo preguntan, nos parece que tiene un trasfondo patriarcal: Hombres que marcan territorio, porque pueden y quieren.
Lo que incomoda no es la pinta, que se apresuren a borrar todo rastro de unas mientras otras pueden estar años gastándose en una pared nada tiene que ver con la pintura, todo tiene que ver con el mensaje.
No nos vamos a cansar, las paredes hablarán por nosotras hasta que los medios, el Estado y la sociedad respondan a los justos reclamos de las mujeres. Nos haremos escuchar.
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