Catéter Doble Jota Profile picture
Ingeniero (MSc, PhD) e historiador especialista en #HistoriaMedicina (PhD). En ocasiones doy clases a universitarios. @cateterdoblej@med-mastodon.com

Apr 3, 2021, 50 tweets

La hormiga roja de fuego (Solenopsis invicta) es un tipo de hormiga originaria de Sudamérica, que ya habita en varios continentes.
Son conocidas por ser bastante agresivas y tener una picadura dolorosa #HistoriaMedicina #hilo 🧵⤵️

Estas hormigas suelen vivir en hormigueros en forma de montículo (de 10 a 50 cm. aprox.) formando colonias muy numerosas. En muchas ocasiones, su ataque se produce cuando se pisa de forma fortuita uno de estos montículos o sus proximidades, ya que son territoriales

Una vez la primera hormiga te pica, esta libera unas feromonas que atraen a sus compañeras y es lo que desencadena el ataque en masa.
La picadura contiene un veneno cuyo principal componente es un alcaloide natural (solenopsina)

Estas picaduras en masa pueden acabar con la vida de pequeños animales, pero, aunque se han dado casos, es complicado que ocurra en humanos.
Otro tema es que hay muchos fallecimientos por shock anafiláctico por alergia a su picadura

25 DE SEPTIEMBRE DE 1999

Joan Murray, que nació en 1955 en Charlotte (Carolina del Norte) era una empleada del Bank of America con una vida muy activa

Felizmente casada y madre de dos gemelas, para “soltar adrenalina”, algunos días, fundamentalmente los fines de semana, practicaba paracaidismo desde que le encantó cuando lo probó por primera vez en el Condado de Chester (Carolina del Sur)

Ya era bastante experimentada, porque había realizado 35 saltos, inicialmente en tándem con un instructor y posteriormente en solitario.
No sé podía considerar profesional, pero era medianamente experta

Había llegado el momento de realizar un salto en caída libre, modalidad que consiste en descender sin desplegar el paracaídas hasta prácticamente el límite en que ha de abrirse para evitar “problemas mayores”

Llegado el día, Joan saltó desde una altura cercana a los 4.500 metros, alcanzando una velocidad de más de 130 km/h, pero en el momento clave y tras varios intentos, el paracaídas no se abrió.
Tiraba y tiraba de la anilla y no había manera que se desplegara

El tiempo jugaba en su contra y decidió hacer uso del paracaídas de reserva que obligatoriamente va incluido en todos los equipos de salto. Para ello, y como mandan los cánones, fue a cortar las cuerdas del principal para que al salir el secundario no se enredara en el primero

Los nervios, la velocidad y el miedo al terrible desenlace hicieron que no atinará rápidamente con la operación de corte de las cuerdas.

Los árboles del prado se veían cada vez más grandes… el suelo estaba cada vez más cerca…

La velocidad, la inercia y los movimientos de Joan para realizar los cortes pertinentes hicieron que empezara a girar sobre sí misma como si de una peonza lanzada a gran velocidad se tratara.

Rodaba y caía…

Al final logró cortar el inservible paracaídas principal y se quedó con la mochila de reserva.
Estiró de la “anilla” (“hackey”) de este elemento secundario de reserva y esté sí se abrió…

Pero para desgracia de Joan, ya solo quedaban 200 metros para el impacto, y al estar girando ininterrumpidamente, las cuerdas del paracaídas de reserva se enredaron y la apertura no fue lo completa que debería haber sido

Los accidentes de paracaídas rara vez tienen un “final feliz” y este lo tenía todo para que el desenlace fuera trágico, ya que el inflado del paracaídas de reserva fue tardía e incompleta

Con apenas amortiguación por parte del paracaídas y bajando a una velocidad muy superior a los 100km/h, el que iba a ser el desestresante salto número 36 de Joan, que había empezado a más de 14.000 pies de altura, terminó con un impacto brutal en el suelo

La luz se apagó para Joan, lo irremediable y esperable había ocurrido...

Algo se movía en el suelo por debajo…
¡Ay! ¡Ay! ... ¡Ay! Decía internamente Joan sin poder articular palabras hacia el exterior y estando totalmente inerte

La sensación era como si infinidad de agujas calientes se le clavaran en la piel. Era una incesante consecución de pinchazos extremadamente dolorosos.

El infinito dolor volvió a aparecer y de nuevo se hizo la oscuridad para Joan…

DOS SEMANAS DESPUÉS

Al abrir los ojos, Joan reconoció a su esposo y con la mirada, pero todavía sin poder hablar, preguntó lo que había pasado...

El marido le dijo:
- Tranquila cariño, ya ha pasado lo peor, has estado 15 días en coma en la UCI, tuviste un grave accidente haciendo paracaidismo

- Estamos en el Carolinas Medical Center, muy cerquita de casa. Al ver lo que te pasó, tus compañeros de salto avisaron de inmediato a emergencias, te estabilizaron y te trasladaron aquí a toda prisa

Joan pesaba poco más de 50 kilos y al mirarse estaba tan hinchada y maltrecha que tenía el cuerpo de una persona que pesara más de 100 kilos.
Estaba irreconocible…

La parte derecha del cuerpo y la espalda, que habían recibido el impacto inicial estaban especialmente mal. Veía fijadores, varillas y “hierros varios” desde la punta de los dedos hasta el cuello

Joan tuvo que someterse a 20 cirugías reconstructivas. Recibió 17 transfusiones de sangre. Tuvo que aprender a caminar de nuevo con “hierros” en las piernas. Pese a eso, contaba los días que le quedaban para salir del hospital

Poco a poco y cuando la traqueotomía a la que había sido sometida cicatrizó empezó a comunicarse con palabras. Algunas de sus dudas e inquietudes fueron a lanzadas a sus médicos

Estos le explicaron el milagro de que siguiera viva y que tenía que agradecérselo fundamentalmente a las RIFA
- ¿Las RIFA? ¿Qué es eso? No lo había oído nunca.
Inquirió ella

- Las RIFA* son las hormigas rojas que te picaron cuando caíste sobre su hormiguero. Te han salvado la vida por dos motivos

*En EE.UU. se utiliza el acrónimo RIFA para referirse a “Red Imported Fire Ant”, debido a que no son autóctonas de Norteamérica, sino que llegaron del sur

Los galenos le explicaron que cayó sobre un nido de hormigas rojas de fuego especialmente grande (más de 250.000 miembros), lo que gracias a su estructura “piramidal” de tierra blanda había amortiguado en parte el impacto

De hecho, le comentaron que aparte de la infinidad de fracturas que tenía, había un dato especialmente significativo y es que de las piezas dentales que conservó, habían saltado incluso los empastes

Pero más importante que la amortiguación, que ya lo era, fue que las hormigas rojas de fuego son muy territoriales y al caer sobre ellas y destrozar el hormiguero se lanzaron en “marabunta” sobre ella

Los paramédicos que la atendieron tuvieron que quitarle de encima miles de hormigas rojas de fuego y vieron más de 200 picaduras en el maltrecho cuerpo de Joan. A simple vista se observaban las pústulas características de la dolorosa picadura de estas hormigas

Los médicos explicaron a Joan que sufrió un paro cardíaco al impactar contra el suelo y que el veneno de las picaduras de las hormigas le hicieron liberar la adrenalina suficiente para que el corazón volviera a latir y mantuviera funcionando sistema nervioso y los órganos vitales

Lo que nadie desearía, que es caer encima de un hormiguero de este tipo, había salvado la vida a Joan.

Las hormigas la habían reanimado.

Los pinchazos como si fueran fuego que reavivaron a Joan, no eran otra cosa que las picaduras de las hormigas rojas de fuego

La investigación del accidente corroboró que no había deficiencias en el material empleado por Joan, que había sido un error humano, entendible, por supuesto, dada la situación

Ella reconoció que entró en pánico en el momento y no tomó las medidas que debería para evitar girar después de cortar el cable principal.
Pero,... psicológicamente lo superó sin problemas

Pese a llamarlo deporte extremo o de riesgo, la probabilidad de morir realizando paracaidismo es aproximadamente de una entre 100.000 y casi siempre suele ser por un error humano

Joan salió del hospital a las 6 semanas en silla de ruedas y tuvo que someterse a una dura rehabilitación médica y fisioterapéutica. Mejoró con un intenso trabajo y ya con bastón pudo regresar a trabajar al banco…

Se reincorporó a trabajar a su oficina del Bank of America, rechazando una jubilación por discapacidad absoluta que le habían ofrecido los servicios sociosanitarios del estado

Volvió a realizar ejercicio físico y ¿sabéis qué?...

Dos años después del accidente, en 2001, volvió a subirse a un avión que ascendió a más de 4 km. de altura y saltó en paracaídas de nuevo.

Por supuesto, este 37º salto, resultó exitoso

El episodio 6 de la cuarta temporada de #AnatomiaDeGrey titulado en inglés "Kung Fu Fighting" es una adaptación libre de este suceso.

(Por cierto, ni he visto ese capítulo, ni ninguno, lo siento ☹️)

La historia de Joan Murray fue contada por primera vez en la revista People Magazine. Las declaraciones de los médicos y del hospital involucrados en el caso afirman fehacientemente que la vida de Joan fue salvada por las hormigas y según lo narrado

Nota1: Siempre os adjunto las referencias científicas, pero sobre este caso o similares (obviamente, es un caso rarísimo) no hay artículos, solo lo expuesto por el hospital y los profesionales que atendieron a la paciente

Nota2: Salvo las fotos de la protagonista y alguna más, el resto de las imágenes son alegóricas para dar sentido al relato

Nota3: Antes de que surja el debate entre picar o morder, las hormigas rojas de fuego muerden para sujetarse y tornean el cuerpo para picar. Es del aguijón de donde sale el veneno, la mordedura casi es inapreciable

La fuerza de superación de Joan le llevó a restablecerse y hacer una vida prácticamente normal pese a les innumerables secuelas.
Como ella misma dice: “Aprendí a valorar las cosas verdaderamente importantes de la vida. Digo te quiero y gracias mucho más desde esta experiencia"

Hay ocasiones en que la suerte 🍀nos sonríe. Hasta en esos casos, la ciencia 🧪 es la que lo puede explicar.

En cualquier caso…, espero os haya resultado entretenido y/o curioso #gracias

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