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Twitstoriador. Abogado en los ratos libres. #TwitstoriaDeVenezuela #TwitstoriaUniversal #Minitwitstoria

Apr 7, 2021, 82 tweets

#QueridoPúblico: la vocación de libertad puede llevar a los más altos destinos.

Hoy, la #TwitstoriaDeVenezuela honra en el aniversario de su muerte a un grande, no sólo de la literatura, sino de la política venezolana:

Rómulo Gallegos.

Y dice así...

Rómulo Ángel del Monte Carmelo Gallegos Freire nació en Caracas el 2 de agosto de 1884, hijo de Rómulo Gallegos Osío y Rita Freire. Era el mayor de 6 hermanos.

Desde niño se caracterizó por ser muy religioso, de hecho entró a estudiar al Seminario Metropolitano para ser cura.

Pero a los 12 años, en 1896, murió su mamá.

Para ayudar a su papá con los hermanos menores, como buen hermano mayor de la época, Rómulo dejó los estudios y luego entró en una escuela pública a tirar pied... perdón, al Colegio Sucre.

A pesar de las carencias, Gallegos logró graduarse de bachiller en 1904, y entró en la Universidad Central a estudiar Derecho... pero la plata seguía sin rendir, y abandonó los estudios en 1905.

Al año, consiguió trabajo como Jefe de la Estación del Ferrocarril Central.

Ya entonces comenzaba a escribir sus primeros cuentos.

Con unos amigos, fundó una revista semanario llamada "La Alborada" (enero de 1909), aprovechando que el tirano Cipriano Castro había caído y quedaba uno más democrático, Juan Vicente Gómez.

Inocentes palomitas...

Y sí, eran inocentes, como dice el propio Gallegos:

"Éramos cinco y a todos se nos ocurría imaginar, como a todos los jóvenes les acontece, que con nosotros comenzaba un mundo nuevo, originalísimamente nuestro, donde ya sí valía la pena vivir".

Al final, sólo salieron 8 números de la revista (de enero a marzo de 1909), antes de que se cerrara.

Ya Gallegos fue soltando un par de obras de teatro, como "Los ídolos" (1909) y "El motor" (1910), entre las que no destruyó (era un perfeccionista con sus propios escritos).

Para esos años, se enamoró de una linda chica, Teotiste Arocha Egui, pero tenían un problema serio: la distancia.

Rómulo vivía en Caracas.

Teotiste en el lejano pueblo de...

... El Valle.

Coño, qué problema.

Incluso, los amigos le decían: "chamo, ¿no vive como lejos?"

Pero el buen Rómulo se empeñó, y se comprometió con ella.

En 1912, Rómulo fue contratado como director del Colegio Nacional de Varones de Barcelona, pero no se llevó a Teotiste.

Más bien, desde allá se casó con Teotiste por poder en abril de 1912.

En junio de ese mismo año, murió el padre de Gallegos, y decidió renunciar al puesto docente para regresar a Caracas.

Consiguió otro trabajo: subdirector del Colegio Federal de Caracas (que después se llamaría Liceo Caracas).

Allí estuvo hasta 1918.

Además de la actividad docente, Gallegos preparaba obras de teatro (que casi todas están inéditas o destruidas), y llegó a publicar un libro de cuentos: "Los Aventureros" (1913).

Algunos de sus cuentos se publicaron en varias revistas, desde 1913 hasta 1919.

En 1918 pasó a la Escuela Normal (antes a los institutos de formación de docentes se les llamaban Escuelas Normales, no vayan a pensar que las demás escuelas eran anormales 😂), y luego volvió al Liceo Caracas en 1922, pero esta vez como su director (hasta 1930).

El liceo (que actualmente conocemos como Liceo Andrés Bello) tuvo muchísimos alumnos que luego se convertirían en referente político e intelectual del país.

Raúl Leoni, Rómulo Betancourt, Jóvito Villalba, Miguel Otero Silva, Elías Toro, Isaac J. Pardo, Rafael Vegas...

... la lista es larga.

De hecho, si ven esta foto, casi todos los que están ahí pasaron por el liceo mientras Gallegos fue el director.

Ellos fueron parte de la génesis de la Generación del '28.

Uno de ellos, Isaac J. Pardo, decía que al principio no sentían gran aprecio por Gallegos, pero que después se ganó el respeto y la admiración de todos sus estudiantes, por sus maneras bondadosas y su carácter recto.

Gallegos decidió aventurarse en la novela, y en 1920 escribió "El último solar", pero después decidió retocarla, corregirla y luego la republicó en 1930 con el nombre que sería conocida después: "Reinaldo Solar".

En 1922 publicó "La rebelión" (cuentos) y en 1925 "La Trepadora".

En 1927 hizo un tour por los Llanos, para conocer el ambiente. En Apure, se encontró con un pana que conoció en Caracas y que había llevado un par de casos como abogado por esas tierras:

Andrés Eloy Blanco.

Andrés Eloy ya era famoso por sus poemas, incluso había ganado un premio en España en 1923.

El caso era que Andrés Eloy le echó el cuento de uno de sus primeros casos: el de una hacendada apureña llamada Francisca Vásquez.

Dijo Andrés Eloy de ella:

“Una mujer que tenía que defenderse, sola en aquel medio y que para defenderse tenía que agregar a su valor personal una serie de leyendas acerca de sus poderes ocultos y sus cordiales relaciones con lo sobrenatural. Por lo demás, una infeliz mujer, oscura y fea...”.

Más allá del caso (disputa por tierras), a Gallegos le entusiasmó el cuento y aprovechó el viaje al Llano para documentarse sobre la vida en esas tierras.

El resultado: un manuscrito que inicialmente se llamó "La casa de los Cedeño".

Pero el nombre no le convenció: lo cambió a "La Coronela".

Lo manda a imprimir en 1928, pero cuando salieron las primeras pruebas, aun no estaba conforme: rompió las pruebas y guardó el manuscrito.

Hombre para perfeccionista, eh?

Entonces, doña Teotiste enfermó de gravedad (sumado al hecho de que era diabética) y ambos decidieron viajar a Europa para descansar.

La leyenda dice que Gallegos quiso tirar al mar el manuscrito de "La Coronela", pero Teotiste lo convenció de conservarlo.

Llegaron a Barcelona a principios de 1929, y luego a Madrid.

En el camino, Gallegos agarró el manuscrito, le hizo un par de retoques y le cambió el nombre.

Consiguió una editorial, y pagando con su plata, lo mandó a publicar.

Así, en febrero de 1929, nació "Doña Bárbara".

El éxito fue inmediato: la misma editorial sacó una segunda edición en 1930 revisada por Gallegos.

Doña Bárbara hizo famosísimo a Gallegos, tan famoso que hasta los mismos venezolanos se enteraron (y no es mentira, dense una idea que estábamos un poco aislados).

El mismísimo Gómez tuvo la oportunidad de leer (o de hacerse leer, pues es sabido que leía poco, pero le gustaba que le leyeran) la novela...

... que por cierto, se decía que habían referencias veladas en su contra.

Ay chiamo.

Después de la lectura, Gómez dijo: "este libro es muy bueno para que sea contra mí".

Tan agradado quedó, que en 1931 ordenó "elegir" a Gallegos como Senador al Congreso por el Estado Apure, como un homenaje al escritor y a la tierra escenario de la novela.

Rómulo, fiel a sus principios, renunció al liceo y se exilió a Nueva York: desde allí manifestó su decisión de no aceptar el curul.

De allí pasó en 1932 a España, viviendo un par de años en Barcelona y luego en Madrid.

Estando en Madrid, por 1934, los Gallegos tuvieron por varios meses a un invitado (con su esposa) que gustó mucho, y que Rómulo llegó a tratar casi como un hijo:

Carlos Delgado Chalbaud.

En el exilio, Gallegos trabajó en una firma de contadores, frecuentaba a los pocos exiliados venezolanos que vivían allá y hasta logró escribir dos novelas: Cantaclaro (1934) y Canaima (1935).

Entonces, murió Gómez y se montó el flaco López.

López Contreras hizo regresar a Gallegos, y en una de sus muestras de apertura democrática, lo nombró Ministro de Instrucción Pública en abril de 1936.

El primer acto de Gallegos fue cambiarle el nombre al órgano, desde ahí denominado Ministerio de Educación Nacional.

También introdujo los llamados Grupos de Extensión Cultural.

Pero sus antiguos alumnos, ahora políticos agresivos, demandaban revolución YA. Entre ellos, Betancourt y Leoni.

Los grupos de izquierda organizaron una huelga general, pautada para junio de 1936.

López nombró como mediador a Gallegos, en la creencia de que podría aplacarlos siendo de su misma tendencia.

Pero Betancourt y los demás líderes de la oposición izquierdista fueron inflexibles, y la huelga comenzó el 9 de junio.

Gonzalo Barrios dijo luego que el objetivo de la huelga era uno solo: provocar la caída del gobierno de López Contreras... o por lo menos, forzar elecciones anticipadas.

Pero López no cedió, y la huelga se les fue de las manos a los organizadores... como a otros porái...

Al final, el gobierno disolvió la huelga a los pocos días.

La gran víctima política fue Gallegos.

Gracias a la intransigencia de sus propios correligionarios, Gallegos tuvo que renunciar al cargo de ministro en julio de 1936.

Sin embargo, siguió activo en la política, y luego fue electo como diputado al Congreso en 1937.

Gallegos hablaba muy bien del flaco López Contreras, y su experiencia ministerial (además de su clásica oratoria) le dio otra visión de la política puertas adentro.

No descuidó la actividad literaria: publicó otra novela, "Pobre Negro" (1937).

Incluso fundó un estudio de cine, Estudios Ávila (1938), que tuvo varios proyectos, pero sólo llegó a producir una película: "Juan de la Calle (1941), con guión de Gallegos.

Así llegamos a 1941, donde el panorama electoral se perfilaba a favor de Isaías Medina Angarita para irse a vivir a Miraflores.

Pero a varios locos se les ocurrió que sería una buena idea lanzar a Gallegos de candidato...

... así que lo proclamaron candidato independiente en marzo de 1941, y se fue de gira nacional y todo.

La campaña fue simbólica, pero atrajo a mucha gente.

En la votación (por el Congreso), Gallegos quedó de segundo.

Se sabía, pero el experimento daría sus frutos.

Estudios Ávila cerró en 1942, pero eso no paró a Gallegos en su vida literaria y política.

En 1942 publicó "El forastero" (que en realidad había escrito 20 años antes, pero que no quiso publicar por miedo a represalias del gobierno gomecista), y en 1943 "Sobre la misma tierra".

En lo político, participó junto a Betancourt, Leoni y Andrés Eloy en la fundación de Acción Democrática (1941), y con su magnífica oratoria fue el orador de orden en el mítin inaugural del partido el 13 de septiembre de 1941 en el Nuevo Circo de Caracas.

Mientras tanto, Gallegos vivía una vida relativamente tranquila en la quinta Marisela, en Los Palos Grandes.

Como doña Teotiste no podía tener hijos, a finales de los '30 Rómulo adoptó a dos sobrinos-nietos que habían quedado huérfanos siendo muy niños: Sonia y Alexis.

Su hija Sonia cuenta que siempre supieron su origen de boca de Rómulo:

“Ustedes dos son adoptados pero para mí son mis hijos y no acepto que nadie me los maltrate. El que se meta con ustedes, en la vida le irá muy mal”.

En 1945 no tomó parte activa en el golpe del 18 de octubre, pero respaldó la actividad de la nueva Junta Revolucionaria de Gobierno como presidente de AD.

Luego de la Asamblea Nacional Constituyente (1946) que produjo una nueva Constitución (1947), se llamaron a elecciones.

Como ya Betancourt estaba en el poder, no podía contar como candidato.

Se hizo una evaluación, y se llegó a la conclusión de que Gallegos era el candidato: era archiconocido, y además tenía la experiencia de una campaña política.

Pa' la calle otra vez, don Rómulo.

Sus oponentes eran dos personas experimentadas.

Gustavo Machado, fundador del Partido Comunista de Venezuela, había combatido a Gómez, incluso participó en una invasión a las costas venezolanas desde Curazao.

El otro era Rafael Caldera (sí, fue la primera vez que se lanzó! 😂).

En serio, Caldera ya era conocido por ser el redactor de la primera Ley del Trabajo (1936), fue Procurador General de la República (1946-1947) y fundó COPEI, que estaba en pañales.

El 14 de diciembre de 1947, fueron las elecciones.

Gallegos y AD arrasaron: sacaron el 74% de los votos (871.752). Caldera segundo y Machado detrás de la ambulancia.

¡Viva la democracia! ¡Tenemos al primer presidente electo por voto directo en el siglo XX!

(Porque en realidad el primer presidente electo por voto directo en la historia de Venezuela fue Manuel Felipe de Tovar en 1861, pero esa es otra historia que podré echar en cualquier momento 😎)

El 17 de febrero de 1948, Gallegos tomó posesión en un multitudinario evento con muchos invitados, muchos literatos, muchos intelectuales, muchas luminarias...

Algo nunca visto.

De hecho, sus ministros eran bastante competentes, en lo político y en lo técnico.

Mano, un Gabinete que se da el lujo de tener a Andrés Eloy Blanco de Canciller...

Pero hubo un elemento que Gallegos descuidó: el tema militar.

O no digamos que descuidó, sino que delegó en manos de su querido amigo y protegido Carlos Delgado Chalbaud, ahora Ministro de la Defensa.

Y por ahí rondando, andaba Marcos Pérez Jiménez...

También había otro elemento: Gallegos, siguiendo la línea del partido, se negó a abrir la gestión de gobierno hacia elementos independientes o de oposición.

AD era el gobierno, y el gobierno era AD.

Así de simple.

De hecho, el mismo Gallegos lo reconoció:

“Espero que nadie, dotado de ideas positivas y claras a este respecto, pretenda que yo me haya comprometido a desnaturalizar la fuerza política que me rodea, homogénea y bien definida, componiendo gobierno con elementos de todos los partidos..."

"... en que actualmente se divide la opinión, práctica de emergencia sólo realizable en los momentos de crisis política o de peligro nacional, que de ningún modo son los actuales, y a la cual, por otra parte, no irán a prestarse las fuerzas ya organizadas de la oposición.”

El tema del sectarismo político lo reclamó toda la oposición, desde Rafael Caldera hasta Jóvito Villalba.

Pero Gallegos no detuvo el aparato político.

Pero tampoco detuvo a los miltares.

Malo malo, don Rómulo.

Como obras de gobierno podemos mencionar la reforma de la Ley de Impuesto sobre la Renta, que trató de aumentar la participación del Estado en las ganancias de las empresas petroleras extranjeras; un proyecto de Ley Agraria y une nueva Ley Orgánica de Educación.

En su gobierno se culminaron los estudios de factibilidad de la autopista Caracas-La Guaira (que habían comenzado durante el gobierno de Medina Angarita), y se comenzaron los movimientos de tierra.

(Esto, para los que creen que Pérez Jiménez hizo solito esa autopista)

En política exterior, apoyó la creación de la Organización de Estados Americanos, cuyo primer congreso se celebró en Bogotá.

El jefe de la delegación venezolana era Betancourt.

Y allá también andaba un carajito cubano haciendo política: Fidel Castro.

Gallegos visitó Estados Unidos en julio de 1948, y fue recibido por el presidente Harry Truman, y haciendo una gira que incluyó la develación de un busto del Saimon en Bolivar, Missouri.

Dejó encargado de la presidencia a...

... Delgado Chalbaud.

Estando en el norte, Gallegos recibió el doctorado Honoris Causa de la Universidad de Columbia, de manos del rector (allá se le dice presidente) de la universidad, el celebérrimo general Dwight Eisenhower, el que comandó el desembarco de Normandía en la Segunda Guerra Mundial.

Cuando regresó a Caracas, manifestó la confianza que le tenía a Delgado:

"No, no fue audacia, fue seguridad, fue confianza. Yo estaba seguro de la clase de hombre, de la calidad humana del Comandante Delgado Chalbaud, hombre en quien se puede tener confianza absoluta"

Pero la tensión estaba en el ambiente.

Los militares llegaron a reclamarle a Gallegos que no actuara en eventos de partido, sino que se limitara a su rol de gobernante.

¿Y cuál fue la reacción de Gallegos?

Esto, aunado a la amenaza de una huelga petrolera anunciada por el periódico Últimas Noticias en noviembre de 1948, precipitaron el golpe de Estado.

Pérez Jiménez y Luis Felipe Llovera Páez estaban decididos...

Delgado, no tanto.

Pero el 24 de noviembre de 1948, varios cuarteles se alzaron contra el gobierno, y éste tenía poca capacidad de defensa.

Gallegos creía que aún tenía el respaldo de guarniciones leales, pero cuando se enteró que Delgado estaba en la conspiración, se derrumbó.

La leyenda dice que Gallegos encaró a Delgado y éste no supo qué decir, y se retiró sin palabra.

Su hija Sonia recuerda así ese día:

Lo dicho: Gallegos fue puesto bajo custodia, y luego salió para el exilio en diciembre de 1948, primero en Cuba y luego en México (1949), donde se reuniría con su pana Andrés Eloy Blanco.

Pero algo ensombreció su exilio y el resto de su vida: el 7 de septiembre de 1950, murió doña Teotiste, su esposa.

Jamás se recuperó: no volvió a vestir con trajes de colores, y al regresar del exilio vendió la quinta Marisela "porque ya no tenía sentido vivir ahí sin ella".

En 1955, un año después del golpe de Estado en Guatemala, al golpista, Carlos Castillo Armas, la Universidad de Columbia le dio el doctoorado Honoris Causa.

Fue el colmo para Gallegos.

Renunció al doctorado de 1948, diciendo: “Me niego a compartir honores con Castillo Armas”.

Ya caído el gobierno perezjimenista, Gallegos volvió a Venezuela (marzo de 1958), con los restos de su esposa.

De hecho, lo primero que hizo al llegar fue ir directo al Cementerio General del Sur a darle el descanso eterno a su amada.

De hecho, le hizo prometer a su hija que, al morir, lo sepultaran junto a ella.

No volvió a participar activamente en política, pero en 1960 fue nombrado como el primer Presidente de la recién creada Comisión Interamericana de Derechos Humanos, cargo que ejerció hasta 1963.

Ya con uno de sus alumnos (Betancourt) en el poder, la nueva Constitución de 1961 estableció en una de sus disposiciones transitorias el nombramiento como Senadores Vitalicios de Gallegos y López Contreras.

Ambos asumieron sus curules en mayo de 1961.

López, aunque en algún momento de su vida manifestó su malestar contra los adecos, siempre tuvo en alta estima a Gallegos.

De hecho, en su libro más fuerte políticamente hablando, "El triunfo de la verdad" (1949), Gallegos es el único adeco del cual López hablaba bien.

"... con todas sus credenciales de Ilustre Literato, de hombre de honradez probada, de limpias costumbres y de indiscutible buena fe..."

Claro, ya los años habían pasado, y se suavizaron los ánimos.

Su obra literaria declinó, pero llegó a publicar "La brizna de paja en el viento" (1952), "El último patriota" (1957) y "Tierra bajo los pies" (1973, póstuma).

De acuerdo a mis fuentes, Gallegos llegó a ser considerado para el premio Nobel de Literatura...

... por lo menos DOS veces.

Una en 1960, y la otra en 1967.

Incluso, se relata que en una crónica juvenil, Gabriel García Márquez estimaba que Gallegos hubiese podido ganar el Nobel en 1949.

Lástima

En 1964, ya bajo el gobierno de otro alumno (Leoni), se estableció el Premio Internacional de Novela "Rómulo Gallegos", enfocado a la literatura de habla hispana.

El premio se ha convertido en uno de los más prestigiosos a nivel hispano.

De hecho, el primer Premio lo entregó Gallegos personalmente en 1967 a un jovencísimo Mario Vargas Llosa, por su novela "La casa verde".

Sería interesante saber el recuerdo que tiene don Mario de este momento.

Con el respeto y la admiración de todos, Rómulo Gallegos murió en Caracas, el 5 de abril de 1969.

Sus restos fueron sepultados junto a los de su esposa, en el Cementerio General del Sur, obedeciendo a sus deseos.

Ni siquiera un decreto de Caldera en 1996 ordenando el traslado de sus restos al Panteón Nacional pudo separarlo de Teotiste.

Pero en junio de 2016... vino la polémica.

Sus familiares denunciaron la profanación de la tumba de los Gallegos.

El gobierno hizo una investigación, dictaminando que no hubo profanación, sino que violentaron la estructura, solamente habían sustraído el mármol: no se llevaron los restos.

De inmediato se repararon las tumbas... pero la duda persiste.

Más allá de la polémica, estamos de acuerdo que Gallegos es alguien que siempre brillará.

Contó con la admiración de muchos, pero también fue víctima de las pasiones políticas de uno y otro bando.

Su obra perdura.

Y su legado.

De hecho, hay quien todavía evoque, con mucha esperanza, las últimas palabras plasmadas en Doña Bárbara:

"... y desaparece del Arauca el nombre de El Miedo, y todo vuelve a ser Altamira.”

Fin.

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