Thread by @EmilioTejera1

Los tesoros de una ciudad no siempre están a simple vista. Pero a veces no hay que cavar para hallarlos.
En la ciudad de Nápoles hay un teatro. Oculto a plena luz del día. Tanto que, en el lugar donde AÚN está el teatro, ahora mismo HAY CASAS
Hoy: El teatro perdido. Dentro hilo👇

Nápoles es una ciudad que maravilla y horripila a partes iguales. Simboliza lo mejor y lo peor del sur de Italia: desde su población, tan tradicional como irreverente, hasta los aspectos más oscuros, que incluyen mafia, desigualdad y una tendencia desbordante e innata al caos

Nápoles tiene un pasado cargado de historia. Fue fundada por griegos que venían de una ciudad de Sicilia. Éstos se establecieron al lado de una población que se llamaba Parténope, así que decidieron llamar a su nueva localidad “Neapolis” (ciudad nueva). De ahí el nombre: Nápoles

La ciudad era independiente hasta que corrió riesgo de ataques; por ello, pidieron auxilio a sus vecinos del norte, los romanos. Desde entonces, formaron parte de su red de ciudades aliadas hasta que quedaron absorbidos por ellos. Sus destinos fueron a partir de ahí paralelos

Para que nos hagamos una idea: Campania (o sea, la región alrededor de Nápoles) fue el lugar de descanso de numerosos emperadores. Tiberio tenía una villa en Capri, Calígula acudía con cierta frecuencia… Por la zona andaban Herculano y Pompeya, que no necesitan presentación

En Campania había mucha riqueza gracias a la fertilidad de su suelo. Eso creó a gente muy rica. De hecho, fueron estos terratenientes los que decidieron destruir la ciudad de Cartago cuando se convirtió en un rival comercial fuerte. Pero esta historia la contamos ya en otro sitio

Así que, aunque romana a los efectos prácticos, Nápoles conservaba mucho del pasado griego. Entre otras, su amor por el teatro.

El teatro en Grecia empezó como una forma de adoración a los dioses. De hecho, ese sentido pervivió en Europa hasta la Edad Moderna (los llamados autos sacramentales, de didáctica religiosa). Se cree que el teatro en el Palacio del Rey Minos en Creta, es el más antiguo conocido

Aunque sin duda el más famoso estuvo en Atenas. Allí representaron obras los más grandes: entre ellos, Esquilo, Sófocles y Eurípides, los tres grandes de la tragedia, y quienes ganaron en más ocasiones el certamen anual de teatro que se celebraba en la ciudad.

Los griegos edificaban teatros en cada ciudad que fundaban, costumbre que (como muchas de de los griegos) copiaron también los romanos. Hoy tenemos teatros maravillosos en Éfeso, Bodrum, Siracusa… Yo me quedo con el de Mérida, pero en ese sentido he de decir que barro para casa

Y en Nápoles también había teatro. De hecho, tuvo bastante historia porque era el teatro favorito del emperador Nerón.

Hay que decir que Nerón, según cuentan ciertas fuentes, y a pesar de la probablemente falsa leyenda de que cantaba durante el incendio de Roma, nunca actuó en la ciudad. Por lo visto, le gustaba más el público griego de la ciudad de Nápoles (seguramente menos contestatario)

En ese teatro que escuchaba a Nerón, por lo visto, podía caber toda la ciudad de Nápoles. Claro que los investigadores se preguntaban: ¿y ahora dónde está?¿Por qué no queda ningún resto de él?

En ese sentido, unos cuantos andaban muy escamados. Así que se pusieron a dar vueltas en torno a la zona donde, según dice la tradición, debía de hallarse el teatro.
Un lugar completamente urbanizado y lleno de casas.

Los investigadores pedían permiso a los habitantes de esas moradas para entrar y echar un vistazo. Ellos querían ver si, con alguna pequeña prospección arqueológica en las paredes, podían averiguar que había pasado con el teatro perdido. Hasta que entraron en casa de una anciana

[RECREACIÓN DRAMÁTICA]
-¡Pero, oigan!, ¿se me quieren estar quietos con las paredes?
-Señora, que estamos trabajando...

-Oigan, ¿y van a estar mucho tiempo aquí?
-Mire, señora, es que las autoridades nos han encargado explorar. Y lo que encontramos no lo entendemos, así que, hasta que no lo resolvamos, tenemos que…
[SILENCIO]
-Vamos a hablar claro: ustedes lo que quieren ver es “la bodeguita”...

Los investigadores:

Entonces la señora va, se acerca a su cama (la casa era de una sola habitación), la empuja a un lado, y se dan cuenta de que, a los pies del mueble, hay algo raro…

… cuando se abre, bajo la cama, una trampilla secreta.

(La cama, por cierto, más o menos modificada, sigue allí)

Los investigadores acceden. Y encuentran esto.

Resulta que, en Nápoles, la vida sigue. Pasan los romanos, los godos, los españoles y la mafia. Pero la gente tiene que vivir. Y la existencia en Nápoles, un lugar con pocos recursos, donde las autoridades públicas no han hecho mucho por sus habitantes, no es nada fácil.

Así que, ¿qué hace la gente de Nápoles con un teatro en cuanto éste deja de usarse un rato? (Llámale "un rato" a la decadencia del imperio romano, los bárbaros, etc…)

Pues empezar a ocuparlo a su alrededor con casas. Como puede verse desde arriba en la fotografía de aquí

En realidad, no es un caso tan raro. Si uno se va a las murallas de León, era frecuente que, durante años, la gente aprovechara los huecos entre los torreones para construirse una casa. Aprovechas la pared de la muralla, y esa parte no la tienes que construir.

Que la piedra es cara y no es fácil de encontrar.

Por no hablar de la cantidad de restos que se han cogido de toda clase de yacimientos históricos para hacer las casas de los vecinos. De esos, ejemplos por todo el mundo tenemos a patadas, y es fácil encontrarse uno en directo

En fin, de la difícil relación de la humanidad con su patrimonio cultural no es la primera vez que hablamos, y seguramente no será la última:

La gracia de Nápoles es que te puedes encontrar, por ejemplo, con que te metes en la casa de una señora, y entras a la cavea (es decir, la zona debajo de las gradas) del teatro.

Pero cada uno aprovecha el teatro como puede. Por ejemplo, la señora de nuestra historia empleaba la cavea como “bodeguita” donde guardar viandas, vino y otro tipo de cosas que seguramente vendía de contrabando.

Otros tienen la pared del teatro como una parte más de sus casas. Y si necesitan una ventana para respirar aire puro, la abren.
Hoy, la señora de esta casa puede echarle un vistazo a los turistas que ahora acuden a visitar el sitio.

Atando cabos, los investigadores han ido viendo lo que ha ocurrido con cada una de las partes del teatro. Algunas, ocultas a simple vista, como por ejemplo arcos que ahora son un elemento arquitectónico más de las casas normales. Y lo bonito es que ahora podemos disfrutarlo.

Porque ahora, en efecto, van turistas. Y esos huecos que han quedado, conforme se ha explorado a fondo, se han aprovechado para todo: desde para guardar unas tallas religiosas importantes para la vida de la ciudad, hasta para instalar una pizzeria

La excursión para ver el teatro, de hecho, forma parte de una ruta denominada “Nápoles subterráneo”, la cual narra buena parte de los secretos del subsuelo de la ciudad.

El subsuelo de Nápoles ha sido alcantarilla, basurero, almacén, invernadero, guarida... El tour incluye historias desde la época de los romanos hasta iniciativas artísticas modernas, pasando por los avatares de la Segunda Guerra Mundial. Si viajáis a Nápoles, os la recomiendo

Y ésta es la bonita historia del teatro perdido de Nápoles. Así que ya sabéis: si vais andando por una ciudad con cierta historia y observáis edificios con una disposición rara, tal vez en semicírculo, sospechad. A lo mejor puedes encontrarte un teatro. O algo más emocionante aún

Así que, como suele decirse: ¡el teatro! Anda en crisis desde los griegos... y ahí sigue. Quizás, porque lo acabamos incorporando a una parte más de nuestro ADN, nuestra morada vital y nuestro entorno. Por mucho que se construya encima, siempre permanecerá bajo de nuestra piel

Pasadlo bien... y echadle mucho teatro a la vida.

*debajo de.
Con lo bonito que me había quedado el párrafo, snif, snif

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