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May 4, 2021, 20 tweets

#Hilo 🧵🪶🐱‘Si nadie te garantiza el mañana, el hoy se vuelve inmenso’, dijo alguna vez Carlos Monsiváis, quien hoy cumpliriía 83 años. Rememoramos algunos detalles de la vida de este cronista del México de la diversidad.

Originario de la Ciudad de México, Monsiváis hizo estudios en las Facultades de Economía y en Filosofía y Letras. A partir de los años sesenta se hizo personaje con sus colaboraciones sobre arte, escritores, cine, personalidades de la vida cotidiana y las noticias de diario.

A lo largo de su vida colaboró en diarios como Novedades, El Día, Excélsior, Unomásuno, La Jornada; en revistas como Siempre, Proceso, Fractal, Eros, Nexos, la Revista de la UNAM. Fue impulsor del Semanario Letra S, en las páginas de La Jornada.

Monsiváis siempre desplegó una gran sabiduría en torno a la Biblia debido a que su familia era integrante de la Iglesia Evangélica, pero el cronista siempre dejó en claro que era ateo.

Para el recuerdo sus agudas crónicas, en especial de la Ciudad de México, publicadas en: Días de Guardar, Amor Perdido, Escenas Pudor y Liviandad, Entrada Libre, Apocalipstick, entre otras.

Con el cine tuvo un romance muy especial y le dedicó varios libros: El Crimen en el Cine, Rostros del Cine, Diez Segundos del Cine Nacional y Recetario de Cine Mexicano.

Durante el terremoto de 1985 documentó con especial interés la lucha de los olvidados que tuvieron que rescatar su vida sin la ayuda oficial. Cuando era convocado para apoyar alguna causa de los sectores más desfavorecidos del país acudía sin mediar explicaciones.

Su casa en la Colonia Portales, en la calle de San Simón, se hizo leyenda urbana por el acervo que reunió en el lugar y que luego dio paso al Museo del Estanquillo.

El coleccionismo que fue parte de su vida lo hizo un personaje infaltable en La Lagunilla, muy en especial en el Mercado de la Colonia Portales, donde tenía varios amigos que eran dueños de librerías de viejo que le conseguían material histórico.

Otro de los lugares que visitaba con alegría era el Tianguis del Chopo, nacido en los años ochenta, en las calles cercanas al Museo del Chopo y que ahora se encuentra en la Colonia Guerrero.

Reunió más de 12 mil objetos relacionados con la cultura popular, el arte y otros temas. Estos objetos han sido parte fundamental de la exposiciones que se pueden ver en el Museo del Estanquillo, ubicado en la esquina de Madero e Isabel La Católica.

Se dice que los sábados, en la casa de Carlos Monsiváis se reunían muchos de sus amigos para ver películas y luego seguir en la tertulia que se hacía casi eterna. Entre los convocados se encontraban Sergio Pitol, Vicente Rojo, Julio Schherer, entre otros personajes.

Otro de los lugares preferidos del escritor para realizar tertulia fueron las cantinas. Su favorita, decían sus amigos, era ‘La Faena’, pero en ‘La Ópera’, existen varias historias de sus convivios con Carlos Fuentes, José Luis Cuevas y Fernando Benítez.

Monsiváis nunca escondió que era homosexual y cuando su amiga Martha Lamas le propuso que saliera a dar una declaración pública, el cronista le dijo que le parecía un acto discriminatorio.

Monsiváis fue uno de los primeros intelectuales que visibilizó los reclamos de la comunidad afectada por el VIH SIDA. Lo hizo con el activismo de todos los días y con la publicación del semanario Letras S, en La Jornada.

La farándula fue otro de sus territorios preferidos. Hizo amistad con Máría Félix y sin empacho se hizo ferviente seguidor de Juan Gabriel, incluso acudió a los conciertos que el ‘Divo’ de Juárez dio en el Palacio de Bellas Artes.

Su relación con la tecnología no fue exactamente agradable. Si bien se decía tenía tres computadoras, siempre se negó a usarlas y prefería hacer todo a mano y tener a alguien que le ayuda a transcribir el material

Una de las imágenes más difundidas del cronista fue la de su amor por los gatos. Él confesó alguna vez haber tenido hasta 20 gatos en su casa y quienes visitaron su casa en la Portales revelaron que los felinos eran los verdaderos dueños del inmueble.

Los nombres de los gatos fueron una muestra de la gran inventiva de Monsiváis. ‘Catzinger’, ‘Fray Gatolomé de las Bardas’, ‘Chocorrol’, ‘Miau Tse Tung’, ‘Mito Genial’, ‘Miss Oginia’, ‘Catástrofe’, ‘Caso Omiso’, son algunos de los nombres que el escritor le puso a sus felinos.

‘Somos aquello en lo que creemos aún sin darnos cuenta’, decía Monsiváis, que falleció en 2010. Recordamos una de sus varias apariciones en el cine; un Santa Claus venido a menos y bastante borracho en ‘Los Caifanes’, de 1967. Final del #Hilo.

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