¡Hola! Quiero contarles que ayer, después de varias décadas, dejé de pertenecer al staff de La Nación.
A lo largo de todo este tiempo dedicado a la maravillosa aventura del periodismo científico, creamos (más de una vez) suplementos y secciones de ciencia y salud.
En estos cuarenta años, escribí cientos y cientos... y cientos de páginas. Empleé muchas horas deliciosas escribiendo columnas como "Mamá y los chicos", "Viceversa" y “Manuscrito".
Tuve el privilegio de entrevistar a decenas de mentes brillantes.Y de visitar lugares increíbles donde se trabaja cotidianamente en las fronteras del conocimiento.
Como el Iter, el primer reactor de fusión nuclear, en el Sur de Francia, el Instituto Balseiro, y la Base Carlini, en la Antártida.
Vaya mi reconocimiento a la gente de La Nación, a ordenanzas, personal administrativo, colegas, fotógrafos, diagramadores, infografistas con los que compartimos el sueño de un mejor periodismo.
Pero hay que seguir. “Adelante, siempre adelante”, decía el personaje de Kerouac. Es nuestra naturaleza…
En esta nueva etapa, mi agradecimiento al equipo de “Pasaron Cosas”, de Radio con vos, que todos los martes, desde antes de la pandemia, me permiten disfrutar hablando de las últimas noticias en ciencia.
Y, desde hoy, también a @eldestapeweb, que generosamente me abre sus puertas, sin condicionamientos, para continuar practicando el oficio que amo.
Además, como en los últimos quince años, seguiremos haciendo radio a pulmón con los amigos de "El Arcón, ciencia, salud y tecnología", los viernes de 12 a 13, x radiotrendtopic.com.ar
Mi único compromiso es honrar este oficio (el mejor del mundo, decía “Gabo”). Puedo equivocarme, pero nunca servir a otro interés que el desarrollo de la ciencia argentina y el bien público. Este fin de ciclo se me aparece como un nuevo comienzo. ¡Gracias a todos!
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