Tras la euforia por Gonzorella en gay twitter (y mi euforia personal en el tema) busqué el episodio completo de la serie infantil de Disney (gracias @oswaldomujica por encontrarlo) para entender la maravilla que estábamos viendo. Pero también lo hice por preocupación...
ya que muchos medios y figuras con grandes audiencias como Chumel Torres, afirmaban que Gonzo era trans. En el clip que todos vimos, en ningún momento se daba a entender tal cosa (que por cierto sería muy compleja, ya que de entrada Gonzo no es de este planeta).
Así que había que acudir a la fuente directa de todo esto, el episodio 19 de la tercera temporada de los Muppet Babies en esta nueva y maravillosa versión. Se trata en resumen, de una actualizada (y soberbia) versión de La cenicienta. Los queridos personajes organizan un baile.
Pero según un libro sobre cómo hacer bailes (el villano de esta historia, que representa las normas de género) este baile tiene reglas, por ejemplo, que las niñas tienen que ir con vestido y los niños vestidos de valientes caballeros.
Cuando Gonzo ve la ilustración, se emociona y dice que le encantaría asistir con uno de esos maravillosos vestidos. Peggy le responde que hay que seguir las reglas del libro y Gonzo no lo toma del todo bien.
Entonces el personaje de una rata, le dice que no va a permitir que Gonzo no se exprese de la manera en la que él se sienta cómodo, así que...
Traz! Se convierte en su “Rata-hado-padrino” (con un serve sport con alitas y todo) y le dice que con gusto le puede crear el vestido de sus sueños.
Y en una secuencia a la Sailor Moon, que puede desquiciar a cualquiera de los fans de esta animación japonesa, Gonzo se convierte en Gonzo-rella, uno de los acontecimientos televisivos más hermosos en la actualidad.
Gonzo, lo único que quería es divertirse con su vestido y sobre todo, con la idea de unos tenis de cristal. Así como los niños que hemos visto con el vestido de Elsa de Frozen. Los niños juegan, se divierten y si lo hacen con una caja o con un vestido NO HAY PROBLEMA.
Bien. Ya en el baile, el mentado libro sigue mostrando reglas absurdas, sobre la extraña manera en que se deben saludar los niños y las niñas. A pesar de lo incomodo, los personajes siguen las normas presentadas, ya que consideran, es lo correcto.
Hasta que aparece Gonzorella a decirles que en su reino (Clockatonia), los saludos son más divertidos. Peggy y compañía le miran sorprendides y reciben a Gonzarella con mucha emoción. A Peggy el vestido le parece fa bu lo so.
Llega la hora de hacer coronas. El libro (así he asquerosas son las normas de género que nos rigen) dicta que hay que hacer coronas de cierta manera y solo de esa manera, pero Gonzarella dice “Stop bitch” y hace una corona con huevos y plumas de alarido.
E invita sus nuevos amigos a crear sus coronas de la forma que les de la gana, con las que se sientan comodes y representades (la corona de Animal te da vida).
Por último, el jodido libro también indica como bailar y sus maneras son por demás ABURRIDAS. Seguir las normas de género que nos han impuesto en esta vida es por demás ABURRIDO. La analogía durante el episodio es maravillosa y seguro resonará en muchos niñes.
Así que Gonzarella invita a sus amigas a que suban a sus amigos a unos carritos y hagan un extraño baile lleno de diversión. Así, como la vida misma (no es broma, la profundidad de este episodio me tiene muy impactado).
Entonces dan las 12 y el encanto sobre Gonzorella desaparecerá, por lo cual tiene que dejar el baile y olvida su fantástico tenis de cristal.
Continuación del hilo.
Hay que decirlo. HABRÁ EPISODIO DE PODCAST SOBRE GONZORELLA y expresión de género.
Con un especialista en temas de identidad y expresión de género.
Estreno, sábado 31 de julio en Spotify y Apple Podcast.
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