Thread by @cateterdoblej

¿Sabéis que significa “maruta”?
Es una palabra ligada a uno de los episodios más macabros de la #HistoriaMecina #hilo 🔞⚠️🧵⤵️

La segunda guerra chino-japonesa fue un conflicto militar entre la República de China y el Imperio de Japón que se libró entre 1937 y 1945 tras la invasión de China por parte de los nipones, que ya controlaban Manchuria

Tras el ataque japonés a Pearl Harbor en 1941, el conflicto entró dentro del marco de la Segunda Guerra Mundial (Guerra del Pacífico), con los chinos apoyados por los aliados y los japoneses por los nazis

Durante la II Guerra Mundial se cometieron infinidad de atrocidades, algunas de ellas hechas en el nombre de la ciencia (y de la medicina). A todos nos suenan los nombres de Josef Mengele, Viktor Brack, Sigmund Rascher, Wolfram Sievers, etc. (De algunos ya hemos hablado🧵)

Pero hay un siniestro personaje (por llamarlo de manera fina) que según los datos actuales puede ser el mayor criminal de la historia amparado en la medicina… el japonés Shirō Ishii

⚠️Voy a tratar de "suavizar" la narración, pero a veces es imposible #perdón ⤵️

Ishii nació en 1892 y estudió medicina en la Universidad Imperial de Kioto licenciándose con un expediente superbrillante. Tras un paso por el Hospital del Primer Ejército y Escuela Médica Militar de Tokio, realizó un posgrado en la misma universidad

De pensamiento ultranacionalista y personalidad exigente y egoísta, se enroló en el ejercito como médico mientras se especializaba en microbiología. Publicó numerosos artículos en revistas científicas y obtuvo la plaza de profesor titular de inmunología en la Universidad de Tokio

En 1927-1928 viajó por Europa y Estados Unidos en condición de agregado militar. En ese momento, la visión expansionista del Imperio Japonés hacía ya vislumbrar que iba a intentar expandir sus dominios

El Dr. Ishii empleaba su tiempo fuera de Japón en investigar y aprender sobre el uso de armas químicas y bacteriológicas, que tristemente ya se habían empleado durante la I Guerra Mundial (1914-1918)

Al volver al “país del sol naciente” expuso a sus superiores lo investigado y las conclusiones. Por encima de todo tenía una cosa clara “la única posibilidad real que garantizaría el triunfo en una gran guerra sería la fabricación de armas con un potencial de destrucción masiva”

Por muy avanzado que estuviera Japón tecnológica/militarmente, sus recursos humanos eran infinitamente menores a sus rivales en ese momento, fundamentalmente China y la URSS, y a largo plazo tenían todas las de perder en un conflicto armado

Casualmente, al volver a su país se encontró con una epidemia de meningitis en la región de Shikoku. Ishii aprovechó la oportunidad para desarrollar un filtro especial para el agua que fue determinante en el control de la enfermedad, esto le acabó de encumbrar

Respecto al tema militar, para Isshii la solución era desarrollar un programa de armas que pudiera “arrasar” a sus enemigos. Pronto recibió el apoyo del rector de la Univ. Médica del Ejército de Tokio, Koizumi Chikahkiko y del general Sadao Araki, ministro de Guerra del Japón

Tras estos apoyos, en 1931 empezó un ambicioso programa de investigación de armas biológicas y químicas en el marco del cual se crearon una serie de “centros de investigación”.

En 1932, el Ejército Imperial Japonés invadió Manchuria después del falso “Incidente de Mukden”, muy en la línea de lo que después harían los nazis con el de Gliwice en Polonia para invadirla y desencadenar la Segunda Guerra Mundial

La base central secreta del proyecto de Ishii era la Fortaleza Zhongma, en la localidad de Beiyinhe (Ciudad Zhong Ma), a las afueras de Harbin (en la China ocupada).
Alejada de todo para que nadie sospechara. De hecho, el pueblo de unos 300 hogares fue evacuado e incendiado

Oficialmente, el Dr. Ishii era el responsable del "Laboratorio de investigación de prevención de epidemias", cuando lo que buscaba realmente era provocarlas.

Animado por los resultados preliminares con animales de laboratorio se lanzó a experimentar con humanos

La Fortaleza Zhongma, de cara al exterior, y realmente, era un campo de prisioneros. Tenía una capacidad para unos 1000 reclusos, que pronto se convertirían en “protagonistas” de las pruebas del Dr. Ishii

Los presos (comunes, partisanos antijaponeses, políticos y del ejército chino) sufrieron experimentos macabros: sangrías infinitas y continuadas, privación de comida y agua, inyección de bacterias (fundamentalmente yersinia pestis), vivisecciones, etc.

La vida media de un prisionero en Zhongma era de un mes. Aquellos que lograban sobrevivir al calvario que sufrían, acababan siendo ejecutados cuando los captores ya habían experimentado y tomado nota de lo que necesitaban

En 1934, durante el tradicional festival de verano chino, varios prisioneros lograron escapar e informaron al Kuomintang (partido político que controlaba zonas libres de China) de los crímenes contra la humanidad llevados a cabo por Ishii y sus subordinados, pero de poco sirvió

Tras las noticias y un supuesto sabotaje en 1935, el gobierno de Japón quiso curarse en salud y primero cerró la Fortaleza Zhongma, para terminar derruyéndola en 1937.

Pero este no fue el final de los experimentos, la “acción” se trasladó a la cercana Pingfang, también en Harbin

Aquí se creó el Laboratorio de Investigación y Prevención Epidémica del Ministerio Político Kempeitai, al frente del que estaba, como no podía ser de otra forma, Shirō Ishii.
Este y sus subordinados formaron en 1936 el llamado Escuadrón 731

Al Escuadrón 731 u Unidad 731, oficialmente se le llamaba “Unidad Antiepidémica de Suministro de Agua 731”, ya que la tapadera consistía en decir que el laboratorio* era una estación de tratamiento de agua potable

*Realmente era un enorme complejo de más de 150 edificios en 6 kilómetros cuadrados donde realmente uno, pero solo uno de los edificios, era una estación de tratamiento de agua potable

Hubo otros escuadrones satélite (en total más de 10.000 soldados) dependientes del 731: el Escuadrón 1644 de Nankín, el Escuadrón 1855 de Pekín, el Escuadrón 8604 de Cantón, el Escuadrón 200 de Manchuria, el Escuadrón 9420 de Singapur, …

Ishii junto a sus subordinados continuó con los experimentos iniciados en la Fortaleza Zhongma, pero aquí dio todavía fue más duro. Muchos de sus “conejillos de indias” eran bebés recién nacidos, niños, mujeres (embarazadas) y ancianos

En el complejo del escuadrón 731 trabajaban unos 3.000 empleados/militares, de los que el 10% eran médicos de carrera. Muchos de ellos, los mejores expedientes de sus respectivas universidades, la “crème de la crème” de la medicina japonesa

A todos estos prisioneros, entre los que predominaban los chinos y los rusos, los torturadores los llamaban en tono de burla “maruta” (“tronco” en japonés). Ya que donde estaba el laboratorio antes había un aserradero, con lo que para cosificar a los reos se referían a ellos así

De hecho, de cara a los de fuera del complejo, se decía que el enorme laboratorio seguía siendo un macro-aserradero que trabajaba con “troncos”.

Llegado un momento casi todos los de la zona sabían lo que ocurría, más aún al ver el humo de los crematorios

La rutina habitual consistía en infectar a los prisioneros con virus letales para luego abrirlos vivos sin anestesiarlos (viviseccionarlos) y extraerles algunos órganos, documentando todos los procesos y resultados

Les inyectaban cólera, peste bubónica, fiebre tifoidea, tularemia, botulismo, muermo, brucelosis, tifus, tuberculosis, viruela, carbunco, disentería, etc.

También se obligó a prisioneros masculinos y femeninos a mantener relaciones para estudiar los efectos de enfermedades de transmisión sexual tales como la sífilis o la gonorrea

Se dedicaban a explorar los límites de la resistencia humana con prácticas atroces que generaban dolores inimaginables: amputación de brazos y piernas sin anestesia, congelación/descongelación de los miembros del cuerpo para arrancárselos posteriormente, …

Abortos forzados, exposición a dosis letales de rayos X, provocación de accidentes cerebrovasculares y ataques cardíacos, exposición a gases letales, vivisecciones, deshidratación hasta la muerte, inyecciones con sangre de animales, hipotermias forzadas …

Se les obligaba a beber tóxicos y se les exponía a ácido cianhídrico, iperita y gas mostaza. También se inyectó agua de mar en otros tantos cautivos para determinar si podía servir como sustituto de la solución salina

Algunos prisioneros fueron colgados cabeza abajo para observar cuánto tiempo tardarían en asfixiarse. Otros fueron colocados dentro de máquinas centrífugas para determinar el tiempo de supervivencia

A algunos prisioneros les fue inyectado aire en las arterias para determinar el tiempo que tardaban en mostrar los síntomas iniciales de una embolia. A otros cautivos se les inyectó orina de caballo dentro de sus riñones

Mejor lo dejamos aquí, pero la lista de atrocidades que realizaban sobre los pacientes/troncos, tal como les llamaban, fue infinita.

Os pido #perdón, pero las cosas a veces hay que contarlas para que se sepan

Cotinúa el #hilo 🧵⤵️

Llegó un momento en que los prisioneros no eran solo los “del bando contrario”, se incluyeron también además enfermos mentales y discapacitados en un plan adicional eugenésico

También se utilizaba a los prisioneros para prácticas quirúrgicas, que estaban integradas, supuestamente, en el programa de formación de cirujanos del Ejército. La finalidad era enseñarles cómo manejar a los soldados heridos en el frente

Perfeccionaron técnicas quirúrgicas como apendicectomías, extracciones de órganos y traqueotomías. Se practicó especialmente la extracción de balas, que previamente habían sido disparadas a los prisioneros

Una de las operaciones con que más experimentaron consistía en extraer a algunos prisioneros quirúrgicamente el estómago y ligarles el esófago con los intestinos para analizar lo que ocurría dependiendo de la alimentación que le daban

En 1939 Ishii dio una conferencia sobre guerra biológica en el Ministerio de Guerra en Tokio. Uno de los asistentes fue el Príncipe Yasuhito Chichibu, hermano menor de Emperador Hirohito. Este salió tan impresionado que quiso asistir en “directo” a vivisecciones hechas por Ishii

En 1940, Ishii, mientras seguía practicando atrocidades, fue ascendido a teniente general de la Sección de Guerra Biológica del Ejército de Kwantung (la élite del ejército nipón) y nombrado responsable del Departamento Bacteriológico de la Academia Médica del Ejército

En 1942, Ishii buscó como expandir esas “armas biológicas” que utilizaban para que pudieran provocar epidemias atacando a sus enemigos y/o pueblos sometidos. Así metieron los patógenos en bombas, balas, etc. que fueron usadas por el ejército japonés

Probaron con prisioneros atados a postes el uso de granadas y lanzallamas. También les lanzaron las que llamaban bomba de bacilos defoliantes y la bomba de pulgas, que contenían patógenos

Entre 1942-1945, Ishii ascendió a jefe de la Sección Médica del Primer Ejército, máximo rango militar/médico en el Imperio.

Esto todavía le dio más alas para seguir haciendo barbaridades

En 1945 con la invasión soviética de Manchuria y tras la derrota japonesa en la Guerra del Pacífico y casi a la vez que los bombardeos atómicos de Hiroshima y Nagasaki y ante la inminente rendición del Imperio,el ejército nipón demolió con explosivos el complejo del Escuadrón 731

Por orden directa de Ishii, los últimos prisioneros presentes (se calcula que unos 600) fueron ejecutados con inyecciones de cianuro potásico y después cremados. Posteriormente se procedió a la demolición*. Se trataba de ocultar las pruebas y todo rastro de lo ocurrido

*Demolición que no tuvo el resultado esperado porque los edificios estaban tan bien construidos (eran contenedores de productos altamente tóxicos) que la dinamita no produjo ni de lejos los daños esperados y quedaron en pie muchos edificios y estructuras del laboratorio

*A pesar de que todos los experimentos quedaban perfectamente documentados en papel y/o en película, la mayor parte de las pruebas fueron destruidas, aunque se salvaron algunas, sobre todo numerosas fotografías

Una de las últimas decisiones de Ishii fue soltar infinidad de ratas y pulgas infectadas con peste bubónica. Miles de personas murieron en la región a causa de esta última represalia

Convencido de que sería juzgado por sus crímenes de guerra, Ishii fingió su propia muerte y huyó, pero terminó siendo “detenido” por las tropas norteamericanas en 1946, junto con parte de su equipo del Escuadrón 731. Casualmente estaba siendo cercado ya por los soviéticos

Iba a ser juzgado por crímenes de guerra y contra la humanidad en los Juicios de Tokio por el TIPLE (Tribunal Penal Militar Internacional para el Lejano Oriente) -el equivalente a los Juicios de Nuremberg en el frente del Pacífico-…

Pero Ishii negoció con militares de alto rango del ejército estadounidense su inmunidad y la de su gente a cambio de facilitarles todos los datos y conclusiones de los experimentos con humanos que había realizado

No es justificable, pero hay que pensar que ya se estaba en un contexto de Guerra Fría y los americanos preferían tener esta información a que cayera en manos de los soviéticos

Solo 6 miembros del Escuadrón 731 (oficiales de bajo rango) de los 12 que fueron detenidos por los soviéticos y juzgados en Jabárovsk en 1949 fueron condenados a penas de entre 2 y 25 años en campos de trabajo forzoso.
Los americanos lo calificaron de “propaganda comunista”

Absolutamente todos los demás (detenidos por los norteamericanos) salieron “de rositas” pese a la oposición soviética. Pero estos no podían hacer nada porque residían en la zona administrada por los yanquis

Tras la rendición de Japón, Estados Unidos pasó a tener control de los archivos militares del país asiático durante nueve años. Tiempo en el que aprovechó para obtener toda la información habida y por haber

En los juicios de Tokio se alegó que no existían pruebas* suficientes para sostener una acusación en contra de Ishii y de su Escuadrón 731. *Es cierto que gran parte de las pruebas/testimonios se supieron en los 80’s, pero había pruebas de sobra

Como dato, el Dr. Edwin Hill uno de los jefes médicos del ejército norteamericano escribió a Douglas MacArthur comandante supremo aliado en el Frente del Pacífico: ⤵️

“ [… la información de Ishii es absolutamente inestimable […] jamás podría haberse obtenido en los EE.UU. por los escrúpulos de experimentar con humanos […] la podemos tener con un costo muy bajo […]”

En 1948 Ishii ya estaba haciendo una vida normal, incluso siendo protegido (al igual que sus hombres). Se convirtió al cristianismo y abrió en Tokio una clínica médica de atención gratuita.
Falleció de cáncer de garganta en 1959 a los 67 años

Durante esos años incluso se llegaron a publicar (por terceros) varios artículos en revistas médicas que estaban basados en los atroces experimentos de Ishii y en los datos obtenidos en ellos

Aquí aparecen las teorías de la conspiración… algunos historiadores dicen que desde 1948 hasta 1959 hizo viajes y estancias en Maryland para investigar para los americanos en armas biológicas y químicas

En la década de 1980 y gracias a diferentes testimonios, fundamentalmente un componente del Escuadrón 731 (el médico militar Yoshio Shinozuka) que pidió perdón y contó las atrocidades practicadas, la opinión pública empezó a hacerse eco de lo ocurrido a través de la prensa

"Eran troncos para nosotros […] no eran humanos, eran enemigos, conspiradores, espías, etc. […] así que ya estaban muertos. Nosotros los matábamos por segunda vez […] Decíamos que habíamos cortado un tronco, luego dos troncos... […] " dijo Shinozuka en sus declaraciones

En 1997 declaró en un juicio de 180 familias de víctimas chinas contra el Estado japonés. En 2005, la Corte Suprema de Japón reconocía las atrocidades del pasado, aunque denegaba la compensación económica (se habían solicitado diez millones de yenes para cada uno)

Se estima que entre 1936 y 1945, en el marco de estos “programas”, unas 12.000 personas -la mayoría chinos, pero también rusos, coreanos, mogoles o del sudeste asiático- fueron víctimas directas de estos crueles experimentos

Las armas químicas preparadas por Ishii y su Escuadrón 731 fueron esparcidas por Japón en varias ciudades chinas desde 1942 utilizándose los métodos que él mismo había probado y diseñado en su infernal laboratorio

Se lanzaron bombas de bacilos y pulgas para esparcir la peste, se contaminaron provisiones, cultivos y embalses, e incluso se repartió entre los civiles ropa y comida infectada. ¡¡¡Se calcula que las víctimas mortales fueron unas 600.000!!!

Las repercusiones de lo que hizo Ishii se han extendido en el tiempo… En agosto del 2003 fueron hospitalizadas 29 personas después de que una obra de Heilongjiang se desenterraran accidentalmente unos proyectiles diseñados por el Escuadrón 731 “rellenos” de peste neumónica

Hoy en día, la herida en China sigue sin cicatrizar e incluso es motivo de controversia habitual con sus vecinos japoneses. Por otro lado, buena parte de las instalaciones de la infame unidad han sido habilitadas como complejo museístico al modelo de Auschwitz

Hay un comic de 2010 de Paul-Yanic Laquerre, Song Yang y Pastor titulado “Maruta 454” que cuenta la historia real de Ziyang Wang un prisionero chino que logró escapar con otros 11 reclusos de la Fortaleza Zhongma

Si alguien quiere saber más del tema y "tiene estómago", os recomiendo el libro “Ishii Shiro: Josef Mengele of the East” de Jenny Chan. Está en inglés, desconozco si hay versión en castellano

El “Mengele Japonés” como hoy en día es conocido por muchos Shirō Ishii, no pago por los crímenes cometidos, pero que la difusión de estos hechos no caiga en saco roto y nos ilumine para que nada parecido se repita

Nota: Algunas de las imágenes del hilo son reales, otras son alegóricas y otras extraídas del museo del Escuadrón 731

Perdón por la longitud del hilo y por la crudeza de este.

Gracias por la atención hasta el final