Esta semana estuvimos con @eleorabinovich y nuestros hijos en las colonias judías de #EntreRíos. Un recorrido muy conmovedor sobre la historia de los primeros inmigrantes rusos en el país. Comparto acá algunas fotos del viaje y algo de la historia de los gauchos judíos.
Escapaban de los pogroms. Un filántropo, el barón Moritz Hirsch, financió desde 1892 un enorme programa para que vinieran al país. Les daban algo de tierra, pagadera en 20 años, y herramientas. Las ciudades de Basavilbaso, Domínguez y Clara guardan la memoria de esta inmigración.
Después de largas semanas en barco, los futuros colonos llegaban a estaciones de tren rodeadas de puros yuyos. En Domínguez los esperaba este hotel para inmigrantes. Mujeres y chicos se quedaban ahí mientras los hombres levantaban sus primeras casas en el medio de la nada
Después construían tres cosas: templo, escuela y biblioteca. Este es el primer shil, de 1895. Todavía tiene sus elementos rituales: shofar (instrumento de viento con cuerno de carnero), jupá (toldo para casamientos) y menorá (candelabro).
En 1900, el 65 por ciento de los judíos del país vivía en Entre Ríos. Se calcula que a la provincia llegaron unos 10 mil. Este es uno de sus cementerios, cerca de Basavilbaso. También hubo colonias en Buenos Aires, Santa Fe, Córdoba, La Pampa y Santiago del Estero.
Villa Clara fue de las más grandes, como Moises Ville en Santa Fe. Cuando el programa de colonización evidenció fallas, que parece que las hubo y mucho, los colonos fundaron cooperativas. Acá la Mutual, el almacén de los Groisman y una sinagoga preciosa
Ya casi no quedan judíos en la región. En Clara también está el último shule. Tiene una sola maestra, la morá Patricia, que fue nuestra guía. Enseña hebreo a seis chicos de distintas edades, todos en esta misma aula.
En las colonias circulaban libros en ídish de todos los temas, desde clásicos hasta el Martín Fierro. Hoy están en esta vieja farmacia que funciona como biblioteca, museo y archivo en Domínguez.
La historia de estas colonias es la de nuestros antepasados y la de un proyecto de país. En Rusia, los gauchos judíos tenían otros oficios. Acá aprendieron a trabajar la tierra. Se unieron a otras colectividades, forjaron la Argentina y sembraron nuestras tradiciones
Fin del hilo con una canción un poco triste. Jevel Katz, un tanguero judío de los años 40, canta sobre Basavilvaso. En idish, el idioma diario de los colonos. "Shteitele di main”, dice. Significa "pueblito mío".
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