Thread by @EmilioTejera1

El protagonista de esta historia se presentó ante los militares diciendo: “Soy mago, capaz de cualquier cosa. Si quieren que ponga una imagen de Hitler en el baño a miles de metros de altura, puedo”. Pero hizo cosas más espectaculares aún, en este relato de engaños y artificios👇

Ésta es la narración de un hombre que desplegó los mejores efectos para derrotar al enemigo durante la 2ª Guerra Mundial, empleando artimañas… aunque su mayor argucia fue crear una ilusión que jamás existió.
Con ustedes, EL MAGO DE LA GUERRA. Atención al 🧵, que tiene truco

El protagonista de esta historia es Jasper Maskelyne, mago y descendiente de una afamada estirpe de magos, entre otros su abuelo (ese señor del bigote tan pintón de la izquierda), aunque también había científicos.
A la derecha, nuestro querido amigo, sonriente en todas las fotos

Cuando estalla la Segunda Guerra Mundial, a Maskelyne no le viene bien. Entre otras cosas, porque los teatros donde actúa se vacían. Pero también, porque como británico estaba preocupado por el curso de la guerra, así que se alista.

De hecho, cuenta en sus diarios (en los que nos basaremos) cómo en una conversación con el profesor Frederick Alexander Lindemann, asesor para asuntos científicos de Churchill, le dijo:<<Denme libertad y no habrá límites para los efectos que puedo crear en el campo de batalla>>

"Puedo crear cañones donde no los hay y hacer que disparos fantasmas crucen el mar. Puedo colocar un ejército entero en el terreno, o aviones invisibles". Y añade algo parecido a: “Si quieren que coloque una imagen de Hitler en el baño a miles de metros de altura, puedo hacerlo”

Maskelyne es destinado al cuerpo de ingenieros, donde aprende las reglas básicas del camuflaje. Maskelyne se aburría, aduciendo que una vida en los escenarios le había enseñado más sobre este arte que cualquier lección que los militares pudieran impartirle.

Aunque en este punto, por lo visto, las versiones difieren. Por lo visto, sus instructores estaban más preocupados acerca de la aparente incapacidad de Maskelyne por disfrazar un bloque de cemento de cara al enemigo

Hay que entender que a Maskelyne, que había hecho espectáculos por toda Europa, y había salido en una película de la mítica Pathé, con ese aspecto de galán que le hacía cosechar aplausos, le frustraban aquellas tareas tan rutinarias:

De hecho, sus superiores le destinan a entretener a las tropas con sus trucos de salón.
Pero es entonces cuando la historia de Maskelyne empieza a cambiar.

Maskelyne cuenta cómo le destinan a Egipto a las órdenes del general Archibald Wavell, el cual había creado un cuerpo, la Fuerza A, con el objetivo de intensificar las actividades de camuflaje contra el ejército de Korps de Rommel en el Norte de África

Al mando pone al bridagier Clarke, quien le pide a Maskelyne que reclute a unos cuantos hombres de confianza para trabajar con él en un grupo. Maskelyne escoge a un carpintero, un viñetista, un pintor al óleo y un par de soldados todoterreno. Acaba de nacer “la cuadrilla Mágica”.

La primera labor de la cuadrilla fue la de esconder 200 tanques que habían llegado al puerto de Alejandría. Para ello, colocaron un lienzo por encima que haría que, desde el aire, pareciera un camión.

El lienzo se sostendría por una estructura de madera plegable, ligera y fácil de transportar, pues podrían colocarse muchas de ellas en un camión de verdad para llevarlas a donde fuera preciso

Para disfrazar cualquier cosa, siempre hace falta pintura. Pero las cantidades de pintura que requería el equipo eran ingentes, y escaseaban por culpa de la guerra. ¿Cómo conseguir entonces los tonos marrones que la Cuadrilla necesitaba? Necesitaban una solución genial

Después de unas pruebas, Maskelyne y sus hombres determinaron que lo que mejor obtenía el color adecuado era… excremento de camello, mezclada con salsa Worcester. A partir de entonces, tuvieron gente recogiendo saquitos de caca de camello como un valioso recurso para su unidad.

Conseguido este primer paso, la primera misión de envergadura es camuflar el puerto de Alejandría para que los aviones alemanes no lo bombardeen por la noche. Sin embargo, los hombres de Maskelye dicen que demasiado grande para esconderlo. ¿Qué idea se les ocurre? Construir otro

Así que, por las noches, mientras el puerto de Alejandría se sumerge en la oscuridad, a pocos km se alza un nuevo puerto. Sólo que éste es falso. Las estructuras son de cartón-piedra; la flota de buques es falsa. Lo único auténtico son los focos de luz que imitan al original

Los bombarderos alemanes, al sobrevolar sobre el puerto de Alejandría real, se encuentran con que, de acuerdo a su ubicación, debería de haber algo… que no aparece. En cambio, a poca distancia, hay destellos de luz que le indican que hay algo sólido y certero a lo que disparar.

Así que acuden al cebo falso. El truco no funcionaría eternamente (tarde o más temprano algún avión de reconocimiento se daría cuenta de que no podían reconstruir el puerto tan rápido), pero sí lo suficiente para dar tiempo a los británicos a reforzar las defensas del puerto real

Como aquello funcionó, a Maskelyne le encargaron otra misión: la de esconder el canal de Suez los aviones que sobrevolaban el cielo durante la noche. Claro que esta vez no valdría con el truco del canal falso, así que al grupo del mago se le ocurrió otra idea.

En lugar de tratar de invisibilizar el canal a los ojos alemanes, harían lo contrario: a fuerza de luz, les cegarían.

Dicho y hecho, grandes reflectores de luz fueron instalados, de tal modo que, aunque los bombardeos sabían que el canal estaba debajo, no podían apuntar bien. En muchos sentidos, los pilotos alemanes se sentían… atascados.

Mientras tanto, la Cuadrilla Mágica de Maskelyne era ya un pequeño ejército, y contaban con unas amplias instalaciones donde preparar sus trucos que se denominó el Valle Mágico.

Entre muchos de los nativos, circulaban leyendas supersticiosas sobre que el valle estaba encantado y no querían acercarse a él, favoreciendo el secretismo. En cambio, otros se presentaban allí a diario para pedir que los hechiceros les curaran sus dolencias de manera milagrosa

Las hazañas de Maskelyne son novelescas: para convencer a un líder local de que les apoye, Maskelyne se enfrenta a un mago egipcio equipado con su sabiduría milenaria… sólo para que Maskelyne descubra que los trucos que emplea son muy parecidos a los suyos.

Otra historia narra cómo, durante una representación mágica en el palacio del rey Farouk, Maskelyne aprovecha un número de desaparición para colarse en el palacio y buscar un transmisor; cuando ya iban a movilizar a los soldados en su busca, el mago reaparece en el último minuto

Con todo, el mayor logro de Maskelyne tuvo lugar en relación a una batalla en la que él no participó. La ofensiva de El Alamein, crucial para la guerra, estaba cerca, pero el ejército británico no quería que el astuto mariscal Rommel supiera por dónde se movían sus tropas.

Claro que hay matizaciones que hacer. Por ejemplo, que no fue sólo en esta parte del mundo donde se desplegaron trucos para confundir a los nazis. Un excelente blog nos contaba cómo otros desarrollaban estas mismas actividades en el frente en Europa: labrujulaverde.com/2015/05/el-eje…

De hecho @PedroTorrijos, en su descripción de diversos Territorios improbables (gran libro), nos contaba cómo se camuflan edificios que, en vez de decenas de metros, tienen sólo unos pocos, ya que lo importante es lo que se pueda ver a kilómetros de altura

@PedroTorrijos Claro que, meditando sobre Maskelyne, y los trucos, y la magia, una mente desconfiada se preguntaría… ¿fue realmente así como nos lo cuentan?

Vamos a volver atrás. Vamos a volver a este tuit.

@PedroTorrijos Todos conocéis estas historias, ¿no? Esos relatos en las que nos están contando algo y, de repente, hay una bifurcación. Un momento en que las cosas podrían haber sido distintas.

@PedroTorrijos Algunas ficciones tratan de disfrazarlo con un sueño. Otros nos dejan pistas para que nos demos cuenta de que nos encontramos bajo un engaño. En el caso de la película "F for Fake", de Orson Welles, él nos tiende un truco para caer en su red de embustes

@PedroTorrijos Es la base de los trucos de los magos: la distracción.

@PedroTorrijos Ahora imaginemos que, en este tuit ha pasado algo distinto. Imaginemos que a Maskelyne le destinan a Egipto, pero no le hacen ningún caso. Que su labor en la guerra es simplemente marginal.

@PedroTorrijos Imaginemos que un Maskelyne impotente quiere creer que ejerce un papel en el curso de la guerra. Imaginemos un Maskelyne que, tras la contienda, decide redactar unos diarios donde reescriba su rol. Como una especie de barón Munchausen que necesita una justificación para él mismo

@PedroTorrijos Imaginemos más. Pensemos en el personaje del brigadier Clarke. Sabe que cuenta con un ilusionista famoso en sus filas. La guerra se basa en el engaño. Y también en la paranoia. Sabe que hay espías en todas partes. ¿Qué le importa a Clarke quién se lleve los méritos de la guerra?

@PedroTorrijos Es más: ¿prefiere que el enemigo se centre en los ingenieros que están llevando a cabo los procesos, o que se fije en la rutilante figura del mago? Y, por otra parte, ¿la presencia de Maskelyne no el mejor truco publicitario para solicitar dinero a sus superiores?

@PedroTorrijos Al fin y al cabo, la historia del “mago de la guerra” es tan cautivadora que ha atraído a muchos de los que se han acercado a ella. Así que… ¿por qué no se iba a emplear, desde el principio, en el truco más antiguo de todos, que es pedir financiación?

@PedroTorrijos Lo cierto es que nadie sabe si las historias de Maskelyne son reales. Él las contó en sus diarios. Se han reproducido en multitud de artículos. David Fisher lo noveló en “El mago de la guerra”, y lleva muchos años planteándose como película con grandes nombres en cartel

@PedroTorrijos Nadie lo sabe. La ventaja (o infortunio) de Maskelyne es que los archivos relacionados se encuentran clausurados hasta 2046. Sólo entonces se podrán sacar a la luz y descubriremos si el mago decía la verdad… o, si en cambio, su mayor truco fue vendernos una falsa biografía.

@PedroTorrijos Pues, ¿no es este, al fin y al cabo, el truco primero y fundamental de los magos: que consigamos aceptar que realmente lo son?

@PedroTorrijos Después de la guerra, Maskelyne se dedicó a otras cosas. Formó parte de asociaciones de magos, se mudó a Kenia y allí, por lo visto, trabajó contra el ejército británico contra la rebelión Mau-mau.

@PedroTorrijos Quizás imitó a Houdin, el padre de la magia moderna que inspiró a Houdini y que, por el ejército francés, viajó a las colonias para mostrar su magia y convencer a los nativos de que lo apoyaran. O, quizás, como tantas cosas en la vida de Maskelyne, sólo es una imagen que proyectó

@PedroTorrijos Pero quizás somos muy duros al presentar la imagen de este segundo Maskelyne, este aspirante a héroe, como un fraude, un timo. Porque, al fin y al cabo, sólo practicaba una vez más el juego que, a lo largo de toda su vida, desarrolló.

@PedroTorrijos Sí, ya sabemos: no es lo mismo hacer un truco cuando todo el mundo sabe que es lo es que tratar de aparentar que es un hecho auténtico. Pero estaba pensando en que todos, en el fondo, somos un poco magos. Todos exhibimos una parte que no es estrictamente real

@PedroTorrijos En nuestro día a día, frente a nuestros conocidos, tratando de aparentar lo que no somos. En las redes sociales, exhibiendo sólo las sonrisas y la parte bonita de la vida

@PedroTorrijos Y, por qué no, también en los hilos. A lo largo de estos meses os he estado contando historias a través de Twitter. Relatos fascinantes, sin duda, y en los que he tratado de ser lo más sincero posible; muchos, en su génesis, tenían que ver con el engaño.

@PedroTorrijos Por ejemplo, la vez que hablamos de una catedral que trataba de apentar lo que no era, de un edificio hipócrita.

@PedroTorrijos O de otro edificio que escondía dentro de sí mil claves ocultas.

@PedroTorrijos Hablábamos también de un teatro escondido

@PedroTorrijos O de un hombre cuyos engaños costaron la vida a mucha gente pero, también, sentaron las bases de la forma de escribir de muchos grandes fabuladores:

@PedroTorrijos O, en esta variedad de hilos, hablamos de la literatura en general: ese conjunto de relatos, la mayoría los cuales son ficciones, aunque en bastantes ocasiones sólo son métodos más directos para revelarnos la verdad:

@PedroTorrijos En todas estabas historias trataba de ser sincero, pero, a su vez, todo tiene una parte de teatralidad, de escenificación. De suministraros la información adecuada en el instante adecuado. De regatearos al principio la verdad, para luego revelárosla en el momento crucial.

@PedroTorrijos No me lo tengáis en cuenta: es parte del repertorio habitual que utilizamos los magos.

@PedroTorrijos El fraude, el engaño, el embuste, son una parte consustancial del género humano. Hay mentiras para hacer daño, para hacer fortuna, mentiras piadosas y, también, aquellas que algunos elaboramos para haceros la vida más entretenida, más divertida y, en definitiva, más feliz.

@PedroTorrijos Y recordad también que otras muchas historias (reales, de ficción, o que escribieron otros autores y aquí comentamos) las podéis encontrar en mi blog, otro foco de actividad incesante: emilio-tejera.blogspot.com

@PedroTorrijos Y, si aparte de leer todo esto, os apetece leer mi última incursión en la literatura infantil, y de paso dejar unos dinerillos que nos ayuden a escribir nuevas historias… por mí maravilloso, invitados estáis, y bienvenido sea:

@PedroTorrijos Pasadlo bien, vivid un verano maravilloso y… nunca dejéis de disfrutar de esos engaños que nos hacen felices. Son tan necesarios como el respirar. Nos leemos, nos miramos. Un abrazo a todos, de corazón, desde el fondo de este verano que, especialmente este año, tanto necesitamos

Perdón, este @Pedro_Torrijos. Lo siento, @PedroTorrijos, por haberte confundido :)

Y perdón al otro Pedro, claro

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