Catéter Doble Jota Profile picture
Ingeniero (MSc, PhD) e historiador especialista en #HistoriaMedicina (PhD). En ocasiones doy clases a universitarios. @cateterdoblej@med-mastodon.com

Sep 4, 2021, 50 tweets

El frío del invierno austral era brutal… Temperaturas de entre 60°C y 100°C bajo 0.
Incluso dentro de la estación con todas las máquinas de calefacción a tope había que ir abrigado.
Ese 1998 no era distinto a otros años en el Polo Sur #HilosDC7 #HistoriaMedicina 🧵⤵️

Jerri Lin Nielsen (Nielsen por su marido; Cahill de soltera) tenía por aquel entonces 46 años.
Se graduó unos años antes en el Medical College of Ohio en Toledo y había trabajado casi toda su carrera profesional como médica de emergencias

A inicios de ese 1998, vio un anunció de un interesante contrato para trabajar como médica en la estación Amundsen-Scott del Polo Sur en la Antártida. Estaba inmersa en un duro divorcio y decidió presentarse a la oferta y “cambiar de aires”.
Esa plaza que obtuvo cambió su vida…

Con muchos meses de noche, temperaturas extremas de hasta -120°C, vientos de más de 90km/h y debajo sus pies más del 90% de todo el hielo del mundo, la “Doc Holliday", como le apodaban sus compañeros por petición suya, había olvidado sus preocupaciones y allí sí era feliz

El único problema (para ella “menor”) que tenía allí, era que había desarrollado una hipertensión difícil de controlar. Algo relativamente frecuente en ese lugar por la presión barométrica.
De hecho, a otro miembro de la expedición le pasaba lo mismo

Jerri sabía de sobra que desde febrero hasta finales de octubre la estación estaba totalmente aislada.
La nieve, el hielo y los fuertes vientos impedían que llegaran ni siquiera los aviones.
En ese poco más de medio año tenían que ser autónomos para todo

Una mañana, por decir algo, porque en el exterior era una noche continua, la Dra. Nielsen se duchó y se dispuso a colocarse sus varias capas de abrigo habituales.
Fue en ese momento cuando observó en su pecho derecho un bultito que no le hizo la menor gracia…

Pasaban los días y la Dra. cada vez tenía más claro que ese bulto en el pecho podía suponer esa palabra que no quería ni mencionar.
Se le inflamaron los ganglios linfáticos debajo del brazo y tenía fuertes dolores de espalda y pecho

En ese momento, el bulto medía aproximadamente 5,5 cm. y era realmente duro.

El problema es que no tenía ni los medios ni la especialización para tener la certeza absoluta del diagnóstico

Tras unos cuantos correos electrónicos y varias consultas por teleconferencia* con especialistas en EE.UU., estos le dijeron que pensaban como ella, que parecía un tumor... pero que había que hacer una biopsia para llegar a un diagnóstico certero

*con muchas limitaciones por los medios técnicos de la época: una videocámara, un ordenador y como instrumento para ver tejidos con precisión, un microscopio de los años 1950’s

Un compañero le preguntó a Jerri
- ¿Y quién te va a realizar la biopsia?, si aquí la única médica eres tú y hasta dentro de bastante no podemos recibir ayuda del exterior...

La galena respondió con los ojos mientras sus labios permanecían cerrados

La doctora tenía claro que necesitaba un diagnóstico cuanto antes, porque en caso de ser cáncer, era imprescindible iniciar el tratamiento para tener más posibilidades de salir adelante.

Jerri Nielsen había decidido hacerse una “autobiopsia”...

Si fuera poco todo lo anterior, había un problema adicional, los medios materiales que tenían en la enfermería de la estación polar no eran adecuados para realizar una biopsia en condiciones.

Pese a ello, Jerri se puso “manos a la obra” con jeringas convencionales

Un trabajador de mantenimiento de la estación polar que ejercía como soldador y que había practicado clavando una aguja en una manzana ayudó a la Dra. a realizarse la biopsia aspirando tejido de su seno

Después de la tortura a la que se autosometió en compañía la Dra., envió los datos a EE.UU., y como todos se temían, la biopsia no era concluyente por haberse realizado con instrumental desactualizado

La National Science Foundation (NSF) perteneciente al gobierno de los EE.UU. y que gestionaba la base polar, se puso manos a la obra para poder ayudar a la Dra.

Todos sabían que actuaban contrarreloj...

Alguien en la NSF recordó que cuando unos años antes la base era militar, ahora era de investigación científica, se enviaba un avión de la Marina en pleno invierno para abastecer de suministros a los que allí se encontraban.
Esta operación dejó de realizarse por la dificultad

De hecho, el avión no podía tomar tierra (mejor dicho, hielo), porque sus esquís y combustible se congelarían rápidamente condenando a que la nave quedara allí “varada”. Lo que se había hecho anteriormente era lanzar los víveres en paracaídas sobre una zona balizada para tal fin

Al final decidieron mandar un avión miliar con los suministros médicos para que la Dra. pudiera repetirse una nueva autobiopsia.
Pero ¡cómo no!, otro problema más... la zona que antes estaba balizada para ser avistada por el avión y deja r caer su mercancía ya no existía…

Los “habitantes” de la base propusieron llenar unos barriles con combustible y prenderles fuego para que el avión pudiera divisarlos desde la altura en medio de la oscuridad del invierno polar...

Pues dicho y hecho, un avión C-141 de carga de las Fuerzas Aéreas norteamericanas partió de Christchurch en la Isla Sur de Nueva Zelanda con destino al Polo Sur

La complicadísima operación fue casi un éxito* y seis paquetes repletos de suministros, principalmente sanitarios, llegaron a la base polar y, por ende, a la Dra. Jerri Nielsen a mediados de julio de ese año

*Todos los paquetes lanzados sobrevivieron a la caída, excepto una máquina de ultrasonido Siemens que se rompió en el impacto porque su paracaídas no se desplegó.

Gracias a lo recibido, la valiente médica pudo realizarse una segunda biopsia con instrumental más adecuado

El resultado no fue otro que confirmar que padecía un agresivo cáncer de pecho y debía empezar un tratamiento hormonal y de quimioterapia a la mayor brevedad posible.

Otro problema más… ¿cómo se iba a someter a unos complejos tratamientos en medio de la “nada”?

En la NSF habían sido previsores y en los bultos enviados habían mandado medicación oncológica de varios tipos en previsión de los resultados.
Por suerte, de la que necesitaba Jerri también, con lo que además de haberse hecho las autobiopsias, iba a autoaplicarse la quimioterapia

Supervisados telemáticamente por la oncóloga Kathy D. Miller de la Universidad de Indiana, Jerri entrenó a dos compañeros para que le ayudaran durante las sesiones de quimioterapia y estos se convirtieron en sus “enfermeros” durante los siguientes días, semanas, meses…

Durante todo ese tiempo, la Dra. Nielsen continuó con sus deberes como médica.
Era la única sanitaria del grupo de investigación de la base polar y atendía a las 40+1 (con ella) personas que allí había

Algo más de tres meses después, el 15 de octubre aterrizaba en la base tras muchas escalas y 10 días de vuelo, un avión Hércules C-130 del Ala 109a de la Guardia Nacional de Nueva York para evacuar a la doctora a los EE.UU. y continuar con su tratamiento con más garantías

Otro miembro de la expedición polar, que había sufrido una lesión en la cadera fue también evacuado. A la vez, se quedaba un médico de reemplazo para sustituir a la Dra.

Todo esto se realizó en apenas 22 minutos

Este rescate se embarco dentro de la Operación “DeepFreeze” ("Congelador") junto con otras acciones* y se pudo realizar porque las temperaturas habían “subido” a -60°C, cuando justo la semana anterior habían alcanzado los -118°C

*Esta operación ha pasado a la historia como una de las misiones en tiempos de paz más largas de las fuerzas aéreas norteamericanas. Solo su última escala fue de 16 horas y 9.654 km. ida y vuelta desde Nueva Zelanda

La “calva" Dra. Nielsen, como ella misma decía, necesitaba pruebas, controles y tratamientos complementarios porque su vida seguía en peligro.
Además, con los efectos secundarios de la quimio (desorientación, debilidad, ...) ya no podía ayudar como médica a sus compañeros

Una vez de regreso en los Estados Unidos, después de múltiples cirugías (lumpectomías), complicaciones, una mastectomía y tratamientos de quimio y radio, la enfermedad de la Dra. Nielsen fue controlada.
Finalmente le dijeron que “estaba limpia de cáncer”

Desde ese momento la Dra., que ejerció temporalmente de nuevo, se dedicó principalmente a dar conferencias por todos los EE.UU. y se convirtió en una gurú de la motivación en la lucha contra el cáncer

Pese a tener el divorcio totalmente ya formalizado, la gente la seguía conociendo por el apellido de su exmarido, Nielsen.
Se casó en segundas nupcias con Tom Fitzgerald (pasando a ser la Dra. Fitzgerald, aunque seguía usando Nielsen)

Alcanzó una popularidad inmensa. De hecho, fue nombrada irlandesa-norteamericana (era de ascendencia irlandesa) del año en 2001 por la revista "Irish America"

Ese 2001 Jerri escribió con la ayuda de la periodista Maryanne Vollers el bestseller titulado “Ice Bound: A Doctor's Incredible Battle for Survival at the South Pole” (“La prisión de hielo” según algunas traducciones) donde contó con pelos y señales sus “aventuras”

En el año 2003 y basado en el libro, la CBS estrenó un telefilm protagonizado por Susan Sarandon llamado “Ice Bound” y cuyo título fue adaptado como “Atrapada en el hielo”

Desgraciadamente, en el año 2005 en una revisión rutinaria se descubrió que el cáncer había vuelto a “anidar” en el cuerpo de la Dra. Nielsen.
Pese a ello, seguía con su labor divulgativa que ya iba más allá de los EE.UU.

Estando enferma por segunda vez, dio conferencias motivacionales en China, Vietnam, Australia, Irlanda, Inglaterra, Sudáfrica, Polonia, etc.
Y no solo eso, viajó en cuatro ocasiones más al “Continente Blanco” donde todo había empezado

En el 2008 su caso sirvió de inspiración para un episodio de la popular serie de televisión “House”. En el capítulo llamado “Frozen” tuvieron que diagnosticar y tratar vía teleconferencia a un médica (psiquiatra) enferma en el Polo Sur

En octubre de ese 2008, justo 10 años después de haber sido rescatada de la Antártida, la Dra. Nielsen anunció publicamente que tenía metástasis en el cerebro, el hígado y los huesos, pero pese a ello siguió dando conferencias hasta marzo del 2009

Poco después dio una conferencia en la Facultad de Ohio donde ella había estudiado. Se quitó la peluca que llevaba mostrando a los estudiantes su cabeza calva y les dijo que: "La vida no acaba hasta tu último aliento […] Todos podemos hacer algo para ayudar a alguien"

El 23 de junio de ese 2009, la Dra. Jerri Lin Fitzgerald/Nielsen (1952-2009) falleció en su casa a los 57 años, habiendo estado totalmente activa hasta tres meses antes del triste desenlace

Además de por el extraordinario valor y pundonor de la Dra. y sus charlas motivadoras sobre el cáncer, su caso ha pasado a la bibliografía por ser el único de autobiopsias y autotratamiento con quimioterapia (en condiciones extremas) de la #HistoriaMedicina

Su diagnóstico y tratamiento está considerado un punto de inflexión en la telemedicina. Rama de la medicina que puede ser imprescindible en el devenir de esta ciencia en años futuros

El caso de la Dra. Nielsen tiene muchas similitudes con el del Dr. Leonid Ivánovich Rógozov (1934-2000) que se practicó una autoapendicectomía.

Os recuerdo la historia que ya os conté 🧵⤵️

Para más información sobre esta historia:
➡️ bmj.com/content/322/72…
➡️ bmj.com/content/339/bm…
➡️ nature.com/articles/nm040…
➡️ journalofethics.ama-assn.org/article/teleme…
🌟Y por supuesto, el libro de la Dra. Nielsen goodreads.com/book/show/5699…

Espero os haya resultado interesante la historia #muchasgracias 🙏🙏

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