Diego Golombek Profile picture
Biologo. Investigador / Researcher at CONICET. Profesor UdeSA y Universidad Nacional de Quilmes.

Sep 12, 2021, 11 tweets

Mientras esperamos los resultados de las elecciones primarias, vale la pena recordar al otro gran acontecimiento de la semana: los premios Ignobel, aquellos que reconocen hechos e investigaciones que primero te hacen reír y luego pensar…

El premio IgNobel en transporte fue para Robin Radcliffe (Univ Cornell) quien investigó si la salud de los rinocerontes era afectada por estar colgando patas debajo de un helicóptero. Trasladaron 12 rinocerontes en Naimibia y parece ser que esta es la mejor posición para hacerlo.

El premio en Biología fue para Susanne Schötz, Robert Eklund y Joost van de Weijer (Univ. Lund, Suecia), por una serie de trabajos en los que analizan la comunicación entre humanos y gatos (maullidos, murmullos, chistidos, ronroneos y demás).

Leila Satari et al. (Univ. De Valencia): premio en Ecología al estudiar el fascinante microbioma (diferentes especies de bacterias) en el chicle que se tira a la calle en distintos países. Según los autores, es fundamental para ciencia forense, infectología y biorremediación.

Una colaboración entre Alemania, UK, N. Zelandia, Grecia, Chipre y Austria obtuvo el IgNobel en Química por demostrar que los olores que genera público en un cine son indicadores del nivel de violencia, sexo, uso de drogas y lenguaje de la película que están viendo.

El premio en Medicina fue para una maravillosa investigación que demuestra que los orgasmos son un excelente tratamiento descongestivo y mejoran la respiración nasal.

Atención al premio Ignobel de la Paz al grupo de la Unv de Utah (EEUU) que propuso que los machos humanos desarrollaron barbas para protegerse de los golpes en la cara (la famosa “evolución pugilística para la evolución del pelo facial”).

Otro grupo internacional obtuvo el IgNobel en Física que modelizó y experimentó sobre el relevante hecho de que los peatones no andan chocándose unos con otros todo el tiempo.

Por el contrario, el premio IgNobel en Cinética celebró la investigación por la cual a veces los peatones sí chocan entre sí… aunque pueden anticiparse y organizarse para no hacerlo.

Finalmente, el premio IgNobel en Entomología es fascinante y extremadamente útil: un método (originalmente propuesto en 1971) con insecticidas para controlar la presencia de cucarachas en los submarinos.

Como siempre, durante la ceremonia hubo una mini-ópera ingenieril, conferencias de 24 segundos y de 7 palabras, aviones de papel y premios Nobel de verdad recordándonos lo sano que es que la ciencia se ría de sí misma.

vimeo.com/599769861

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