#SiGustanCafé, bienvenidos sean a la mesa.
Mucho se habla que si Juan Escutia, que si Vicente Suárez y que si los Niños Héroes son un mito gubernamental para enaltecer el amor a la Patria y a sus atarantados hijos. O no. A saber, los Niños Héroes inmortalizados son seis, pero...
Poco se habla de otro de ellos. La historia lo ha pintado como un traidor y pocas veces se menciona su nombre como héroe, pero Miguel Miramón fue uno de los cadetes que se encontraba en el Castillo de Chapultepec durante el ataque de los norteamericanos a México, por lo que
es considerado el “séptimo Niño Héroe”.
En 1846, Miramón ingresó al Colegio Militar y con tan solo 15 años, formó parte de los CIENTOS de jóvenes que enfrentaron a los estadounidenses, en un acto de valentía enorme, ya que como como cadetes no estaban obligados a participar.
En el Castillo quedaban 50 cadetes los cuales fueron llamados a abandonar el lugar y bajar para ponerse a salvo, pero algunos de ellos tomaron esto como un acto de fuga desobedeciendo la orden y decidieron quedarse en el lugar para combatir.
Miguel Miramón formó parte del grupo de jóvenes y estuvo a punto de perder la vida: luchó herido del rostro, frente a frente, con un soldado estadounidense que lo hirió una vez más con su bayoneta. Sin embargo, la intervención de otro soldado enemigo fue lo que lo salvó.
La esposa de Miramón, Concepción Lombardo señalaba en sus memorias que el norteamericano “se sorprendió por la valentía, serenidad y firmeza” por lo que tan solo lo tomaron como prisionero.
Así fue como el destino de Miguel Miramón tomó un rumbo muy distinto al de los conocidos Niños Héroes, pues se convirtió en General a los 24 años y fue el presidente más joven de México a sus 26 años.
Y que chingue a su madre @lopezobrador_
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