Philibert De L'Orme ilustró en dos grabados su postura acerca de lo que es ser un buen arquitecto....y un mal arquitecto
el mal Arquitecto era ciego, manco y vivia en una tierra arrasada, donde solo habia un castillo medieval (y muerte alrededor)
Un buen Arquitecto, para De L´Orme en cambio, tenia muchas manos (habilidad!), se dedicaba a compartir su conocimiento y estaba rodeado de edificios bellos y clásicos en una tierra abundante y fertil.
Un detalle lindo que destacan los historiadores es el olmo, al que atribuyen el origen de los ordenes clasicos y cierto juego de palabras con las palabras hombre (homme), olmo (orme) y obviamente el nombre del arquitecto (De L´Orme).
En otra ilustracion del libro, la columna olmo
Otro detalle importante se ve en los pies del Arquitecto: las alitas de Hermes, dios griego del comercio, del intercambio y de la metáfora.
Hermes a menudo era presentado como el mensajero de los dioses que se llevaba bien con los humanos.
Hermes representaba la relacion creativa entre las partes de un intercambio. Piensenlo en terminos de tecnologia, como lo opuesto a Prometeo. Hermes lleva y trae, pero respeta los limites.
Aqui pueden ver a Hermes en otra ilustracion de De L´Orme, sobre un arquitecto.
Aqui otra referencia, al comienzo del libro, Philibert De L´Orme sitúa a Hermes en la parte superior del frontispicio
En fin, para Phillibert De L´Orme un buen arquitecto respeta a Hermes.
FIN
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