Emilio Tejera (emilio-tejera.blogspot.com) Profile picture
Escritor por amor a primera vista, siempre con una historia en marcha. Científico apasionado por la divulgación. Hallaréis textos míos en https://t.co/xJS3Y5topL

Nov 20, 2021, 32 tweets

Hay gente a la que la humanidad hemos tratado de forma injusta.
Éste es uno de esos casos. La llamaban La Monstrua. Su imagen queda hoy en este cuadro del @museodelprado. Pero, por respeto, vamos a llamarla por su nombre: Eugenia Martínez Vallejo.
Ésta es su historia: dentro hilo

Eugenia nació en el siglo XVII una localidad de Burgos. Su madre rompió aguas mientras asistía a misa, lo cual se consideró como un excelente augurio. Así que la gente asumió que había venido al mundo con estrella y la denominaron “la bien nacida” es.wikipedia.org/wiki/B%C3%A1rc…

Eugenia nació con un apetito voraz. En aquella época, aquello no se consideraba perjudicial. Tener una talla grande, en aquella época de carestía, equivalía a buena salud. Dicen que es el motivo por el que a Rubens le gustaba tanto pintar mujeres “rellenitas”.

Sin embargo, Eugenia comenzó a aumentar de peso de manera desaforada. Al año, pesaba 25 kg, y a los 6, unos 75. La pusieron a dieta, pero no funcionó. Sus padres estaban muy preocupados. Mientras tanto, su caso se hizo famoso, y llegó hasta los oídos del rey de España, Carlos II:

Un día, alguien tocó a la puerta de la casa de los Martínez Vallejo. Preguntaban si Eugenia podía presentarse en la corte real. ¿Qué iba a decir la pobre familia frente al señor de un imperio? Su capacidad para negarse era muy limitada. Así que, por supuesto, contestaron que sí.

Eugenia pasó a formar parte de la “gente de placer” de la corte. Tranquil@s, suena peor de lo que es: se trataba de individuos que vivían en palacio (lo cual garantizaba techo y comida, no un sueldo) para entretenimiento del personal, debido a sus taras físicas o de otro tipo.

En otra palabra: eran bufones. Gente grotesca, que estaba allí para divertir al personal. A cambio, tenían la ventaja de que solían tener cierta libertad para decir lo que querían. Total, nadie les hacía caso. Cuando siempre es carnaval, el mundo deja de constituir una fiesta

Los bufones eran un acompañante común en la corte de la monarquía española, y de otros reinos de aquel tiempo. En concreto, los que orbitaron alrededor de la casa de Austria han quedado reflejados en el arte gracias al excelente pincel de Velázquez y de otros autores.

Por ejemplo, Sebastián de Morra, cuyo cuadro, también en el @museodelprado, para mí, es la más pura representación de la dignidad.

@museodelprado Hay que decir que esta diversión a base de individuos "únicos" no era propia sólo de ese lugar ni de aquel tiempo. Desde el zoo humano del emperador Montezuma hasta los gabinetes de curiosidades y circos ambulantes descritos, p. ej., en la magistral “La parada de los monstruos”.

@museodelprado Es verdad que resulta difícil juzgar bajo el prisma de nuestra época. Al fin y al cabo, en aquella sociedad tan intolerante, a estas personas no les esperaba un gran futuro; al menos en esa clase de lugares podían ganarse la vida, cosa que no podían decir muchos de sus coetáneos.

@museodelprado Sin embargo, cuando uno piensa que, por ejemplo, en las primeras exposiciones universales (o en el parque del Retiro en Madrid, como parte de una exhibición) se han expuesto a nativos como si fueran animales en un zoo, se te revuelven las tripas: revistadearte.com/2017/07/18/exp…

@museodelprado Es interesante destacar que la mayor parte de los bufones de los que disponemos información son hombres. Este post se ha dedicado a pasar revista a los casos conocidos de mujeres, incluyendo damas con problemas físicos, mentales o hasta acróbatas de circo: labrujulaverde.com/2019/11/jane-f…

@museodelprado Pero volvamos a Eugenia. Ahí la teníamos, entreteniendo a las damas de la corte, que disfrutaban comparando la finura de sus manos con las rudas proporciones de aquella mujer.
Hay que tener en cuenta que el rey que les gobernaba a todos entonces, Carlos II, no era ninguna belleza

@museodelprado Durante aquel tiempo, el pintor Juan Carreño de Miranda le hace dos retratos. Una (casi) desnuda y otra vestida. Como la Maja de Goya, pero esta vez no es nadie íntimamente ligada al poder, ni a las clases altas. Sólo una pobre muchacha que nació con mala estrella.

@museodelprado Así podríamos titular a este hilo: LA MAJA QUE NO PINTÓ GOYA. Y lo que realmente me ha hechizado es descubrir sus miradas. Por eso os decía que vamos a tratar de desentrañar -citando a las estupendas película y libro- el secreto de sus ojos.

@museodelprado En la desnuda, se transmite una sensación de miedo, de niña demasiado pequeña que tiembla porque no sabe lo que está pasando. Hay que decir que esta imagen impresiona pues, a pesar de que los cuadros de “bufones” del Prado son relativamente conocidos...

@museodelprado ... éste no se ha hecho tan famoso, y es uno de los pocos que exhiben un modelo desnudo. ¿Una vejación adicional?¿Influyó en ello el hecho de ser mujer?¿O tal vez que era joven, influenciable, y que no se podía defender?

@museodelprado En la versión vestida, sigue habiendo recelo, aunque tal vez menor. Hay más bien una mezcla de temor y esperanza, como en una súplica que -ella espera- sea correspondida.

@museodelprado En cierta medida, me recuerda a una frase que se atribuye a Marilyn Monroe mientras un periodista le hacía un reportaje. La actriz, que siempre buscó aumentar su cultura y salir de la imagen estereotipada que transmitía en sus films, le rogó: “No me pinte como una mujer rídicula”

@museodelprado Ambas imágenes tienen en común una mirada muy expresiva por parte de esos ojos, los cuales esconden, como mínimo, 2 secretos. Por un lado, qué debía de estar pensando, cosa que sólo podemos suponer, y que nunca sabremos a ciencia cierta. Como la Maja de Goya, por otra parte.


@museodelprado Por otra, quizás la verdad de su condición: esos ojos característicamente “rasgados”, ¿revelan algo del mal que la afectaba?

@museodelprado Lo cierto es que desconocemos qué enfermedad aquejaba a la pobre Eugenia. Sin duda tenía una obesidad mórbida; ahora, ¿cuál era la causa primera? Varios médicos, incluyendo el famoso Gregorio Marañón, han apuntado teorías: síndrome de Cushing o Prader-Willi entre otros.

@museodelprado Pero la verdad, como de los otros secretos que atesoraba Eugenia, quedó enterrada con ella para siempre. Es una de tantas cosas que ahora son imposibles de rescatar.

@museodelprado Tampoco tenemos mucha idea acerca de cómo fue su vida en palacio. Solamente que murió a los 25 años de un infarto. A ella le pasó como a la figura del bufón de corte: desapareció en la noche de los tiempos y se corrió un tupido velo, intentando aparentar que nunca había existido.

@museodelprado Aparte de los cuadros del Prado, no tenemos más imágenes de ella. Hace poco, el ayuntamiento de Avilés, patria chica de Juan Carreño, quiso homenajear al pintor con esta escultura, que rememora una de sus mejores obras. Aunque quizás a quien rendían tributo era a Eugenia Martínez

@museodelprado Nuestra protagonista, hoy día, quizás hubiera sido tratada de su enfermedad. Pero, en el caso de que no hubiera sido así, quiero pensar que su vida hubiera sido distinta. Que hubiera sido tratada con mayor respeto. Hoy podría ser modelo de tallas grandes, o lo que hubiera querido

@museodelprado Aunque, quién sabe: los casos de bullying, en un contexto u otro, siguen dándose en nuestros días. ¿De verdad hemos evolucionado tanto?¿Los ojos de Eugenia, cuando nos apuntan, señalan qué actitudes deberíamos replantearnos también nosotros?

@museodelprado El tema de este hilo es difícil de clasificar. Podemos decir que es de historia, pero también de arte o medicina. Si os interesan esta clase de asuntos (u otros, como los relacionados con la ciencia o la literatura), aquí unos hilos que os pueden gustar:

@museodelprado Y, como detalle: salvo en el primer tuit, no hemos querido llamar a Eugenia "Monstrua". Como sabéis los que me seguís, yo en los únicos "monztruos" en los que creo son éstos, muy simpáticos y adorables, y de los que tampoco nos importa su aspecto físico: bit.ly/2SXh4fw

@museodelprado Pasadlo bien, visitad mucho @museodelprado y otros museos, y recordad: detrás de los ojos de toda persona retratada en un cuadro, hay una historia. Siempre está deseando contárnosla y, en muchas ocasiones, está a nuestro alcance. Espero que las encontréis.

Nos leemos.

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