(2.ª parte)
15/30 Damos un salto en el tiempo hasta febrero de 1937: Juan Deportista ─seudónimo del cronista deportivo Alberto Martín Fernández─, en su “paseo” por la Ciudad Universitaria menciona la gruta con la imagen de la Virgen en su interior.
16/30 Como vemos, el cronista metido a reportero dice que el ejército rebelde libró a la «Virgen de piedra (...) de los cascotes y las pintarrajeaduras». Esto no quiere decir que legionarios y regulares resguardaran la imagen en la gruta. Ya estaba en el interior. Así lo creo yo.
17/30 Y lo creo por tres motivos: 1) En el vuelo fotográfico (1927-29) no hay rastro del monumento en medio de la plazoleta. Lo que se ve en la zona son las sombras de los árboles frutales de gran porte. 2) En el parcelario de 1929 tampoco aparece señalizado ningún monumento.
18/30 Y 3) Encastrar la imagen en la rocalla solo se pudo hacer colocando aquella primero y después las piedras. Me cuesta imaginar a legionarios y regulares haciendo dicha labor por pura lógica: ¿cómo proveerse de dicho material en primera línea del frente?
19/30 Mantengo, pues, que las tropas rebeldes se encontraron la imagen de la Virgen encastrada dentro de la gruta. También mantengo que gruta y virgen fueron irrelevantes incluso para los capellanes Urra y Caballero que estuvieron en el frente de la Ciudad Universitaria.
20/30 En los diarios de ambos no hay ninguna mención a la gruta y a la Virgen. El páter Urra, cuando llegó al asilo con los requetés, sí alude al buen estado de la capilla y «las imágenes [del retablo] puestas ordenadamente en la sacristía junto con las vestiduras sagradas» (1).
21/30 Al término de la Guerra Civil se derribaron las ruinas del Asilo de Santa Cristina y de los del institutos Rubio y del Cáncer. El solar se rellenaría con sus escombros ─aún afloran en diversos puntos─ y se repoblaría con pinos dando lugar al parque de la Virgen Blanca.
22/30 La gruta y la Virgen permanecieron en medio de un solar totalmente destruido, entre trincheras, zanjas, sendas, desmontes y terraplenes. (Fotografía gentileza de J. M. Pérez Córdoba “Pepcor”).
23/30 El Hospital Clínico fue reconstruido y, alrededor de la gruta se levantaron los edificios del museo de América, el Instituto de Cultura Hispánica (AECID) y la Escuela de Ingenieros Navales.
24/30 La gruta siguió varios años más en su lugar, solitaria, protegida por una alambrada. (Las fotos proceden de Facebook. Perdón por no haber apuntado quién las puso y la procedencia de las mismas).
25/30 En el Archivo Regional hay una fotografía muy entrañable cedida por un particular. Cuatro niños fotografiados delante de la Virgen. Se la ve pequeña: 1,35 m, según la web de monumentamadrid. Tenía y tiene la nariz desconchada.
26/30 La superiora de las Hijas de la Caridad del Clínico solicitó al ministerio de Educación le fuera entregada la imagen de mármol de la Virgen para colocarla ─desplazada unos metros─ en un monumento mariano (2).
27/30 Si miramos a la Virgen de perfil da la impresión de que la espalda es un añadido. Los escasos pliegues de la parte trasera de la túnica lo confirmarían. La cicatriz vertical es la huella que quedó tras haber estado tantos años encastrada en la rocalla.
28/30 ¿Quién realizó la escultura? Se ignora. ¿Podría ser obra de alguno de los canteros asilados? Sí. O no. ¿Cuándo se esculpió? No se sabe. Mediante termoluminiscencia se sabría su antigüedad aproximada.
29/30 Para mí, y es una opinión personal, la imagen de la Virgen quedó descontextualizada en su templete, lo suyo habría sido mantener la gruta protegida con una bonita verja de hierro alrededor.
Muchas gracias por leerme, vuestros “likes” y retuits.
30/30
(1) Juan Urra: En las trincheras del frente de Madrid, 1961.
(2) Miguel Fernández de Sevilla Morales: Historia jurídico-administrativa de la Ciudad Universitaria de Madrid. Internet.
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