Te has imaginado muchas veces a Vlad Tepes como vampiro, pero nunca te lo has imaginado como todo lo contrario.
Atención que viene una historia de ángeles, poetas, legiones infernales y, por supuesto, vampiros.
La historia de VLAD TEPES, CAZADOR DE VAMPIROS 👇
En 1875, doce años antes de que se publicase «Drácula», de Bram Stoker, se publicó un poema en Rumanía.
Su título era «Tiganiada» que, traducido a veces como Gitanomaquia, llevaba a confusión, porque se trataba de un poema épico centrado en la figura de Vlad Tepes.
Pese a su publicación en 1875, en realidad se escribió a finales del siglo XVIII, mucho antes de que Stoker pusiese un pie en este mundo.
El autor de Tiganiada fue Ioan Budai-Deleanu, un filólogo, historiador y poeta rumano nacido en 1760 en el oeste de Transilvania.
Esa zona pertenecía en ese momento al imperio austro-húngaro, y la actual Rumanía se repartía entre ese imperio y el otomano.
Deleanu estudió en Viena, hizo su doctorado en Baviera y se asentó en Leópolis (actual Ucrania).
En ese trasiego, Deleanu comenzó a darle vueltas a una idea: la unificación, bajo el cetro de los Habsburgo, de los territorios que consideraba rumanos.
Para ello, quiso poner su granito de arena escribiendo sobre un héroe, el héroe rumano más importante de todos.
Comenzó a investigar en archivos con documentos en alemán, latín, griego y lenguas eslavas...
... y se dio cuenta de que la figura perfecta para su objetivo era la de Vlad III, príncipe de Valaquia.
Vlad Drăculea.
Sin embargo, en los documentos en alemán se encontraba con una visión muy negativa del personaje y un abuso del apodo «Drácula».
Por eso optó por el apoyo “El Empalador”, usado por los turcos pero adoptado por los propios rumanos.
Tras su investigación, comenzó a escribir su obra.
Pero no era un ensayo, sino un poema. Un poema épico para dignificar a Vlad y presentarlo como el héroe nacional rumano.
Para ello, escenificaba a un Vlad que se enfrentaba a los turcos, boyardos e incluso a las legiones de Satanás.
Y lo hacía al frente de un ejército de gitanos esclavos (de ahí el título) y de ángeles.
El mal contra el bien de toda la vida.
Pero, además, entre los enemigos de Vlad, había unas criaturas típicas de la mitología eslava, los strigoi, similares a los vampiros que ahora consideramos "de toda la vida".
No solo Vlad no era un vampiro, sino que luchaba contra ellos, ya que se encontraban entre las legiones infernales.
Así que antes de que Stoker lo utilizase para sus fines vampíricos ya existía...
VLAD, CAZADOR DE VAMPIROS.
Y no, no estamos hablando de este cazador de vampiros
Deleanu contraponía así el Vlad que presentaban los relatos alemanes y la futura novela de Stoker al suyo propio.
Y llegó en un buen momento.
Precisamente la explosión nacionalista del siglo XIX llevó a los historiadores rumanos a justificar las acciones más crueles de Vlad y elevarlo a los pedestales más heroicos.
[imagen: Vlad el Empalador y los enviados turcos, de Theodor Aman]
No fue Deleanu el único en escribir sobre Vlad, ya que consideraron la literatura la mejor manera de impulsar su figura.
En 1863 Dimitrie Bolintineanu publicó una novela histórica sobre la vida de Vlad. Ya os podéis imaginar el tonito que le dio a la obra.
Y Mihai Eminescu, uno de los poetas más importantes rumanos, le dedicó una estrofa a Vlad en la que pedía que saliera de la tumba para salvar a la nación rumana de la decadencia.
Os dejamos foto del señor para regalaros los ojos.
Los autores rumanos respondían con una visión gloriosa a la literatura anterior, sobre todo germana, que destacaba y exageraba la crueldad de Vlad.
Para unos un gran villano; para otros un héroe nacional que serviría para unir a los rumanos.
Como hemos dicho, Deleneau y el resto publicaron en una época en la que la utilización de personajes históricos con fines nacionalistas estaba a la orden del día, algo que explicamos y desarrollamos mejor en nuestro libro «Homo historicus».
Y con esto podemos decir eso de: me las piro, vampiro.
jejeje, no nos matéis, por favor. Y, si además de nos matarnos, nos echáis un cable haciendo RT, dando MG y FOLLOW, pues mejor que mejor.
Ah, y os dejamos un mensaje importante:
Bola extra:
curiosamente, existe cierta idea de que la novela de Stoker no fue traducida al rumano hasta después de la caída de Ceacescu, y el asunto ha dado incluso para un artículo sobre el tema (que niega tal afirmación): core.ac.uk/download/pdf/2…
Para elaborar este hilo hemos utilizado nuestro conocimiento ancestral murciano, y además lo ya escrito en Homo historicus (no podemos dejar de hacer promoción, es increíble), y el libro de Radu R. Florescu y R. T. McNally sobre Vlad.
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