Perdonen si para digerir la sangrienta historia de la familia Colombiana Ospina, de la que desciende nuestro ilustre abogado, me haya entretenido entre bala y bomba, haciendo algún dibujito. Pero el tema da para una saga de películas de la Mafia.
El informante SZE-2-0053. CRÓNICAS QUE DA MIEDO CONTAR. Una historia de narcotraficantes, balaceras y traiciones que culminan con una sangrienta venganza.
Cuando mentamos a los Ospina, no estamos hablando de una familia cualquiera, esta estirpe es la única que ha aportado tres presidentes a la Republica de Colombia. Mariano Ospina Rodríguez 1857-1858 y 1858-1861. Pedro Nel Villanueva Ospina Vásquez.1922- 1926, y...
Luis Mariano Ospina Pérez 1946 - 1950. Luis Mariano en 1949, declaró el estado de sitio, clausuró el Congreso y censuró a la prensa.
Durante su mandato se produjo el asesinato de Jorge Eliécer Gaitán y el Bogotazo. A perpetuar su memoria se dedica la fundación que premia a Casado
Como como consecuencia directa, se produjo el estallido social conocido como Bogotazo, Luis Mariano saco al ejercito a la calle, que en algunos lugares disparó contra la multitud, y aprovecho la ocasión para reprimir a la oposición. Todo normal.
Un figura el abuelo. Su hijo fue Mariano Ospina Hernández diputado a la Asamblea de Antioquia entre 1964 y 1966. Senador entre 1970 y 1982.
Caballero de la Orden de Malta.
En su sepelio no falto el "Matarife" Álvaro Uribe Vélez.
Mariano es el padre de los Ospina vinculados al cartel de Medellín: Mariano, Juan Diego: alias Rodolfo “Chapulín” y Francisco Javier, padre de Juan Gonzalo Ospina Serrano. Y hermano de Fernando Ospina Hernández, militar en la reserva, vinculado a grupos paramilitares.
Antes de continuar con esta historia y para poner en antecedentes al lector, por si quiere abandonar, todo lo que voy a contarles a continuación ya ha sido publicado, mi trabajo ha sido rastrear la información, clasificarla y trazar una secuencia de los acontecimientos.
Se puede cuestionar la calidad literaria de los libros citados, pero no se puede ignorar que aportan testimonios de fuentes diversas, entre ellos el de un fiscal de la Republica, testimonios que coinciden en situar a los Ospina como socios del cartel de Medellín.
Como les contaba en el hilo anterior, en 2013 diferentes publicaciones desvelaban la doble identidad del narcotraficante colombiano del cartel de Medellín Juan Diego Ospina, ‘Chapulín’, que resulto ser Rodolfo Ospina Baraya, nieto del ex presidente Mariano Ospina Pérez.
Por otra parte, Robert Mazur el agente de la DEA que se infiltró en el Cartel de Medellín, desarticuló una red de lavado de dinero y tumbó uno de los bancos más grandes del mundo, identifica a Javier Ospina Baraya como blanqueador del cartel de Medellín.
elperiodico.com/es/onbarcelona…
“A finales de los años 80, Robert Mazur era un agente encubierto encargado de penetrar en la organización de Pablo Escobar, jefe del Cartel de Medellín. El capo colombiano era el mayor traficante de cocaína hacia EE.UU. y las autoridades estaban desesperadas por liquidar su red.”
A finales de los ochenta se producen también los acontecimientos que provocan los enfrentamientos entre Pablo Escobar y los Ospina y que derivan en la muerte de "el Patrón".
Las desavenencias con Escobar comienzan cuando, tras la detención del narcotraficante hondureño José Ramón Matta Ballesteros en 1986, los Ospina trataron de beneficiarse de la situación engañando a la mujer del detenido adquiriendo parte de sus bienes a precios de saldo.
Tras escapar de la cárcel Matta reclamo sus tierras y el episodio acabo a balazos en un Burger, cercano al aeropuerto de Medellín, propiedad de los Ospina.
Dos de los Ospina resultaron heridos.
Corría el año 1987 y este incidente ya fue utilizado en una campaña de criminalización para culpar a los “comunistas” (les suena) cuando era evidente que se trataba de un ajuste de cuentas entre narcos. En la ultima noticia cambien Hugo Escobar Sierra por Pollo Carvajal.
El asunto se oculto convenientemente, intento pactarse una tregua, pero la semilla de la tragedia estaba sembrada. Otras fuentes apuntan a un atentado ordenado por Pablo Escobar, sabedor de los posibles contactos de Juan Diego, alias Rodolfo “Chapulín” con la DEA.
Punto de ruptura.
A partir de 1992 se precipitan los acontecimientos, el cartel se fractura definitivamente con el asesinato en julio de los hermanos Gerardo Moncada y Fernando Galeano.
Parece ser que otro de los objetivos era “Chapulín”, que logro sobrevivir escondiéndose bajo un coche.
Todos los indicios apuntan a que Juan Diego Ospina "Chapulín" se había convertido en el informante SZE-2-0053. de la DEA y que Pablo Escobar lo sabia.
Y lo temía. Ospina había pertenecido al cartel, conocía la organización, con los aliados adecuados podía ser un enemigo temible y además pertenecía a la elite colombiana. Escobar no tardó en reaccionar secuestrando al menos de los Ospina Baraya, Lisandro.
La madrugada del 31 de Marzo de 1993, tras un chapucero y precipitado asalto de las fuerzas especiales colombianas, Lisandro fue ejecutado y los secuestradores eliminados en su totalidad.
Descanse en paz.
Este luctuoso suceso, que debió conmover a los Ospina, degenero en una ola de violencia cuyas consecuencia duran hasta hoy.
Uno de los secuestradores fue identificado como Gildardo Castaño, familiar de uno de los sicarios de Escobar, Mario Castaño “El Chopo”.
La venganza.
Ospina a raíz de la muerte de su hermano se transformó en un ejecutor implacable, no sabemos si participo directamente en las ejecuciones, si sabemos que fue “marcando” sin piedad los objetivos, que tan bien conocía.
El simpático dueño de la discoteca Acuarius de Medellín, ya era el peor enemigo de Escobar.
Todos los testimonios le señalan como el principal muñidor de la alianza entre el gobierno colombiano la DEA, el cartel de Cali y "los "pepes" para acabar con Escobar.
Diferentes testimonios le sitúan participando directamente en las labores de seguimiento que realizaron en conjunto la Policía colombiana y “los pepes”, un grupo de narcos financiados por el cartel de Cali que acabaron montando las Autodefensas Unidas de Colombia.
La muerte de Escobar, restableció el “orden natural” del asunto, no dejaba de ser un advenedizo que se había atrevido a enfrentarse a las familias más antiguas y poderosas de Colombia.
Los Ospina nunca pagaron deudas con la justicia, siguieron disfrutando de sus bienes y prebendas, a pesar de las atrocidades cometidas por “los pepes”, “Chapulín” siguió en libertad protegido por la DEA y la mafia que infiltra hasta el tuétano las estructuras de poder en Colombia
Continuara.
Share this Scrolly Tale with your friends.
A Scrolly Tale is a new way to read Twitter threads with a more visually immersive experience.
Discover more beautiful Scrolly Tales like this.