"La vengadora del Che"
Roberto Quintanilla Pereira fue el jefe de Inteligencia del Ejército Boliviano. El fue el responsable de torturar, asesinar y desaparecer a todos los que se atrevieran a luchar contra la dictadura de René Barrientos. Fue el organizador de la cacería
que llevó a la captura del Che, fusilado el 9/10/1967.
Quintanilla Pereira fue también agente de la CIA y egresado de la Escuela de las Américas de Panamá, un perro guardián entrenado por el imperialismo para imponer su voluntad en América Latina.
Capturó a Guido Inti Peredo,
destacado miembro del grupo guerrillero lidero por el Che en Bolivia, en 1969. Lo torturó sin piedad durante el interrogatorio y lo asesinó partiéndole el cráneo a culatazos. No supo en ese momento que al asesinar a Inti se estaba suicidando.
Inti tenía una relación con
Monika Ertl, la hija de un alemán que emigró a Bolivia luego de la Segunda Guerra Mundial. El padre de Mónica fue el encargado de filmar las campañas del ejército alemán en África y en la Invasión de la Unión Soviética.
Si hija Mónica se había convertido en miembro del
Ejército de Liberación Nacional (ELN) que seguía operando en Bolivia después de la muerte del Che y fue allí donde conoció a Inti.
Ni bien se enteró de la muerte de su compañero, Monika comenzó a planificar su venganza. No solo vengaría la muerte de Inti, también la del Che.
Roberto Quintanilla Pereira se había convertido en cónsul general de Bolivia en Hamburgo. Monika, que había adoptado el nombre de guerra "Imilla" viajó a Alemania y con la ayuda de comunistas italianos y maoistas alemanes logró planificar su venganza.
Haciéndose pasar como una
bella joven australiana visitó al cónsul Quintanilla con el pretexto de interiorizarse sobre los visados de turistas extranjeros que querían visitar Bolivia. Una vez que lo tuvo frente a ella sacó un revólver Colt modelo Cobra calibre .38 SPL de su cartera y le efectuó 3 disparos
al ex sicario del imperialismo. Las municiones ingresaron por debajo de la tetilla derecha del "cónsul", que tardó menos de 1' en morir. Cuando se retiró de lugar forcejeó con la esposa de Quintanilla y ahí dejó caer su cartera con el revólver, lo que facilitaría su
identificación.
En Bolivia se había puesto precio a su cabeza (USD 20.000) por lo que no podía volver allí. Se refugió en la Chile de Allende y después en Cuba.
En 1972 Monika se enteró que Klaus Barbie, ex capitán las SS, que asesinó a incontables seres humanos durante la SGM
(Incluídos 44 niños judíos a quienes envió a morir Auschwitz) se refugiaba en La Paz.
Ella conocía al criminal de guerra porque había frecuentado a su propio padre años atrás.
Monika se ofreció para participar en un osado operativo para secuestrar a Barbie y llevarlo a Francia,
donde cometió la mayoría de sus crimenes, para que sea juzgado y condenado.
Pero ella no sabía que el genocida nazi se había convertido en un fiel agente de la CIA, traficante de armas y drogas, y colaborador de la dictadura de Hugo Banzer, por lo que era intocable.
Volvió a Bolivia para intentar capturar al monstruo nazi pero el 12/05 1973 Monika fue emboscada por un comando boliviano en La Paz. Fue acribillada a balazos junto a un compañero de guerrilla, el argentino Osvaldo Ukaski. La CIA advirtió a Barbie quien dió aviso al comando que
la asesinó.
El mismo criminal de guerra, disfrazado de prominente empresario, se paró frente al cadáver de Monika y dijo: "Es ella".
Monika no logró cazar a Barbie, pero pasó a la historia como la heroína que vengó al Che.
La Leona no se rindió, murió luchando.
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