La escultura de Judith y Holofernes de Donatello estaba colocada en el patio del Palacio Medici, junto con el David (del mismo escultor). Y, como él, fue quitada de allí en cuanto se expulsó a los Medici de Florencia en 1494.
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La obra fue encargada por los Medici, que querían revertir la imagen de tiranos que se empezaba a crear sobre ellos. Para eso estaba también el David. Eran dos obras que representaban la victoria contra la tiranía, ¡así que entonces ellos no podían ser los tiranos!
En 1495, el gobierno de Savonarola la colocó a las puertas del Palacio de la Signoria, dándole la vuelta de esta manera a su significado: Goliat y Holofernes eran ahora la familia Medici, los tiranos sobre los que se venció.
Pero unos años después, en 1504, se quitó para poner al David de Miguel Ángel, mucho más machote que el de Donatello. Tenía una imagen más masculina, era mucho más grande y se mostraba alerta. Era una imagen renovada para la nueva República florentina.
Francesco Filarete (tratadista y arquitecto) dijo que “no queda bien tener la imagen de una mujer matando a un hombre” ahí a las puertas del edificio más importante de la ciudad. No vaya a ser que las mujeres se nos revolucionen, por favor.
Fue colocada en la Loggia dei Lanzi y en 1582 fue sustituida por el Rapto de las Sabinas de Giambologna. Se colocó entonces en la parte de la Loggia que da a los Uffizi. Así estuvo hasta 1919, cuando se llevó al lado izquierdo de la Signoria. (Foto de 1875-1900)
Finalmente, en 1988, fue restaurada, y se hizo una copia que es la que vemos ahora en la Plaza.
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📸: Wikimedia.
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