“La moto del pueblo”
San Martín rompió el yugo que sometía a estos pagos a la corona española, Rosas aseguró la integridad territorial y Perón proyectó “el país potencia” implantando la “Revolución Nacional Justicialista” basada en la justicia social y el desarrollo industrial
que decantaron en soberanía política e independencia económica. Las tres etapas que hay que transitar para lograr la verdadera y definitiva emancipación.
El Plan Quinquenal fue clave para el desarrollo industrial y tecnológico. El país pastoril se despertó y comenzó a construir
electrodomésticos, autos (IAME Justicialista), chatas (Rastrojero), tractores (Pampa), locomotoras (CM1/CM2) y aviones (Pulqui). Argentina fue una luz para la región.
Uno de los aspectos mas revolucionarios del peronismo es que los/as principales beneficiados/as por el desarrollo
industrial fueron los/as trabajadores/as, que finalmente pudieron acceder a bienes reservados solo para las clases privilegiadas parasitarias.
Uno se esos productos fue la moto Puma, que surgió en 1952 y que al siguiente año se lanzó el primer modelo para su comercialización.
La “Moto del Pueblo” se fabricó muy rápidamente, su diseño se inspiró en las finas líneas de una moto alemana. Las 2.309 piezas de la moto se hacían en el país, fue la primera y única moto 100% argentina.
La construcción de la Puma potenció el desarrollo industrial argentino y
generó incontables puestos de trabajo de calidad que dinamizaron la, hasta a esa altura imparable, movilidad social ascendente iniciada en 1946.
Los/as trabajadores/as tuvieron la oportunidad de comprar una moto barata y de calidad. Las motos similares valían el doble, por eso
las Puma fueron adquiridas de forma masiva por la clase trabajadora, que las utilizó para ir a trabajar y para esparcimiento durante los fines de semana.
Como los costos de producción de la moto eran bajos muchas fábricas a lo largo y ancho del país comenzaron a armar y
desarrollar la PUMA. El fenómeno trascendió a la Fusiladora y en el apogeo de la década del 60 se establecieron unas 70 fábricas de motos en todo el país.
Pocos/as saben que Córdoba, cuna del empuje industrial argentino, fue la segunda región del mundo en fabricación de motos,
solo superada por Milán.
La Fusiladora oligarca pretendió proscribir para siempre al peronismo, pero no logró silenciar su legado emancipador que se mantiene más vigente que nunca.
La “moto del pueblo” un resumen en dos ruedas de desarrollo industrial, empleo genuino y movilidad social ascendente: PERONISMO EN ESTADO PURO.
¡Viva el General Perón!
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