¿Cómo llegaba el trigo necesario para alimentar a los ciudadanos de Roma?
En I a.C, la ciudad llegó al millón de habitantes.
Se necesitaban más de 260.000 toneladas anuales.
Durante 4 siglos, hubo trigo gratis para los romanos (Annona).
Roma, una vez más, nos sorprende.
Hilo!🧵
Tras los sucesivos conflictos con Cartago y tras su derrota por parte de la República Romana, esta tuvo la oportunidad de expandir sus redes de comercio de forma segura por el Mediterráneo occidental.
El florecimiento del comercio marítimo atrajo a piratas e incluso corsarios.
Estos asaltaban los barcos mercantes de las las principales rutas de aprovisionamiento a Roma, principalmente desde Cerdeña, Sicilia y el norte de África.
En el 66 a.C, el Senado de la República, otorgó al general Pompeyo apoyo contra la piratería.
En solo 3 meses, puso fin al problema e instaló guarniciones en lo que Cicerón llamaba “las 3 grandes despensas del Estado” (Cerdeña, Sicilia y el norte de África).
Tras la guerra civil entre Julio César y Octavio...👇👇
...este último se hizo con el control de otra fértil tierra, Egipto.
Ya controlado el problema de la piratería y con la pax romana instaurada, la hegemonía romana convirtió el Mare Nostrum en el gran lago romano.
El transporte de mercancías se vio favorecido y los transportistas y navegantes privados proliferaron.
Roma no contaba con una flota comercial estatal ni poseía una red de barcos, pese a la importancia del abastecimiento.
Los barcos utilizados en el transporte de cereales eran distintos a aquellos que se empleaban para el transporte de vino, garum, mármol o madera, así como la tripulación empleada y los procesos logísticos.
El cereal podía coger moho, ser comido por ratones o insectos.
Era necesario una ventilación adecuada para su transporte, así como mantener una temperatura correcta durante todas las travesías hasta llegar a Roma.
Los barcos o buques tenían una borda baja, de no más de 4 metros, lo que impedía realizar travesías en los meses de invierno, donde era peligroso navegar debido al oleaje, que podría hundir los navíos.
Estos 4 meses en los que no había navegación se llamaban “Mare Clausum”.
El transporte no estaba exento de riesgos, pese que la actividad de piratas y corsarios se redujo considerablemente desde la época de Augusto.
La meteorología era un enemigo implacable que condiciona la navegación por mar.
El tipo de barco más extendido para envíos pesados era la corbita, una embarcación redonda, de gran tamaño, simétrica y con un casco alto, un mástil central y una vela de proa al frente.
Podía transportar hasta 400 toneladas de cereales.
Su velocidad punta para la navegación era de hasta 6 nudos. Medían unos 30-35 metros de eslora (largo) y unos 10 metros de manga (ancho).
Tengamos en cuenta que para el siglo I d.C las necesidades de cereal (trigo) eran de más de 260.000 toneladas anuales.
Cada barco podía transportar hasta 400 toneladas por trayecto.
Un sencillo cálculo nos indica que eran necesarios como mínimo más de 650 trayectos anuales hacia los puertos de descarga romanos.
También era común el uso de embarcaciones más pequeñas, que podían transportar unas 75-100 toneladas de provisiones, como cereales o ánforas cargadas de vino, aceite, etc.
Eran más rápidas y ligeras, pero más vulnerables en alta mar. 👇👇
Estas ligeras embarcaciones podían viajar hasta los 5 nudos. Un viaje desde el puerto de Alejandría hasta Ostia, por el estrecho de Mesina, tenía una duración media de 10 días, con vientos favorables. Si no eran favorables, la travesía podía durar hasta 2-3 semanas, 1850 km aprox
Una vez recogidas las materias primas en alguno de los más de 50 puertos comerciales romanos, y superada la travesía por el mar, la mercancía llegaba al puerto de destino. No todas los navíos llegaban a los puertos de Roma, como el de Ostia o Portus.
Algunos navíos descargan en otros puertos, como el de Puteoli, situado en la bahía Nápoles. Se estima que el puerto romano de Puteoli (actual Pozzuoli) movía más de cien mil toneladas de cereal al año.
En época de Nerón, la llegada de los barcos cargueros era un acontecimiento.
La flota de guerra romana escoltaba a los barcos mercantes hasta los puertos como el de Puteoli, donde se agolpaba la multitud, pues esto significaba la garantía del reparto de grano y evitaba las hambrunas y miseria. También en los puertos, al cereal se le aplicaban impuestos.
El grano viaja desde el puerto de Puteoli hasta Ostia (Roma), y solía durar hasta dos días, realizado en embarcaciones ligeras.
La maniobrabilidad y el calado de estas embarcaciones marítimas determinaban si la nave podía o no amarrar en el puerto o si tenía que echar el ancla.
En Ostia, en la desembocadura del río Tíber, el cereal se cargaba en embarcaciones más pequeñas y válidas para navegar por vías más estrechas y menos profundas. El trayecto desde Ostia remontando el río Tíber, hasta Roma, tomaba hasta 3 días.
Si las condiciones del río lo permitían, la carga también podía ser transportada por botes de vela o de remos más pequeños, e incluso embarcaciones tiradas por animales de carga como burros o mulas y con ayuda de hombres. 👇👇
Hoy en día, si queremos ver un ejemplo de este tipo de embarcaciones, podemos visitar el Museo delle Navi di Fiumicino (@parcostiantica) , que es un museo arqueológico que alberga cinco pecios completos de barcos de transporte fluvial-marítimo.
Aquí en España, tenemos, por ejemplo, el Museo Nacional de Arqueología Subacuática, en Cartagena, Murcia. Visita muy recomendable si pasas por la zona (y si no, también!) @museoarqva 👇👇
Hasta aquí el hilo.
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