Paola Medina M. Profile picture
Periodista, comunicadora. La literatura salva vidas y el arte es imprescindible. ¡Todo estará bien mientras exista pasión y coraje para leer!, y escribir ✍️

Feb 13, 2022, 41 tweets

«Todavía hay tiempo para imaginar cualquier cosa, para creer que aparecerás en cualquier instante. Para incluso creer que me buscas.»

#JulioCortázar ✍️
Escritor argentino, autor de #Rayuela. De los personajes más fascinantes de la literatura. Falleció un 12 de febrero de 1984.

#JulioCortázar nació el 26 de agosto de 1914, al sur de Bruselas, Bélgica. Hijo de los argentinos Julio José Cortázar y Herminia Descotte. Su padre era funcionario de la embajada argentina en Bélgica. Su familia luego se trasladó a Suiza, a Barcelona y finalmente a Buenos Aires.

Julio tenía cuatro años cuando volvieron a la Argentina; pasó su infancia en Banfield, al sur de Buenos Aires, junto a su madre y Ofelia, su hermana. Pero su infancia no fue del todo feliz, su padre los abandonó cuando tenía 6 años, por lo que los libros fueron su salvación.

De niño fue muy enfermizo y el tiempo que pasaba en cama leía: a sus 9 años ya había leído a Julio Verne, Victor Hugo y Edgar Allan Poe. Julio asistió al colegio Mariano Acosta' y siempre obtuvo buenas calificaciones; hoy aún recuerdan su paso con concursos literarios y de jazz.

Su madre le había inculcado el hábito de la lectura pero a la vez se encontraba preocupada al verle leer tanto, por ello acudió al director de su colegio y al doctor para consultar si esto era normal, y le sugirieron racionarle los libros, hecho que Julio jamás obedeció.

En su despertar literario, Julio escribía sonetos a sus compañeras de la escuela primaria, a sus 9 o 10 años incluso, ya había escrito una novela breve, y era tal la calidad de sus primeras obras que su familia dudaba de su autoría, hecho que entristecía al naciente escritor.

Tras culminar sus estudios primarios, tuvo una amplia formación en Institutos Normales y se tituló como maestro en 1932 y profesor en Letras en 1935. Más adelante, rindió el examen para diplomarse como traductor publico. Una vez titulado empezó a trabajar para ayudar a su madre.

En 1933, a sus 19 años leyó en Buenos Aires “Opio: diario de una desintoxicación de Jean Cocteau”. Este lo deslumbró y se convirtió en uno de sus libros de cabecera. A sus 24 años publicó su primer libro “Presencia” (1938), un poemario que firmó con el seudónimo de Julio Denis.

En su tiempo libre visitaba cafés de jazz, el Luna Park para ver algo de box o caminaba por la Galería Güemes, en pleno corazón porteño, este lugar le fascinaba tanto que escribió sobre ella en uno de sus cuentos: "El otro cielo". La asemejaba a la Galería Vivienne de París.

Fue profesor de literatura en varios colegios de Buenos Aires, y en la Escuela Normal de Chivilcoy. En 1944, se mudó a Mendoza, en cuya Universidad Nacional de Cuyo impartió cursos de literatura francesa. Paralelamente, aprovechaba el tiempo libre para leer y escribir.

Entre 1947 y 1953 colaboró con varias revistas como Realidad y Revista Sur, en ese tiempo escribió uno de sus cuentos más famosos, "Casa Tomada", publicado en el periódico literario “Los Anales de Buenos Aires”, que dirigía otro gran hombre de las letras, Jorge Luis Borges.

En 1951, publicó su obra "Bestiario", una colección de ocho relatos que despertó el reconocimiento local hacia el escritor. Poco después partió hacia París, ciudad que eligió para quedarse a vivir el resto de su vida, salvo viajes esporádicos por Europa y América Latina.

Julio Cortázar llegó a París cuando tenía 37 años. Trabajó embalando libros y se dedicó a traducir textos pues hablaba francés e inglés. Su primer hogar fue la habitación 40 de la Maison Argentine de la Cité, en su honor, hoy en día existe una biblioteca con su nombre.

Cortázar trabajó muchos años como traductor para la Unesco y destacó como traductor literario, una de sus traducciones más aclamadas es la de los cuentos completos de Edgar Allan Poe. En una entrevista confesó: «es una de las cosas que con más gusto he hecho en esta vida.»

París enamoró a Cortázar, le entusiasmaba la catedral de Notre-Dame, la Galería Vivienne, en la que decía sentir la presencia de Lautréamont y del París de 1870. Solía caminar por la orilla del Sena para mirar en los puestos de los bouquinistes (vendedores de libros usados).

La Biblioteca del Arsenal, en la rue Sully fue su refugio favorito para escribir, en ese espacio acabó su formidable ensayo "Imagen de John Keats". Frecuentaba la librería "La Hune" en busca de libros, y en el Old Navy Café, en el Boulevard Saint-Germain, escribía y bebía café.

Cortázar había llegado a París con Aurora Bérnárdez, su novia, a quien conoció en Buenos Aires una tarde de 1948. Su relación se afianzó estando juntos en la ciudad luz y se casaron el 22 de agosto de 1953, creando un vínculo indestructible a pesar de los vaivenes de la vida.

Aurora era traductora, graduada en Letras de la Universidad de Buenos Aires. Sus amistades los recordaban como una pareja de mágica convivencia y afinidad intelectual. A fines de los años ‘50 vivieron en un departamento de la Rue Pierre Leroux, donde Julio empezó “Rayuela”.

«La perfecta complicidad, la secreta inteligencia que parecía unirlos era algo que yo admiraba y envidiaba en la pareja tanto como su simpatía, su compromiso con la literatura y su generosidad para con todo el mundo», recordó el Nobel peruano Mario Vargas Llosa sobre la pareja.

Fue con Aurora con quien descubrió la magia de París. Con ella compartió los apuros económicos de su llegada y sus primeros ingresos como el escritor que de a poco se hacía de un nombre en el mundo de las letras; fue quien lo apoyó e impulsó a escribir su obra maestra "Rayuela".

Cuando terminó de escribir "Rayuela" (1962), #JulioCortázar le escribió al director literario de Editorial Sudamericana, Paco Porrúa: «El libro tiene un sólo lector: Aurora. Su opinión del libro puedo quizá resumírtela si te digo que se echó a llorar cuando llegó al final.»

"Rayuela" fue publicada en 1963, Cortázar la llamó “contranovela” ya que iba en contra de los preceptos clásicos mientras buscaba retar los valores propios de la literatura. Fue una obra fundamental del "Boom Latinoamericano", gracias a su importancia y difusión internacional.

«El libro convirtió a Cortázar en algo que nunca hubiera querido ni soñado ser, una persona pública, a lo que se puede añadir el detalle de su falta de vanidad», contó años después Aurora. Antes de Rayuela había escrito "Final del juego" (1956) y "Las armas secretas" (1959).

#JulioCortázar fue uno de los pilares del 'Boom Latinoamericano' y entabló amistad con escritores como Carlos Fuentes, Alejandra Pizarnik, Octavio Paz, Pablo Neruda, Gabriel García Márquez y Mario Vargas Llosa. Con muchos de ellos impartió conferencias y compartió su pasión.

«Por primera vez en Latinoamérica somos escritores profesionales. Cortázar fue el primero que nos dijo: "Vamos a ser escritores y todo lo que no sea escribir es secundario, aunque tengamos que morirnos de hambre." Esta actitud crea conciencia profesional», afirmó García Márquez.

«Los ídolos infunden respeto, admiración, cariño y, por supuesto, grandes envidias. #Cortázar inspiraba todos esos sentimientos como muy pocos escritores, pero inspiraba además otro menos frecuente: la devoción.»

#GabrielGarcíaMárquez ✍️

«En privado, Cortázar lograba seducir por su elocuencia, por su erudición viva… En público fascinaba al auditorio con una presencia ineludible que tenía algo de sobrenatural... Fue el ser humano más impresionante que he tenido la suerte de conocer.»

#GabrielGarcíaMárquez ✍️

«A Julio, tu estás por aquí en unas páginas», es una dedicatoria de #PabloNeruda de 1970; mientras que en la primera hoja de la edición inicial de «La casa verde», de #MarioVargasLlosa, se lee: «A Julio y Aurora, los primeros lectores de esta novela de caballerías peruanas...»

Además de su pasión por la literatura, a Cortázar le fascinaba el jazz. «Descubrí la música en Buenos Aires a la edad de diez años, en 1924. Yo no podía entender las palabras, pero alguien cantaba en inglés y era algo mágico para mí…» Para él, el jazz era un producto poético.

«El jazz me enseñó cierta sensibilidad del “swing”, de ritmo en mi estilo de escribir. Para mí las frases tienen un “swing” como lo tienen los finales de mis cuentos...», confesaba en una entrevista. Las referencias a este género abundan en su obra, especialmente en Rayuela.

Además del jazz, #JulioCortázar se deleitaba escribiendo cartas, llegando a escribir más de 1000 misivas intercambiadas entre amigos repartidos por diferentes países del mundo, mismas que fueron recopiladas en varios tomos, por Aurora Bernárdez.

En 1967, se separó de Aurora, tuvo una nueva relación con la lituana Ugné Karvelis, tiempo después se casó por segunda vez con la escritora estadounidense Carol Dunlop, estuvieron casados 5 años, viajaron y escribieron juntos hasta que ella murió a los 36 años, en 1982.

Tras la muerte de Carol Dunlop, deprimido, volvió con Aurora Bernárdez, quien lo acompañó hasta el final de sus días. Julio Cortázar murió el 12 de febrero de 1984 a causa de una leucemia. Aurora, se convirtió en su albacea literaria, guardiana de toda su obra.

Cortázar fue enterrado en la misma tumba que Carol Dunlop, su segunda esposa, en el cementerio de Montparnasse de París. En el año 2014, también fue enterrada junto a él Aurora Bernárdez, su primera esposa. Su lápida siempre es visitada por sus eternos y fieles lectores.

Meses antes de su muerte, Cortázar había viajado a Buenos Aires por vez última, mientras caminaba por las calles sintió el cariño y reconocimiento de la gente, le pedían autógrafos y las muchachas le regalaban flores. Se llevó este cálido recuerdo de su querida Buenos Aires.

#JulioCortázar es considerado uno de los autores más innovadores y originales, maestro del relato corto, la prosa poética y la narración breve. Su espléndida obra, es herencia para las generaciones que lo descubren y para quienes lo leemos una y otra vez, para el deleite.

#JulioCortázar dejó una obra literaria que trasciende el tiempo, su huella perdura. Caminando por las calles que lo vieron pasar, da la impresión que de pronto lo encontraremos. Aún parece escucharse su voz, con ese singular acento... un cronopio irrepetible.

«La vida, al alcance de ese salto que no damos.»

#JulioCortázar ✍️

«Tengo tu foto; no para acordarme de ti cuando la miro, sino para mirarla cuando me acuerdo de ti.»

#JulioCortázar ✍️

«Hace un buen rato que quiero escribirte, y hace más de un buen rato que la vida no me deja.»

#JulioCortázar ✍️

«…Te extraño, me dolés en la piel, en la garganta, cada vez que respiro es como si el vacío me entrara en el pecho donde ya no estás.»

#JulioCortázar ✍️

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