Por la Grecia de Zeus Profile picture
Proyecto llevado a cabo por dos helenófilos para divulgar, pero, sobre todo, disfrutar con la Mitología Clásica.

Feb 24, 2022, 30 tweets

Hoy os vamos a hablar de la #FluzoMuerte en la mitología griega, y para ello abarcaremos tres grandes temas: personajes relacionados con el Inframundo, cómo es el lugar al que van los difuntos y aquellos que han conseguido entrar y/o salir de su reino.
Abrimos hilo #ReFluzo 👇

Empezamos, cómo no, con el soberano de los muertos: Hades. Cuando los tres hijos varones de Crono se repartieron los reinos a suertes, a Zeus le tocó el cielo, a Poseidón el mar y a él, el Inframundo.

Así se convirtió en el señor de los muertos, y gobernaba su reino con mano muy dura. Además, parece que no tenía un carácter demasiado agradable y por ello era aborrecido por los dioses y temido por los humanos. Apenas aparece en las representaciones de la antigüedad.

Tampoco se lo veneraba como al resto de dioses salvo en la ciudad de Elis. Allí, Pausanias nos cuenta que tenían un templo de Hades que solo se abría una vez al año y en el que solo podía entrar su sacerdote. Era en agradecimiento por haberlos ayudado cuando Heracles los atacó.

No es que Hades fuera así de generoso, sino que odiaba a Heracles porque era el único mortal que había conseguido herirlo. Por lo demás, ni Hades se metía en las cosas de dioses y humanos, ni los demás se metían en sus asuntos. Se ignoraban mutuamente.

Los mortales le temían hasta tal punto que ni siquiera decían su nombre. Utilizaban eufemismos para referirse a él. Plouton, "el rico", era el más habitual, pero también otros como Eubouleos, "el bien intencionado". Algo así como con "quién-vosotros-sabéis" 😛

El único mito en el que participó activamente fue en el del rapto de su sobrina Perséfone para tomarla como esposa. Mito muy conocido que explica el cambio de las estaciones y que ya os contamos más ampliamente aquí:

Pero tenemos más divinidades relacionadas con la muerte. Tánatos, representado como un hombre alado, personificaba la muerte sin violencia. La violenta era cosa de sus hermanas, las Keres. Sobrevuelan los campos de batalla buscando moribundos para calmar su sed de sangre.

Moros era la personificación del destino inevitable. Para un mortal, eso acaba siendo siempre la muerte. Pero era un dios temido hasta para los mismos dioses, puesto que incluso Zeus debía someterse a sus leyes.

Junto a Moros trabajaban sus hermanas Cloto, Láquesis y Átropos, las Moiras. Éstas controlaban el hilo de la vida de cada mortal. La primera lo hilaba, la segunda lo medía y la tercera lo cortaba cuando llegaba el momento.

A menudo se las confunde con las Grayas. Estas son las que eran viejas y tenían un solo ojo y un solo diente para compartir entre todas. Se llamaban Dino, Enio y Pefredo y no tienen nada que ver con la vida o la muerte. Solo aparecen chantajeadas por Perseo para llegar a Medusa.

Todos estos de los que hemos hablado ahora eran hermanos entre sí, hijos de Nix, la noche. También son hijos suyos las personificaciones del Sueño, la Vejez, la Burla, la Discordia, la Venganza, el Engaño, la Tristeza... Una familia encantadora.

Otros personajes relacionados la muerte eran las Erinias, encargadas de perseguir y atormentar a los que cometían delitos de sangre contra sus familiares. El mito más famoso en el que aparecen es el de Orestes. Éste mató a su madre, Clitemnestra, para vengar a su padre Agamenón.

Caronte, el viejo barquero, cruza las almas por el Aqueronte a cambio de un óbolo. Se dice que era igual de borde que su jefe Hades. No podía llevar a vivos, aunque hubo algunas excepciones, como Heracles. Fiel a su estilo, le convenció pegándole una paliza con su propia percha.

El guardián tricéfalo, nuestro querido Cerbero, se aseguraba de que ni los vivos entraran ni los muertos salieran. No siempre le salía bien; algunos consiguieron drogarlo, y Heracles lo arrastró fuera del Inframundo en su última prueba.

Por último, los tres jueces: Minos, Éaco y Radamantis. Habían sido hijos de Zeus en su vida mortal y papá los dejó bien colocados tras la muerte. Éaco juzgaba las almas de los habitantes de las tierras occidentales, Radamantis la de los orientales y Minos tenía el voto decisivo.

¿Dónde estaba el reino de los muertos? ¿Y cómo era? Pues el tema del Hades evoluciona mucho con el tiempo. Homero nos dice que se ubica en la sima más profunda bajo tierra, pero por encima del Tártaro, y que la entrada era una pequeña playa y un bosque consagrado a Perséfone.

Lo surcan los ríos Flegetonte, de fuego; Cocito, el de los lamentos, donde vagan las almas sin dinero para pagar a Caronte; Aqueronte, el del dolor y la pena; Lete, que te hacía olvidar y del que las almas debían beber antes de reencarnarse; y Estigia, la frontera con los vivos.

El Estigia es famoso, además, por hacer invulnerable a quien se bañara en él. Es donde Tetis sumergió a Aquiles agarrándolo por el talón.

Dentro tenemos los Prados Asfódelos, llamados así por la flor que crecía en ellos. Ahí iban las almas de personas normales y corrientes. A los Campos Elíseos iban los virtuosos o los iniciados en misterios. Las Islas de los Bienaventurados estaban reservadas para los héroes.

Pero la región más conocida por ser la más terrible es el Tártaro. Allí mandaban a lo peor de lo peor, a las almas más impías, para que fueran castigadas. Sísifo, Tántalo, Ixión o las Danaides son algunas de ellas. También era la prisión de los titanes.

Ahora vamos a repasar algunos de los vivos que visitaron el reino de los muertos y de los muertos que intentaron volver al reino de los vivos. Eso incluye dioses, ya que tampoco podían entrar libremente. Dioniso lo consiguió para llevarse el alma de su madre, Sémele.

El único dios aparte de los propios Hades y Perséfone que podía entrar y salir sin problemas del Inframundo era Hermes, ya que una de sus funciones era conducir las almas de los muertos hasta allí (es lo que se llama un "psicopompo", que significa "guía de almas").

Odiseo fue uno de los mortales más famosos que visitaron el Inframundo. Acudió allí por consejo de Circe para hablar con el adivino Tiresias, quien le profetizaría lo que le esperaba antes de poder regresar, por fin, a Ítaca.

Orfeo descendió al Inframundo para recuperar a su amada Eurídice. Su música fue lo único que se conoce que conmovió a Hades y Perséfone. Le permitieron llevársela a cambio de que no mirara atrás hasta que ambos estuvieran fuera. Orfeo la fastidió en el último momento, al salir él

Teseo y Pirítoo, cuando tuvieron la brillante idea de secuestrar a Perséfone y que se casara con éste último, viajaron al mundo de los muertos a pedírselo a Hades. Pirítoo no salió jamás, aunque Heracles consiguió rescatar a Teseo. Y NO se dejó el culo.

Heracles, como ya hemos dicho anteriormente, fue a buscar a Cerbero para su último trabajo. En algunas versiones Hades le deja por las buenas si no le hace daño al perro. En otras hiere a Hades y maltrata a Cerbero, o sea, hace cosas de Heracles. Le pega más lo de ir a lo bruto.

Pero no fue la única vez que Heracles viajó a la tierra de los muertos. En una ocasión se encontraba de visita en la corte de Admeto cuando su mujer, Alcestis, dio su vida a cambio de la de éste. Conmovido decidió ir a buscarla y enfrentarse al propio Tánatos.

Psique también tuvo que ir al reino de Hades para pedirle un poco de su belleza a Perséfone como parte de las pruebas que Afrodita le impuso para recuperar el amor y la confianza de Eros. Siguió las instrucciones a rajatabla y consiguió entrar y salir viva. La cagó una vez fuera.

Como han dicho los compañeros de @AdAbsurdum, no es el mejor día para hablar de muerte. Pero espero que al menos os hayamos entretenido un ratito. Nos despedimos por hoy.
FIN DEL HILO

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