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Entusiasta de la historia y demás ciencias sociales. @interestales / TikTok @karitupl__

Mar 1, 2022, 88 tweets

❌El misterio de La Cueva de los Tayos❌

Abro hilo

Hace casi 53 años, en momentos en que la mirada de la humanidad apuntaba hacia el espacio debido a la llegada del hombre a la Luna, una pequeña notaría de Guayaquil gestionaba un asunto que apuntaba hacia el interior de nuestro planeta.

Mientras Neil Armstrong caminaba en la superficie de la luna, un extranjero de semblante taciturno legalizaba en Guayaquil un documento, documento que quizás sea el más raro y misterioso de los que se han presentado en las notarías de nuestro país.

Años después, por extrañas razones, estas dos historias se cruzarían en las profundidades de nuestra Amazonia.

Para el 21 de julio de 1969, se presentaba en la notaría cuarta de Guayaquil un escrito donde se notificaba de un supuesto descubrimiento en las selvas orientales del Ecuador: “He descubierto valiosos objetos de gran valor cultural histórico para la humanidad

que consisten en láminas de metal grabadas con signos y escritura ideográfica, una verdadera biblioteca metálica, que contiene probablemente la relación cronológica de la historia de la humanidad, tales objetos se encuentran agrupados dentro de variadas y distintas cuevas”

Lo que nadie se imaginaria es que el contenido de esta acta notarial quizás fantasiosa y sin sentido, marcaría el inicio de uno de los más grandes misterios de nuestro país, el mismo que desencadenaría el inicio de controversias y el punto de partida de una serie de exploraciones

Ubiquémonos en el lugar del misterio, se sabe que la entrada principal de la Cueva de los Tayos se encuentra ubicada al oriente de la cordillera de los Andes, en la cadena montañosa del Cóndor en la provincia de Morona Santiago, a casi un kilómetro del río Congos.

Este es el hábitat de un ave nocturna llamada tayo, del cual se tomó el nombre para este sistema de cavernas.

Se cuenta que anterior a estos acontecimientos las cuevas eran casi desconocidas para la mayoría de los habitantes de nuestro país, pero se sabe de la existencia de un informe del año 1976 del Ministerio de Defensa ecuatoriano el cual dice que por lo menos desde 1915

se conocían sus peculiaridades visibles", lo cual también da para pensar que quizás ya la gente sabía de algún evento extraño cerca de ahí.

Y bueno, ¿quién era el hombre que legalizaba ese documento en el que afirmaba saber de un mundo subterráneo y que hace casi 53 años ponía la atención del mundo en nuestro país?

Pues se trataba de Juan Moricz (Körmend, 1923 - Guayaquil, 1991), un investigador científico, apasionado por la antropología, la espeleología y lenguas antiguas, además de un perseguido político durante la Segunda Guerra Mundial y prisionero de los comunistas en su natal Hungría

luego viajaría a Argentina, donde se nacionalizó. Involucrado en el área de las concesiones mineras, para 1964 pisaría suelo ecuatoriano, donde empezaría a recorrer específicamente la región amazónica.

Ya en el oriente, entraba en contacto con el pueblo shuar, del cual se ganó su confianza, hay quienes aseguran que Moricz sabía húngaro antiguo, una lengua muy parecida a la del pueblo shuar y esto haría que formaran un gran vinculo entre ellos.

Se dice que en una fecha y circunstancias que se desconocen el pueblo shuar le permitió a Moricz el acceso al sistema de cavernas.

Aquí empezaría el gran misterio de La Cueva de los Tayos, el momento justo donde se hallaba una milenaria biblioteca con unas tablillas de oro que parecían indicar el pasado remoto de la humanidad y otros objetos de gran valor, que al descubrirse pondrían en duda nuestros

orígenes como los conocemos. Moricz luego declaraba en la notaría: "He realizado el descubrimiento de manera enteramente fortuita".

Se conoce que Moricz le manifestó de este descubrimiento al presidente José María Velasco Ibarra el día 24 de junio de 1969 y el 21 de julio siguiente lo legalizaba ante el doctor Gustavo Falconí Ledesma, en la notaría cuarta de Guayaquil.

Ya para el 26 de julio de 1969, y patrocinado por el gobierno ecuatoriano a través de Ceturis (Corporación Ecuatoriana de Turismo), Moricz partía nuevamente a este misterioso lugar, pero esta vez iba respaldado por un grupo de guayaquileños

entre los que estaban: "Gastón  Fernández, gerente general de Ceturis; Dr. Gerardo Peña Matheus, asesor jurídico; Lilian Icaza, coordinadora; Hernán Fernández, fotógrafo, Mario Pólit y Pedro Luna, ayudantes, y José Rojas, periodista".

Se cuenta que ese mismo día se hizo firmar un documento a todos los participantes de la expedición un documento que decía lo siguiente:

La expedición fue dividida en dos etapas: la primera para hacer un reconocimiento de las cuevas, y la segunda para confirmar el hallazgo de la “biblioteca metálica”. Acompañado de elementos policiales, el grupo cumplió la primera etapa y regresó a Guayaquil.

Luego de que se diera la primera expedición oficial el mundo ponía su foco en Ecuador y su misterio sobre esta cueva. Las fotografías tomadas por el equipo de Moricz mostraban un mundo subterráneo sorprendente: túneles y espaciosas galerías rocosas, coronadas por lo que parecían

ser dinteles de líneas rectas. Juan Moricz consideraba estas estructuras como el resultado de antiguas intervenciones humanas.

Se dice que hasta el famoso escritor suizo Erich von Däniken, autor de las polémicas teorías de influencia extraterrestre en la cultura humana primitiva, visitó Ecuador cautivado por la historia de la expedición, y ya para marzo de 1972 se reunía con Moricz

en el desaparecido hotel Atahualpa de Guayaquil, ahí Von Däniken tuvo en sus manos el documento notarial de Moricz y sacó copias del material fotográfico de las cuevas, que incluían las de la Colección Crespi.

Carlos Crespi, fue un religioso italiano de la Pía Sociedad de San Francisco de Sales, se dice que vivió 60 años como misionero en Ecuador, sobre todo con tribus de la Amazonía ecuatoriana, era conocido como “El sacerdote de los pobres”, se dice que gracias a su ayuda

humanitaria a estos pueblos indígenas se ganó su aprecio y estos le empezaron a regalarle algo que para ellos era especial, le comenzaron a regalar cientos de tablillas y objetos que parecían provenir de una civilización muy antigua y desconocida

muchas de estas tablas eran de oro macizo que contenían inscripciones y dibujos en un lenguaje que no se podía interpretar, hay quienes afirman que llegó a acumular cerca de 10k objetos, las tribus aseguraban que obtenían esos objetos del interior de esa cueva.

Crespi mencionaba que la cueva no era de origen natural, fue creada hace miles de años y que tiene demasiadas ramificaciones por lo que nadie jamás va a poder descubrirlas en su totalidad, además de cientos de cámaras subterráneas que no han sido abiertas y que contienen tesoros

pertenecientes a una cultura muy antigua y desconocida, que tenía los favores de los dioses.

Estos dioses eran seres que bajaban de las estrellas con sus “vehículos”, ya saben, naves espaciales y esas cosas. El afirmó que todo esto le fue revelado por los miembros de las tribus que lo apreciaban mucho.

Pero ahí no termina todo, Crespi, mencionó que lo más grande y aún no descubierto en la cueva es una enorme pirámide que estaría justo debajo, una pirámide sellada, la cual contendría los secretos de esos seres que las tribus afirmaban que bajaron del cielo.

Además de esto el Padre Crespi tenía un gran conocimiento en civilizaciones antiguas y sabía que estas piezas guardaban muchas similitudes con las culturas mesopotámicas, creía que el antiguo mundo de Oriente Medio, antes de la gran inundación estaba en contacto

con el nuevo mundo y que los jeroglíficos arcaicos representaban la lengua madre que se hablaba antes del diluvio, al parecer solo Moricz conocía la entrada que según dicen se encuentra situada en una cueva bajo el agua, a la que el llamaba la Cueva de los Seres Superiores

para llegar ahí era necesario tener el permiso de las tribus de la zona y de los habitantes de “abajo”.
Dentro de este misterio del padre Crespi, la cueva y las piezas encontradas también se dice que está involucrado el Vaticano ya que allá por 1962

se enteraron de la labor humanitaria que el padre Crespi realizaba y de estos hallazgos, entonces casualmente La Santa Sede aprovechó para contactarlo y hacerle saber que le donaría una suma de dinero para que edifique un museo en donde pueda exhibir las piezas encontradas

intrigante de todo esto es que al cabo de un par de años, el museo se incendió de manera extraña y la mayor parte de la colección de hallazgos fueron consumidos por el fuego, se cuenta que el padre Crespi logró recuperar unas cuantas piezas y aseguró que las guardaría él, en un

lugar seguro, ya saben como dando a entender que había alguien que quería desaparecer a como de lugar todos esos objetos misteriosos.

A los pocos meses de la reunión, Däniken publicó la información en su controvertido libro “El oro de los dioses”, el cual vendió 5M de copias y fue traducido a 25 idiomas, entonces Moricz acusó a Däniken de farsante ya que todo lo que escribió en el libro estaba basado en la

experiencia qué él le comentó acerca de su expedición y en las fotografías de los objetos del Padre Crespi, aseguró que Däniken ni siquiera bajó a la cueva y solo permaneció en la entrada.

Luego de esto, la historia de la cueva, su misterio y las fotografías en libro El oro de los dioses se viralizaron tanto en Europa, que cuatro años después el Gobierno británico financió la más grande misión a los Tayos realizada hasta ahora.

Para este tiempo, diario El Universo informaba al país respecto a las motivaciones de esta expedición, y se leía en cada uno de sus ejemplares lo siguiente: según la información dada por el jefe militar de la parte británica, el mayor del Real Regimiento

Escocés Christopher Brownie, la principal motivación es comprobar o desmentir las versiones que la prensa internacional ha hecho eco sobre qué existe en el interior de las cavernas subterráneas” y por otra parte enfatizaba el interés puramente científico que la misión tenía

El grupo de 16 personas que Moricz reunió en 1969 quedaba corto en comparación al centenar de científicos y militares de la nueva expedición (62 ingleses y 40 ecuatorianos). Entre los expedicionarios se contaban 5 científicas inglesas y una ecuatoriana, la bióloga Laura Arcos.

Se conoce que el líder de la expedición fue el ingeniero escocés Stanley Hall. Hay una entrevista con el periodista Alberto Borges, donde Juan Moricz manifiesta que Hall lo invitó a unirse a la expedición, ofreciéndole una especie de jefatura asociada y los recursos para llegar

al lugar exacto de su descubrimiento. Moricz también contó que no se llegó a ningún acuerdo debido a que los ingleses rechazaron sus condiciones, entre ellas la de ser nombrado jefe único de la expedición o la de preservar in situ su hallazgo.

También se sabe que un ex militar del ejército ecuatoriano de apellido Jaramillo se contactó con Hall para manifestarle que él había estado en la cueva en 1946, y que conocía como llegar a aquella biblioteca metálica que había mencionado Moricz y se ofrecía a acompañarlo en la

expedición. Misteriosamente días antes de empezar la exploración, Jaramillo murió asesinado cerca de su casa.

Luego de esto, es cuando se conectaba el espacio con las entrañas de nuestro planeta, ya que quien sí aceptaría la invitación de Stanley Hall sería el astronauta Neil Armstrong. Sí, el mismísimo primer hombre en pisar el suelo lunar, viajaba desde los Estados Unidos hacia

nuestro país, y motivado por este misterio descendía a La Cueva de los Tayos para agosto de 1976.

Neil Armstrong daría declaraciones de su experiencia del descenso a la cueva, entonces, preguntó por un reportero que hablara inglés, así el periodista @CarlosVerareal cubría su ida a la Cueva de los Tayos, y le preguntaba en exclusiva:

“¿Qué fue más emocionante: explorar la Luna o la Cueva de los Tayos?", a lo que Neil Armstrong respondió: "Es difícil comparar, pero en ambos casos uno siente que va a zonas desconocidas y se aprenden nuevas cosas; en esto último son experiencias similares".

Ya de ahí uno saca sus conclusiones, ya saben, se dice que Neil era masón que tuvo experiencias con alienígenas en la luna, etc, pero eso es material para hacer un hilo de él solito 🤭

Bueno, retomando…
Las investigaciones ecuatoriano-británicas se desarrollaron por 35 días, instalando un generador de electricidad en el campamento base, a escasos metros de la boca misma de la Cueva, descendiendo a diario a las profundidades para desarrollar sus

“investigaciones geológicas y biológicas". Según el informe final, la comisión de académicos concluyó que la Cueva de los Tayos no tenía origen artificial, y que no existían indicios de trabajo humano. Todo lo había hecho la naturaleza, una conclusión bastante desconcertante

teniendo en cuenta los claros dinteles y bloques de piedra que se pueden encontrar en el sistema intraterreno, muy similares a los que halló, paradójicamente, el equipo de arqueólogos de la expedición a mitad de camino entre el campamento base

y la unión del río Coangos con el río Santiago, ahí hallaron un muro megalítico de aproximadamente 4,50 metros de largo por 2,5 metros de alto.

El espeleólogo argentino Julio Goyén, amigo de Moricz, quien estuvo presente en las primeras expediciones a la Cueva de los Tayos, incluyendo la incursión ecuatoriano-británica, sostenía que la expedición de 1976 fue financiada por la Iglesia Mormona, ya que las planchas

metálicas que aludía Moricz recordaban las propias planchas de oro que recibiera el profeta Joseph Smith de manos del ángel Moroni. Teniendo en cuenta lo que manifiesta la Iglesia Mormona en la historia de sus orígenes, se apunta a que los citados registros estarían

ocultos actualmente en algún lugar de la cordillera de los Andes, es curioso notar que la zona donde se ubica la Cueva de los Tayos se denomina "Morona", similar al nombre del "enviado" que contactara a Smith. Sea como sea, Goyén sospechaba que Stanley Hall pertenecía a los

Servicios Secretos del Reino Unido, además de formar parte de la masonería inglesa, sumamente interesada en encontrar la biblioteca metálica.

A pesar del esfuerzo de la expedición británico-ecuatoriana, la supuesta “biblioteca metálica” siguió sin aparecer. Fantasía o realidad, Moricz lo vaticinó cuando dijo: "Creo que los científicos de la expedición, tanto ingleses como ecuatorianos, llegarán a interesantes

conclusiones, y con un poco de suerte, lograrán dar con algunas piezas estimables. Pero lo principal, la biblioteca metálica, dudo mucho que la encuentren".
En aquellos días el Ministerio de Defensa ecuatoriano publicó el primer informe oficial de la expedición

En él se limitaba la extensión de los túneles a 5 kilómetros, contradiciendo la afirmación de Moricz de un extenso sistema de túneles. En cuanto a su origen, el informe manifestaba: "Las cuevas de los Tayos no constituyen un monumento arqueológico, como se ha venido afirmando

en estos días, sino uno geológico". Hay quienes afirman que mientras se daban estas declaraciones, se sacaron cuatro cajas selladas de madera que no permitieron abrir al pueblo Shuar.

En las pocas entrevistas que concedió, Moricz lanzó ideas y conceptos polémicos. En un artículo titulado "Moricz insiste en que bajo los Andes hay un mundo subterráneo" el investigador afirmaba: "Se puede caminar por toda Sudamérica debajo de la tierra".

En la misma entrevista aseguró que existen túneles que conectan con el Cusco, Machu Picchu, y que incluso uno salía al mar, lo cual acrecentaba más el misterio.

Hay quienes afirman que Moricz poseía unas 50 cajas fuertes repartidas en bancos de varios países las cuales contenían las pruebas de su descubrimiento, quizás por todo esto, según cuentan sus amigos, habrían atentado contra su vida en varias ocasiones, además de las

amenazas que recibió para que cesara de investigar, porque podría cambiar la historia, no solo de Sudamérica sino del mundo entero, así que la iglesia y el gobierno se habrían puesto en su contra negándole el permiso para que haga más expediciones a la cueva por su cuenta.

Moricz cuenta en su libro “El origen americano de los pueblos europeos”, que fueron dos razas las que construyeron ese mundo subterráneo, narra que hubo una gran catástrofe provocada por una guerra entre semidioses, estaba convencido de que en la cueva viven extraterrestres

y que la gente no estaba preparada para asimilarlo porque lo tacharían de loco.

Por otra parte, su amigo Julio Goyén narra que lo acompañó en una de sus incursiones al interior de la cueva y pudo comprobar que Moricz se movilizaba con gran soltura en aquellas galerías en la oscuridad, incluso le mencionó como llegar a una gran sala llena de objetos valiosos

cuando llegaron ahí Goyén pudo visualizar una cripta donde un hombre muy alto custodiaba el lugar, parecía como si estaba hibernando, ante esto él se quedó atónito, luego de esto Moricz lo llevó a otra sala donde había miles de laminas de oro, plata y bronce, también se podían

visualizar estatuas en oro y piedra de todas las especies de la flora y fauna de todos los continentes de la tierra incluso razas actualmente desconocidas, además carros de oro parecidos a los de los romanos, para Juan Moricz la Cueva de los Tayos, era solo una entrada más para

acceder al inframundo, ya que creía en la existencia de túneles artificiales que surcan miles de kilómetros no solo atravesando los países de Sudamérica sino de todo el mundo, construidos hace mucho tiempo por una civilización no humana antediluviana.

Moricz aseguraba que en la mitología Magyar antigua, griega, egipcia, caldea y sumeria se habla del mundo subterráneo y decía haber conocido construcciones gigantescas intraterrenas con grandes túneles y salas perfectamente labradas hechas artificialmente, el creía que aún no

estábamos preparados para saber lo que ahí descubrió y dijo que nunca encontraremos la entrada porque ahora es físicamente inaccesible.

En 1976, en la primera página de la revista norteamericana Ancient Skies, apareció un revelador artículo del filólogo hindú Dileep Kumar, quien analizando los símbolos que se muestran en una de las piezas del padre Crespi, una lámina aparentemente de oro, de unos 52 cms de alto

y 4 cms. de grosor, concluyó que los ideogramas pertenecían a la clase de escritura Brahmi, utilizada en el período Asokan de la historia de la India, hace unos 2.300 años. Cuatro años más tarde, el doctor Barry Fell, Profesor de Biología de la Universidad de Harvard

identificaba 12 signos de la lámina en cuestión con los propios signos empleados en el Zodíaco.

Ya para 1991 Juan Moricz perdía la vida en extrañas circunstancias dejándole a Julio Goyen todos sus tesoros arqueológicos, y casualmente pocos años después Julio Goyen tuvo un misterioso accidente de tránsito, a este cumulo de casualidades habría que añadirle el incendio

en aquel museo “patrocinado” por El Vaticano al Padre Crespi, donde perdió la mayor parte de los objetos que coleccionaba de la cueva, además del misterioso asesinato del ex militar Jaramillo antes de irse de expedición con Stanley Hall en búsqueda de la biblioteca metálica.

Por otra parte, el investigador guayaquileño Manuel Palacios señala que el misterio alrededor de las cuevas radica no solo en el origen de las piezas del padre Crespi o en el supuesto hallazgo de Moricz, sino también en lo actuado por la expedición de 1976. Palacios está

está convencido de que en aquel momento se ocultaron informes, evidencias fotográficas y fílmicas y que, sobre todo, se negó la real magnitud del sistema subterráneo.

Han pasado ya muchos años desde estos acontecimientos, el misterio de La Cueva de los Tayos continúa, hay muchas teorías al respecto, pero no se puede evitar que aquellas palabras que fueron parte del documento legalizado por Moricz en 1969 pongan la piel de gallina a cualquiera.

Fin del hilo

Muchas gracias por leer.

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