¿El juego de Putin se termina en Ucrania? Todo parece indicar que no y que se trata de un paso más en una secuencia más larga en la restauración del imperio ruso. Unamos datos y hechos para saber que podría suceder luego de la invasión. Sale hilo
El fin de del imperio soviético comenzó en noviembre de 1989 con la caída del Muro de Berlín y finalizó en julio de 1991, con la disolución del Pacto de Varsovia. En los años siguientes Europa Oriental se liberó del yugo y sumó casi en su totalidad a la Unión Europea y la OTAN
Todos creyeron que el imperio se había terminado. Pero Putin llegó para demostrar que luego de la derrota soviética, Rusia comenzó un lento camino de reconstrucción de su área de influencia. En ese camino, Ucrania solo una parada. Y salvo que sea detenido, no es la última
El 1 de julio de 1992 la sucesora de la URSS, la Comunidad de Estados Independientes, creó la Organización del Tratado de Seguridad Colectiva. La OTSC era un intento tímido de confrontar con la OTAN. Tanto que se inspiró en sus estatutos de defensa colectiva y hasta en su bandera
Al principio la OTSC estuvo formada por Rusia, Armenia, Bielorrusia, Kazajistán, Kirguistán, y Tayikistán, Uzbekistán, Azerbaiyán y Georgia En 1999, Uzbekistán, Azerbaiyán y Georgia dejaron la organización. Pero para ese momento había entrado Serbia como observador.
Era un mini Pacto de Varsovia formado por ex repúblicas soviéticas que de alguna manera resistían el deseo de liderazgo ruso en su periferia. Rumania, Hungría, Polonia y los países bálticos corrieron a integrarse a la OTAN. Rusia no pudo frenarlos, aun no tenía con qué
Rusia estaba furiosa por lo que consideraba una amenaza al ver que esos países no solo pasaban a ser integrantes de la Unión Europea, sino que además se colocaban bajo el paraguas militar de la OTAN. Todavía no podía hacer nada, tenía que tejer alianzas y rearmarse
En tanto Rusia atravesó la crisis económica y política de transformación hacia el capitalismo, la OTSC fue nada más un grupo de países que se juraban defensa mutua y realizaban ejercicios conjuntos de tanto en tanto. Pero desde 2008, empezó a entrenar y mostrar su musculo
En julio de 2008 Putin ordenó la invasión de Georgia. Usando el paraguas de la OSTC y la excusa de la defensa de la población pro rusa de Osetia del Sur y Abjasia, arrasó al ejército georgiano y creo dos repúblicas que solo reconocen Moscú y sus aliados. Fue el primer paso
Occidente, interesado en convertir a Rusia en un mercado ampliado, casi ignoró el riesgo detrás de la invasión a Georgia y la amputación de su territorio para crear dos repúblicas que eran en realidad satélites de Moscú. Putin, les luego dio otra oportunidad para que reaccionaran
El 23 de febrero de 2014. Rusia invadió el territorio ucraniano en Crimea. Otra vez, la defensa de los intereses de la población local identificada culturalmente con los rusos, fue la excusa. Putin se instaló y Occidente siguió sin entender el juego de las justificaciones
Y de hecho hubo otra señal previa cuando Ucrania intentó ingresar a la Unión Europea en 2012. Con apoyo ruso, las regiones de Donbás iniciaron una insurrección y el conflicto que derivó en la invasión de Crimea. Putin no quería a Ucrania en la esfera europea y avisó con tropas
Hubo otras señales antes de la actual invasión a Ucrania. Sucedió cuando Armenia y Azerbaiyán se enfrentaron por el enclave de Nagorno Karabaj en septiembre de 2020. Parecía que Armenia iba a ser derrotada, pero Rusia invocó el OTSC e instaló sus “tropas de paz” en ese país
Hubo más indicios. En enero de este año, comenzó un levantamiento en Kazajstán. El presidente kazako invocó el Artículo 4 de la ORSC y en las horas siguientes llegaron 4.000 soldados rusos y tropas de Bielorrusia, Armenia y Kirguistán. Putin, anunciaba de nuevo
Pero la señal más evidente fue el juego de tira y afloja que hizo Putin con Lukashenko, el dictador bielorruso. Desde 1999, ambos países venían negociando integrarse en una misma entidad política. La pertenencia a una misma nación eslava y la defensa mutua, eran la excusa
Lukashenko intentó negociar con Putin para que el liderazgo fuera compartido. En 2019, Putin le cerró el ducto de petróleo para su industria petroquímica. El bielorruso amagó entonces un acercamiento con la Unión Europea y hasta mandó señales de querer colaborar con la OTAN
Pero en agosto de 2020, el bielorruso enfrentó protestas masivas e “inesperadas” por el resultado de las elecciones en las que ganó por 80% de los votos. Los observadores europeos hablaron de fraude. Lucashenko habló con Putin. Sospechaba de su socio, pero estaba aterrorizado
Las protestas obedecían un poco a que los comicios fueron un fraude, que muchos estaban hartos del dictador y a que el país estaba en una crisis económica severa provocada por Rusia al cortarle suministros de gas, petróleo y alimentos. Putin era el problema y la solución
Ante el amague pro occidental de Lukashenko, Putin solo tuvo que abrir otra vez la válvula de gas y petróleo el dictador de Minsk se calmó y estuvo listo para obedecer a su Petro Daddy. Lo primero que hizo fue aceptar un pedido para hacer maniobras en la frontera con Ucrania
La OTSC fue invocada nuevamente hace horas. Bielorrusia dice que Rusia fue agredida y además de prestarle su terreno, va a enviar sus tropas para combatir junto a las de Moscú en Ucrania. Lo que parecía una alianza de papel, empieza a tener un alcance que nadie había previsto
Vamos entendiendo que el juego de Putin se basa en tres factores: lograr escusas para ir en ayuda de minorías o gobiernos amigos, usar la OTSC como apoyo y justificar sus acciones con la presencia de un riesgo inminente para sí y sus aliados en un territorio dentro de su alianza
Putin va dibujando un área de seguridad más allá de sus fronteras y empieza a extender esa línea a las zonas en donde se encuentran sus aliados. Tiene la OTSC, avisa los riesgos y ahora busca excusas. Entonces, donde haya una posible excusa, habrá un riesgo de acción militar
Cuando EEUU se retiró de Afganistán. Putin organizó “ejercicios militares” de la OTSC con Kirguistán, Tayikistán y Turkmenistán, vecinos norteños de Kabul. Con esa excusa, logró acordar con los talibanes un gasoducto a través de su territorio para llegar a la India y China
Hay otro elemento importante en el avance de Putin. En la medida que los países de la ex esfera soviética adoptan sistemas democráticos más avanzados, más se alejan de Moscú. A la inversa, la OCTC está plagada de autócratas, a excepción de Armenia y Serbia. No es un factor menor
Esta alianza sirve como escudo ideológico y un imán para gobiernos alérgicos a las libertades. Irán y Siria negocian su ingreso al OTSC. Moscú cerró un acuerdo con la Organización de Cooperación de Shanghái, organización liderada por China con idénticos objetivos en Asia Central
Por eso la OTSC le sirve además a Putin para crear una imagen de consenso externo y de actitud defensiva. Y el pacto militar le permite encontrar el apoyo diplomático en regímenes afines y quebrar en parte el aislamiento internacional que crea con sus sucesivas acciones militares
Incluso Serbia, observador dentro de la OTSC, condenó el ingreso de tropas rusas a territorio ucraniano pero se negó a sumarse a las sanciones que le imponían muchas naciones. No obstante, el uso que hace de esa alianza trae un riesgo implícito y grave en varios aspectos
Si Putin sigue usando a la OTSC para su estrategia política, las sanciones se van a tener que ampliar a sus miembros en la medida que se establezcan como parte del bando agresor. El peligro es entonces se propaguen los conflictos mucho más allá de Rusia y Ucrania
Y al extender el conflicto, la tensión crece en los países que no son fronterizos con Rusia pero si con sus aliados. Es el caso de Polonia, Letonia y Lituania y su vecino bielorruso. Estos son justamente algunos estados ex comunistas que Putin quiere que la OTAN deje de amparar
O lo que es peor, al involucrar a sus aliados de la OTSC, los países que lindan con alguno de ellos pueden quedar en la mira de Moscú. Luego de la actitud mostrada por Putin en Ucrania, ser alcanzados por una acción militar rusa es una contingencia que ya no puede ser descartada
Putin no podía ir hacia muy al sur porque chocaría con los intereses de China, con quien no quiere confrontar. Hacia el norte está el Ártico. Al Este, el mar de Barents. Turquía que está aliada con Azerbaiyán y es parte de la OTAN, frena su crecimiento hacia el sudeste ¿Dónde ir?
Si Putin quiere vengar las sanciones y el envío de armas a Ucrania, la lógica indica que debe mirar hacia el Oeste y entonces tenemos que buscar un lugar donde pudiera encontrar una excusa para una nueva escalada de tensiones. Tiene que tener población rusa y un riesgo plausible
El olblast de Kaliningrado es un territorio ruso entre Lituania y Polonia. En el pequeño espacio arrancado a Lituania en los acuerdos de independencia de 1991 en donde viven 786.000 rusos. Pero además tiene una inmensa base militar con miles de soldados y misiles nucleares.
Kaliningrado está aislada por estar dentro de la zona de exclusión aérea contra Rusia y el paso desde Bielorrusia trabado por el cierre de la frontera con Polonia y Lituania. Las armas que envían esos países a Ucrania para destruir aviones y tanques rusos, aumentan la tensión
El problema que plantea Kaliningrado es que además de ser la justificación perfecta para intentar recuperar los estados bálticos o intentar sacarlos de la esfera de la Unión Europea, son estados miembros de la OTAN. Eso implica un riesgo de guerra real con esa alianza
Los tres estados bálticos tienen poblaciones de rusos étnicos heredados de la era soviética. Solo basta una chispa que los involucre para desatar una crisis. Kaliningrado y sus vecinos son ideales para que Putin dé otro paso en su plan imperial. Es un juego en extremo peligroso
Si Putin quisiera usar otra vez la excusa de la defensa de rusos étnicos, tiene un total de 25 millones repartidos en su periferia. La mayoría en los países del este europeo. Allí donde haya una tensión y un grupo prorruso, Putin puede hallar una excusa y fabricar un conflicto
Por ejemplo en Moldavia, otra ex república soviética en donde hay focos de prorrusos que reclaman autonomía. Ese país también pidió ingresar a la Unión Europea en 2021 y provocó la ira de Putin, que le advirtió que ni lo intentara. Para llegar a Moldavia hay que pasar por Ucrania
Entonces, entendemos que el juego de Putin se inició desde su asunción en mayo del 2000 y lleva ya 22 años. En cada conflicto obtiene un territorio y consolida su alianza con los miembros del OTSC. Con invasiones, revueltas y amenazas, avanza pacientemente hacia su objetivo
Mientras tanto usa a la OTSC al obligar a cada uno de sus miembros a tomar una posición confortativa con sus adversarios. Putin no es un loco, ni un tonto ni un improvisado. Mientras muchos lo califican desde la psiquiatría, prospera con paciencia en el campo estratégico
En su avance sobre Ucrania, Putin sumó enemigos, pero también a los países dentro de la OTSC que ampliaron su proyección estratégica. No son potencias militares o económicas, pero le dan respaldo internacional y zonas de despliegue. Además, para potencia militar sobra con Rusia
Lo cierto es que si Putin quería calentar las fronteras y crear excusas para avanzar en sus ideas militaristas y en su plan para recrear el imperio ruso, va logrando su objetivo. Hubo consecuencias económicas y diplomáticas. Si el objetivo es imperial, es un costo aceptable
Ese sacrificio nos recuerda que Putin fue formado en la escuela soviética, esa nación que fue capaz de acumular arsenales inmensos mientras se sumergía en el subdesarrollo. El objetivo político es lo que manda. Entender esto, es crucial para prever los tiempos por venir
Por la suma de los motivos que fuimos aprendiendo, no es muy útil considerar a Putin un hombre fuera de control. Hay una secuencia lógica, un plan disciplinado que sigue hace años y un propósito concreto que es convertir a Rusia en un imperio nuevamente a toda costa
Mientras lo acusaban de insano, Putin sumó a Bielorrusia a su harén, consolidó la OTSC y acercó a China. Y convenció al mundo que es posible de todo, incluso de usar la opción nuclear. Se enfrentó a la OTAN y amenaza con seguir adelante. Está decidido y tiene un propósito claro
Justamente, la imagen de un líder alienado capaz de un holocausto atómico para responder a sanciones económicas es parte de la leyenda que ha creado y que hace creíble cualquier amenaza que pudiera plantear. Ordenar bombardeos a ciudades, consolida su leyenda temible
Putin no necesita llegar a una guerra abierta. Solo pasar a la siguiente casilla de su juego y crear un nuevo foco de crisis. Nagorno Karabaj hizo olvidar a Georgia; Crimea a Nagorno Karabaj, Donbás a Crimea, Kiev a Donbás. Quizás Kaliningrado o Moldavia hagan olvidar a Kiev
Putin sabe inventarles a sus adversarios un nuevo problema mientras intentan resolver el anterior que les creó. No importa a quien está pisando, lo que importa es donde está por poner la otra bota. Como un carterista, distrae con una mano mientras con la otra, hurta territorios
La convicción que todo vale para reconstruir el imperio y el orgullo perdido ante el enemigo, son más fuertes que cualquier consideración moral. Es una idea común en muchos líderes desde el Kahn a Stalin. Putin tiene una lógica y una ruta. Veamos cual es la siguiente parada
PS: es entendible e inevitable insultar a ciertos líderes ante sus acciones criminales. Pero comprender la lógica que los mueve, es urgente para anticipar sus movimientos y saber que se proponen realmente. Más apremiante aún si retiene a 44 millones de ucranianos como rehenes
Continúo publicando gracias a los que me apoyan para seguir haciendo periodismo libre, sin sugerencias de anunciantes y funcionarios
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