Todos conocemos la Torre Eiffel, una de las construcciones más icónicas del mundo que se eleva 330m sobre el suelo. Pero, ¿y bajo el suelo?¿Acaso esta estructura desnuda que parece no esconder nada guarda algún secreto? Hoy te enseño dos partes no tan conocidas de la Torre Eiffel
Pobre Torre Eiffel que todos los días ve miles de turistas que de espalda se hacen fotos saltando o haciendo como que le agarran la punta. Cuántas parejas habrá visto sonreír acaramelados 2 segundos para la foto y luego 5 minutos muy serios cada uno publicándola por separado
¿Qué se puede decir de la torre que no sepamos ya?
¿Que el proyecto nació en EEUU?
¿Que cuando le presentaron el proyecto a Eiffel pasó de los creadores como si le hubiesen pedido un aumento de sueldo?
¿Qué tiene un búnker que fue un secreto durante 70 años? Espera, ¿qué?
Pues sí, hoy os quiero hablar del búnker de la Torre Eiffel. Y es que la Torre ha tenido más vidas que 14 gatos. Se construyó para una expo internacional para gloria de Francia y como reclamo turístico y terminada la Expo no se sabía muy bien qué hacer con este mamotreto rojo
(sí, al principio fue roja) pero Eiffel ya se había encariñado con ella y no quería que la desmontasen y buscaba como loco qué uso darle. Así que sirvió para experimentos científicos y como antena de telégrafos. En 1908 llegó a contactar a una base naval a 6000 km de distancia
Como el telégrafo servía para comunicaciones militares por el barrio empezó a haber mucho hombre de uniforme y si en algo son buenos los franceses es en quejarse por todo. Empezaron a quejarse de que en el barrio había mucho soldado. ¿Solución? Esconderlos bajo la alfombra
Así, bajo el césped de los Campos de Marte (Champs-de-Mars) se contruye en 1909 un búnker que sirve de estación de radiotelégrafos (foto del bunker en 1924). Cuando en 1914 estalla la I Guerra Mundial la Torre y su bunker cobran una importancia estratégica fundamental.
Terminada la guerra la torre siguió sirviendo de antena. De hecho nunca ha dejado de serlo. Ha sido antena de radio, televisión, telefonía… Aunque todavía le quedaba una guerra y esperemos que la última.
Porque llegó la II Guerra Mundial y por París apareció este cabrón que demuestra que por muy hijoputa que uno sea nadie se resiste a hacerse una foto delante de la Torre Eiffel. La pobre, ha tenido que ver cada cosa… A los nazis les vino fenomenal esta antena de 300m
Afortunadamente la guerra la perdieron los nazis. Por cierto, en la liberación de París la Nueve, una compañía formada por españoles, fue la primera que entró en la ciudad. Pero eso es otra historia. Ahora estamos ya a mediados del s. XX ¿qué hacemos con el búnker?
Lo cierto es que hoy en día el búnker se sigue usando porque es muy útil. Miremos de nuevo la Torre. La torre no es un edificio, es una estructura extremadamente liviana (otro día hablaremos de edificios parisinos que usaron más hierro en el s. XIX) donde no se puede esconder na
Y gestionar un monumento tan grande con tantísimos visitantes necesita de personal y logística. Por lo que hoy en día el búnker alberga espacios para los trabajadores y almacenes para los restaurantes de la Torre ayudando a que uno de los monumentos más famosos del mundo funcione
De hecho, si miramos esta foto actual del búnker, más parece un edificio de oficinas feo que un búnker.
Y ahora viene el bonus. Hay otro espacio bajo tierrra fundamental para la Torre que a mí me parece super interesante: la sala de máquinas de los ascensores
El mismo día que visité el búnker pudimos acceder a la sala de ascensores. Cuando vemos la Torre pensamos que la proeza es la altura a la que llegó. Pero construír algo tan alto presenta problemas más allá de que la estructura aguante.
Un elemento fundamental que permitió la profileración de los rascacielos modernos son los ascensores. Y los de la Torre Eiffel eran un elemento crucial y único. Había que transportar a mucha -muchísima- gente cómoda y rápidamente todos los días
La Torre aún cuenta con ascensores cuya maquinaria data de 1899, únicos en el mundo por su funcionamiento y características. Los de la torre oeste fueron restaurados de 2008 a 2014 y están en perfecto estado. Recorren al año 103000 km, 2.5 veces la distancia Tierra-Luna
Ver esta maquinaria con más de 100 años funcionar con precisión y seguridad es todo un espectáculo
Los ascensores son hidráulicos, esto es, con un fluido y un pistón se realiza el movimiento. Pero como la torre tiene una inclinación que va cambiando, lo que mueve el pistón es un carro que va sobre raíles en horizontal
A través de unas poleas se conecta el carro a la cabina del ascensor y esta se desplaza por los pilares de la torre, corrigiendo su inclinación. En este vídeo se ve cómo el pistón y el carro horizontal se mueven
Para terminar la visita de este día, subimos al techo del restaurante que hay en el 2º nivel. Aquí se puede ver que la Torre Eiffel es como un átomo, la mayor parte de su volumen es vacío. Es grácil, liviana y elegante como una bailarina de ballet
Otro bonus. ¿Véis todos esos picos blancos en la torre? Son las luces de chiribitas que se encienden 5 minutos cada hora cuando es de noche. Porque si de día es bonita, de noche es…
Y, para terminar, un consejo. Sé que si vas a París querrás subir a la Torre Eiffel. Pero yo recomendaría subir a la Torre Montparnasse, que es el mamotreto ese horroroso que se ve aquí. Por varios motivos.
1) hay menos colas 2) vale más barato 3) no tienes que pasar un super control de seguridad 4) se ve París exactamente igual de bien, con la diferencia de que sí ves la Torre Eiffel y no ves la ̶T̶o̶r̶r̶e̶ ̶d̶e̶ ̶S̶a̶u̶r̶o̶n̶ digo la Torre Montparnasse
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Por seguir con el París subterráneo, el próximo día conoceremos una ciudad enterrada bajo París.
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