Daniel Aquillué Profile picture
Doctor en Historia, divulgador histórico, siglo XIX. 📘#EspañaConHonra 📕#GuerraYcuchillo 📖#Soldados 📙#ArmasYvotos #HistoriaHonesta #TwitterHistoria

Apr 20, 2022, 61 tweets

HILO de aventuras decimonónicas.
Corría el año 1838 cuando un noble italo-polaco afincado en Francia decidió iniciar un viaje de dos años por España y Portugal. Se trataba de Karol Dembowski. Durante el mismo escribió numerosas cartas, compiladas a modo de diario.

Karol enviaba cartas a la condesa de Bouska, Visconti y Mujelob; a los señores de Merimée, de Stendhal, barones Treechi y de Maestre. España estaba en plena guerra civil, la Primera Guerra Carlista (1833-1840), mientras que Portugal acababa de salir de una similar en 1834.

El viaje comenzó el 31/1/1838. Karol cruzó los Pirineos y llegando a Urdax. Tenía miedo ante posibles pues el país estaba "en una de esas crisis de transformación social” y “metamorfosis política”. Urdax era un bullir de gentes: refugiados, contrabandistas, espías, gendarmes...

Básicamente, su conclusión de la frontera franco-española es que era un descontrol. Por ahí se colaba todo el mundo. Armas y suministros para los carlistas también, a pesar del Tratado de la Cuádruple Alianza.

El 1 y 2 de febrero de 1838, Karol pasó por Canfranc y Bernúes, Allí se topó con un alemán que se hacía pasar por correo de la embajada austriaca, y la desgraciada Legión Extranjera Francesa, o lo que quedaba de ella tras las batallas. Sin que nadie se acordase de ellos.

Un sargento francés se quejaba de que "Francia abandona a sus hijos, ¿por qué España, a la que hemos prestado servicios tan grandes, no nos adopta al fin? De seis mil combatientes que éramos al desembarcar en Tarragona, hace 2 años, 3000 han sucumbido ya".

El 3 de febrero de 1838, en Ayerbe, Karol escribe la obsesión española por el chocolate pues "Me lo dan antes y después del almuerzo, luego de merienda, después de cenar”. También manifiesta que el Alto Aragón es de espíritu liberal y el buen corazón de los montañeses.

El 4 de febrero de 1838 entraba Karol en Zaragoza. Sus compañeros de viaje le contaron los prodigios de valor de 1808 y 1809, viendo aún ruinas en la ciudad. Visitó la Seo "edificio gótico de la mayor belleza", la Aljafería y admiró la Torre Nueva. Se hace eco de rondas y coplas.

El 8 de febrero de 1838 hacía parada en Ariza. Ninguno de sus compañeros de diligencia hablaba. El miedo era omnipresente, Las partidas carlistas rondaba la zona ya saltaban caminos. Allí se entera de una curiosa historia, de la una posadera llamada Catalina...

Resulta que una italiana, Catalina, regentaba una posada. Enterada por los gritos de un correo asesinado, de que se acercaba una partida carlista, escondió a sus huéspedes en el granero. Cuando el cabecilla carlista entró, ella se resistió y los asaltantes se dieron media vuelta

Una vez llegó a Guadalajara, Karol hizo referencia a la desolación del país a causa de la guerra. Cuenta algo que es más que anecdótico (mi srio. ha documentado): había pueblos con 2 ayuntamientos, uno liberal y otro carlista. Supervivencia de las comunidades.

Dembowski describió Madrid con un aspecto triste. En sus puertas se levantan reductos, las familias ricas habían emigrado, había mendigos hambrientos, la reina vivía enclaustrada... A pesar de ello, Madrid “es una ciudad moderna del género italiano".

El 2 de marzo de 1838, asistió al carnaval. La Milicia Nacional madrileña, los de a pie, celebraron una comparsa política de escarnio contra el carlismo. Un miliciano le dijo que "más vale morir peleando que quemado por la Inquisición".
Más info en 📙#ArmasYvotos

Estando en la capital española, le llegaron las noticias de "la defensa admirable que han hecho en la inmortal Zaragoza hombres, mujeres y niños" el 5 de Marzo de 1838, y como "Esteller ha sido fusilado por el populacho delante de la lápida de la Constitución" acusado de traidor.

El 12 de marzo de 1838 asistió a una sesión de Cortes. Nada que ver con las de ahora. Fuera "grupos, con armas ocultas debajo de las capas, estaban preparados delante del Congreso". En el interior debaten sobre el Cinco de Marzo en Zaragoza y las medidas de guerra.

Traza perfiles políticos. Así, San Miguel es "uno de los hombres más puros", Caballero de "doctrinas radicales", Sancho "orador fácil", Navas "vehemente", Toreno "recuerda a Thiers", de la Rosa tiene "elocuencia poética" y Galiano es el mejor orador...

Durante su estancia madrileña tiene tiempo de hablar de los teatros, de las modas que se siguen, del pueblo. Se fija en los manolos, milicianos, aguadores y serenos. "Soy por lo demás tan noble como vos" escuchó decir a un manolo dirigiéndose en la calle a un ministro.

Karol nos habla de la Puerta del Sol como centro de todo, de la propaganda liberal en forma de aleluyas, de los cafés, de los motines de 1835 y la Revolución de 1836, y de la Tía Cotilla...

Indica cómo Quesada reprimió a los milicianos en 1835, pero acabó mal en 1836: el "desgraciado Quesada, asesinado en Hortaleza, en tanto otros furibundos exponían las orejas, clavadas en una tabla en una tabernucha de la calle de la Montera".

Y la Tía Cotilla, María de la Trinidad, participó en el contra-motín de 1835, asesinando a navajazos o arrojando por ventanas a liberales en el barrio Maravillas, mientras gritaba "buena sangre de negro"...

Eso sí, la Tía Cotilla fue apresada y tres años después ejecutada a garrote vil, cosa que presenció Karol Dembowski. Los milicianos a caballo controlaron el furor de los de a pie, que querían venganza, gritaban contra moderados y burgueses, y a favor de la Constitución.

Cómo no, un viajero del XIX, en España, tenía que ir a los toros. Y allá se fue Karol el 17 de mayo de 1838, fijándose en todos los detalles, viendo allí "el verdadero pueblo español, con sus pasiones".

Desde Madrid, Karol visitó varias ciudades castellanas. Del 15 al 17 de abril estuvo en Toledo. De allí son reseñables dos anécdotas. Un barbero, don Pablo, liberal exaltado que hablaba de Voltaire mientras afeitaba, y que le llamaron la atención en la catedral.

Karol se puso a dibujar tranquilamente la catedral, pero un clérigo se acercó, tocó el hombro e indicó estaba prohibido hacer dibujos. Aquel "hombre intratable" le dijo que podía comprar estampas de la catedral en una tienda cercana. Desistiendo, Karol salió sin su dibujo...

El 1 de junio Karol visitó Aranjuez y el 5 El Escorial. Habló con campesinos que querían de rey a D. Carlos. Un oficial le contó su experiencia prisionero de los carlistas tras Villar de los Navarros. Reflexionó sobre la guerra civil, viendo que ambos bandos tenían misma fuerza.

Karol Dembowski escribía, camino de Segovia, que: “Déjese a este pobre pueblo español, tan desacreditado por quien no le conoce, despojarse de los tristes legados de su pasado monacal, y se le verá ponerse bien pronto al nivel de las naciones más adelantadas”.

El 15 de junio de 1838 se encontraba camino de Segovia, despachando conversación con el carretero Manuel García, "un zagal" que había sido campanero y soldado, llevando "una bala carlista alojada en los riñones".

El 15 y 16 de junio de 1838 estuvo Karol en Segovia, donde le contaron la extraña defensa del verano 1837 ante el ataque carlista de Zariategui y, por otro lado, se dio un buen susto, nuevamente a costa de sus dibujos, como en Toledo...

En Segovia le contaron su desastrosa defensa por los milicianos, quienes se atrincheraron en el acueducto ante el ataque carlista. No tenían espacio ni para dar media vuelta con el fusil. Karol todavía pudo ver manchas de sangre en esas piedras.

“Permitidme daros un consejo. No os paréis jamás, papel y lápiz en mano, en un punto cualquiera de un país en que arde la guerra civil" nos dejó escrito Karol, Estaba, el 16 junio de 1838, dibujando el Alcázar de Segovia cuando ¡le detuvieron! Los soldados pensaron era un espía.

Entre el 8 y 12 de julio de 1838, Karol se unió a un convoy que atravesaba Castilla La Mancha. Vio, nuevamente, el terror y desastres de la guerra, los refugiados, los soldados que luchaban sin cobrar, la miseria...

El 12 de julio de 1838 cruzó Sierra Morena, pasó por La Carolina y Bailén. Allí se enteró de una conspiración carlista... En Andújar, el día 13, Karol se vio acribillado a preguntas: “¿Por qué abandonáis [los franceses] el tratado de la Cuádruple Alianza?¿Por qué no intervenís?".

Siguió camino por Córdoba y Écija, donde dejó patente que “un calor tan insoportable", entrando en la "hermosa y altiva Sevilla" el 16 de julio de 1838. Allí estuvo hasta el 25 de agosto, y Dembowski quedó encantado. Imágenes de @BNE_biblioteca

En Sevilla, Karol recoge varias coplas, asiste al fusilamiento de varios soldados que quisieron desertar a las filas carlistas, escucha a los milicianos entonar el Himno de Riego, describe sus monumentos y calles, casas y patios, habla del carácter afable de los andaluces...

En Sevilla, Karol dice también que "Los gitanos son quizás los únicos que han ganado algo con la supresión de los conventos, a causa de lo poco que les querían los frailes. Actualmente dominan en el barrio de Triana”.

Karol Dembowski aprovechó para visitar Itálica, de cuyas excavaciones dice están “siempre suspendidas por no haber dinero”.

Ya desde Cádiz escribe sobre su última visita Sevilla, el antiguo castillo de la Inquisición, cuyas paredes estaban cubiertas de insultos hacia el Tribunal del Santo Oficio, "lo cual prueba cuán grande es la revolución que se realiza cada día más en las ideas de los españoles".

Dejando, al fin, Sevilla, nuestro viajero arribó a Cádiz el 31 de agosto de 1838. Ya llevaba suficiente tiempo por tierras andaluzas como para desmontar tópicos, pues escribió estar “persuadido de que se acusaba con excesiva ligereza a los andaluces de perezosos”.

El 14 de septiembre de 1838, Karol Dembowski arribó a Lisboa. Describe la política portuguesa, las divisiones entre los liberales lusos, y como los miguelistas están desarmados y en los distritos rurales. Dice que "La reina “Doña María es querida generalmente”

El 19 de septiembre de 1838 arribó a Oporto nuestro viajero. Allí vivió las elecciones portuguesas y el "estrépito de las canciones patrióticas con que los exaltados festejan el resultado de las elecciones de nuevos diputados".

Karol Dembowski señala la gran violencia política que había en Portugal: bastonazos y sablazos. Los moderados portugueses maldicen la nueva Constitución que "hace electores a todos los soldados".

Karol aprovecha su estancia para narrar el Sitio de Oporto durante la guerra civil portuguesa (1826-1832), hablando de la "bravura y constancia de Don Pedro" y los "combates encarnizados con los miguelistas". Nota: Como veis, nuestros vecinos tuvieron otro XIX agitado.

Luego continúo.

II parte del hilo decimonónico sobre el viaje de Karol Dembowski por España y Portugal en 1838-1840.
De Cádiz pasó a Lisboa y Oporto, para regresar luego a tierras andaluzas.⬇️

En Portugal, Karol Dembowski vio un duelo político en plena calle, entre un soldado de infantería exaltado y un lancero de caballería moderado, acabando el segundo con la bayoneta del adversario en las tripas, eso sí, tras haber cercenado de un sablazo la mano del infante.

Karol señalaba que el "espíritu exaltado ha subsistido en Cádiz", habla de la Constitución de 1812 forjada bajo el estruendo del cañón, de los 2 teatros que hay, de la decadencia del comercio con América, de la resistencia de 1823...

28 de septiembre de 1838: “Sabéis toda mi parcialidad con los ingleses: pues bien; aquellas casacas rojas, cuya vista me era tan agradable en Inglaterra, produjeron entonces en mí la misma impresión penosa que debe sentir todo buen español al poner el pie en Gibraltar”.

Tras escandalizarse con el contrabando en Gibraltar, Karol Dembowski pisó nuevamente suelo español, llegando a Málaga el 4 de octubre de 1838.

El 4 de septiembre Karol visitó el castillo de Gibralfaro, donde un artillero le dijo que “Se nos utiliza aquí en la guarda de unos cuantos prisioneros exaltados, porque aun cuando se diga que tenemos libertad, os aseguro sin embargo que el despotismo pesa todavía".

El 7 octubre 1838, camino de Granada, Karol recoge un diálogo en una Venta, entre “un miliciano exaltado, al que encontré esta mañana cerca de Loja, y uno de mis tres criados, el licenciado del presidio”. El día 8, Karol Dembowski visitó la Alhambra quedando encantado.

El 22 de octubre, se alojó por 5 pesetas en casa de “doña Mariquita, una buena señora que se gana la vida bordando cruces de San Fernando y cuellos de uniforme”. Se alojan también un cura joven, un oficial de dragones; 2 músicos, un médico y un procurador.

Los huéspedes debatieron ardientemente de política internacional y nacional y "han deducido, como una consecuencia inevitable, que se podría en España proclamar igualmente a don Carlos, la Constitución de 1812, si se quiere incluso la república, o hacer revivir el despotismo".

El 25 de octubre de 1838, en Málaga, Karol conversa con un veterano de 1808, don Paco, el cual llama a Napoleón como "Napoladrón", a José I "el Gran Pillo" y a Murat "el Anticristo", pero exclama “¡Oh, si España tuviera su Napoleón!”. @AlbertoCdP

De Málaga, Karol cuenta muchas más cosas: "cuán grande es la revolución que se ha realizado entre los españoles", la represión de Palarea, o cómo sus compañeros huéspedes bebieron anís y cantaron el Trágala.

Tras pasar el 17 de noviembre de 1838 por Cartagena, el día 18 arribó a Valencia. Allí, habla de la terrible guerra, de las represalias contra los carlistas en la ciudad y los numerosos campesinos que afluyen a ella huyendo de sus casas ante las exacciones de partidas carlistas.

En la Valencia de noviembre de 1838 reinaba el miedo, la miseria y el desorden. El general Méndez Vigo fue asesinado en un motín, cuando quería detener a una multitud que pretendía entrar a la cárcel a matar a los carlistas presos. La guerra está cerca de los muros de la ciudad.

El 23 de diciembre de 1838, Karol pasó por Tarragona, donde recuerda el saqueo francés de 1811, en Barcelona el día 28 habla de las crueldades del carlista Conde de España. En enero de 1839 pasó a Mallorca, donde culminó la primera parte de su viaje. Volvió a España en 1840.

Acabada la guerra, Karol fue al P. Vasco. El 22 de septiembre de 1840 entró en Bilbao donde el “fuerista Agustín ha bautizado recientemente a sus mulas, en honor de los dos jefes, cristino y carlista, que firmaron en Vergara el convenio de la paz”, llamándolas Marota y Espartera.

Tras escribir sobre diversos horrores de la guerra, el 10 de octubre de 1840, desde Pamplona escribió Karol Dembowski: “Dos días más y habré pasado los Pirineos. ¡Adiós España; mis votos te acompañarán siempre!”.

Y esto es solo una pequeña parte... Los escritos de Karol Dembowski los usé como fuente para mi tesis y su formato libro 📙#ArmasYvotos ⬇️
ifc.dpz.es/publicaciones/…

Nota: como es un hilo "reciclado"🤭... he copiado hasta alguna errata😅🤣

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