Este monumento representa algo que sucedió en un lugar. Pero está erigido en otro, porque en ese lugar nunca será posible. Y está relacionado con cómo los armenios se convirtieron en el pueblo de los libros.
Hoy, #DiaDelLibro, hablamos de páginas recuperadas. Dentro minihilo🧵
Armenia es una región del mundo que ha sufrido muchas incidencias históricas. Se la han disputado múltiples pueblos. Dicen que por eso, Dios, en contraprestación por todas sus tribulaciones, les ha regalado el paisaje natural más hermoso del mundo. Aquí, de fondo, el monte Ararat
Hablar del famoso monte Ararat (donde encalló el Arca de Noé) y de Dios es importante en este lugar, pues Armenia fue la primera nación que adoptó formalmente el cristianismo. Claro que, a principios de siglo, la Armenia histórica formaba en buena medida parte del Imperio Otomano
Pero las relaciones entre los turcos y la minoría armenia siempre fueron conflictivas. Cuando estalló la 1ª Guerra Mundial y el mundo miraba a otro lado, el Imperio Otomano aprovechó para exterminar de manera sistemática a los armenios. Comenzó en Estambul el 24 de abril de 1915
No vamos a entrar en detalles sobre el genocidio, pero las masacres fueron brutales. En aquella época, los armenios que pudieron huir lo intentaron. Procuraban salvarse a ellos mismos, pero también otras cosas: su cultura, su civilización, su idioma. Y eso pasaba por los libros
Cuenta el reportero Ryszard Kapuscinki que los armenios, cuando huían, cargaban con los libros que podían. De hecho, si un libro era muy grueso, dos amigos podían partirlo en dos y cada uno se llevaba una parte. Esperaba que algún día fueran capaces de juntar las dos mitades
Las víctimas se contaron por miles. Pero por suerte, los otomanos no consiguieron su objetivo: algunos armenios sobrevivieron.
De hecho, el Imperio colapsó tras la guerra. Armenia, en cambio, hoy cuenta con un país propio (aunque hay zonas de la Armenia histórica en otros países)
Además, miles de armenios ("el pueblo que sobrevivió") andan repartidos por todo el mundo. Varios monumentos han reconocido el denominado genocidio armenio, aunque sería difícil encontrar ninguno en Turquía, país que sigue negándolo de manera absoluta
De hecho, éste que colocamos al principio se levantó en la plaza Taksim, un céntrico enclave de Estambul donde antes había un cementerio armenio, en 1919. Sin embargo, por supuesto, no sobrevivió a posteriores remodelaciones urbanas.
Su destino actual es incierto pero, si sobrevive en algún lado, es en sus homólogos en todo el mundo... Y, por supuesto, en los armenios que se salvaron. Entre algunos de sus descendientes se encuentran Charles Aznavour y Ara Malikian. Y también en sus libros.
Hoy es es #DiaDelLibro y he querido hablar del genocidio armenio, de cuyo inicio mañana se conmemora el 107º aniversario. Hay varios libros que tratan este tema (incluyendo uno de Kurt Vonnegut), pero la idea de este hilo se me ocurrió por una película:
También, para los que disfrutéis más de los hilos, a lo largo de los últimos tiempos he publicado unos cuantos:
Hoy era día de libros, pero mañana, a eso de las 10, hablaré de cine. A pesar de que va a ir de catástrofes, creedme, os vais a divertir. Y hasta podréis decidir cuál es la hecatombe que más os gusta.
Para finalizar: de los armenios llegó a decirse que su patria, que se había volatilizado, estaba en los libros que portaban consigo. A semejanza de los hombres-libro de Fahrenheit 451, nosotros también somos los libros que llevamos en nuestra memoria.
Feliz día y buenas lecturas
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