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Luminous beings are we, not this crude matter. Legends & Canon. Star Wars is for EVERYONE. Colaborador en @bibliotecaJedi y @LBeskar (y su backup, @DeBeskar).

May 12, 2022, 109 tweets

Como dije antes: la biografía actual de uno de los personajes que más me gustaron en La Venganza de los Sith y en Clone Wars (tanto la de Tartakovsky como la de Filoni).

Hoy, el temible y mortal General Grievous.

Abro hilo.👀👇

PARTE 1:
Nacido en el planeta Kalee del Espacio Salvaje, Qymaen jai Sheelal veneraba a los señores de la guerra de su planeta desde la niñez, viéndolos volver a su hogar con saqueos de guerra de mundos conquistados.

Con el tiempo, Sheelal escaló rápidamente por la jerarquía de Kalee, convirtiéndose en un guerrero temido y, finalmente, en un señor de la guerra tras aprender táctica de guerrilla durante una guerra entre los Kaleesh y los Yam'rii, una especie insectoide del planeta Huk.

Sheelal se convirtió en uno de los grandes líderes militares de su pueblo, acostumbrando a recoger las armas de sus enemigos caídos como trofeos. Era conocido por su falta de piedad y de escrúpulos, ganándose la reputación de ser un individuo muy sangriento, y por su juego sucio.

Cuando la República Galáctica envió a los Caballeros Jedi para ayudar a los Yam'rii en el conflicto forjó una vendetta personal contra ellos. Sheelal tomó el sobrenombre de "Grievous", formó un equipo de guerreros conocidos como Izvoshra y recrudeció sus tácticas.

Se embarcó en conquistas más allá de su sistema planetario natal, como los antiguos señores de la guerra Kaleesh antes que él. Durante su vida doblegó naciones, asesinó a reyes y masacró a leyendas, como al campeón Wookiee de Kashyyyk o a un guerrero Skrilling, a quien decapitó.

A lo largo de sus batallas desarrolló una relación amor-odio con los droides. Admiraba su fuerza y visión lógica, pero también los odiaba. Su furia, sin embargo, se centró en los Jedi, a quienes veía como gente imposible de derrotar gracias a sus habilidades sobrenaturales.

La infamia de Grievous llegó a oídos de los Sith Darth Tyranus y Darth Sidious, que vieron un gran potencial en él. Grievous se convirtió en un agente del Clan Bancario, que rechazó a sus guerreros Izvoshra y los reemplazó por los droides de combate IG-100 "MagnaGuardias".

Los Sith, tras haber estado realizando experimentación cibernética, convirtieron poco a poco a Grievous en un cyborg a fin de satisfacer su ansia de derrotar a los Jedi en combate. Parte de sus brazos, piernas, tronco y, finalmente, la cabeza fueron poco a poco mejoradas.

Cuando sucedió la Crisis Separatista, el Conde Dooku de Serenno se convirtió en Jefe del Estado de la Confederación de Sistemas Independientes. Dooku vio en Grievous el individuo que necesitaba para comandar los ejércitos droide.

Dooku urdió un plan junto a San Hill, Jefe del Clan Bancario Intergaláctico, y Poggle el Menor, Archiduque de Geonosis, para sabotear la lanzadera de Grievous, quien acabó con su cuerpo prácticamente destruido, y le ofrecieron de nuevo cirugía cibernética para "repararlo".

Los expertos en cibernética Separatistas reemplazaron casi al completo el cuerpo de Grievous. Alteraron quirúrgicamente su cerebro para hacerle olvidar el accidente, mejoraron su visión y añadieron mejoras en su programación de batalla.

Además, reemplazaron sus pulmones, facilitaron la coordinación de su nuevo cuerpo droide, construido con una aleación de duranium. Lo único que quedó del Grievous original fueron su cerebro y parte de la cabeza, sus ojos, algunos órganos vitales internos y su médula espinal.

Añadieron un cuerpo completo con dos brazos mecánicos que podían dividirse en cuatro, piernas robóticas LX-44 y sensores integrados para poder "sentir" el tacto. La unidad de su cabeza podía abrirse para hacer reparaciones, reparar piezas o realizar más cirugía.

La armadura de Grievous se hizo para parecerse a un esqueleto de metal que se asemejase a su pasado como Kaleesh, como la forma de su máscara facial. Un saco de sintetipiel protegía sus órganos internos vitales, sellados bajo su coraza de plastiarmadura y sus nuevas costillas.

Pero sus pulmones orgánicos siempre estaban constantemente irritados por los implantes, con lo cual Grievous acabó con una tos permanente durante el resto de su vida.

Cuando la extensa cirugía terminó, Grievous asesinó a todos los presentes en su "resurrección", lleno de rabia por haberse convertido en uno de esos droides que tanto despreciaba. Grievous ya no se reconocía, siendo más máquina que Kaleesh.

Aún así, proclamaba que él mismo había escogido esas mejoras voluntariamente, e insistía en que no respondía ante nadie. Los Separatistas le proporcionaron un droide médico, EV-A4-D, de gran sarcasmo y sadismo, que tenía acceso a todos los registros cibernéticos de su amo.

Dooku dijo a Grievous que los autores del sabotaje de su nave eran los Jedi, algo que incrementó su odio hacia la Orden. Le proporcionó un arma nueva: un sable láser que había pertenecido a un amigo de Dooku, y le entrenó en el arte del combate con ese tipo de arma.

Grievous pasaba horas revisando holos de los Jedi en combate. Aprendió todo lo que Dooku pudo darle sobre el entrenamiento con sables láser. Para él los estilos de lucha Jedi eran tácticas militares que aprender. Aún así, Dooku era perfectamente capaz de defenderse de él.

De la misma forma, los guardaespaldas de Grievous, los droides MagnaGuardia IG-100, también fueron programados con técnicas de combate de sable láser, aunque usaban picas de fuerza. Como tributo a sus antiguos Izvoshra y a su antigua especie, los vistió con capas Kaleesh.

También se le proporcionó una fortaleza en la tercera luna de Vassek, donde tenía varias estatuas que representaban la progresión de su vida orgánica a la de cyborg. El lugar sirvió como su guarida y lugar de descanso, donde se le efectuaban reparaciones y recambios.

Aparte de eso, Grievous adquirió una mascota roggwart a la que llamó Gor, y a la cual también aumentó cibernéticamente en extremidades y armadura. Cuando no estaba luchando en algún conflicto, Grievous se relajaba junto a Gor en la fortaleza.

El Conde de Serenno le invitó a formar parte del movimiento Separatista, y Grievous aceptó. Cuando entre la CSI y la República estallaron las Guerras Clon, Grievous tuvo su primer encuentro con los Jedi ya en forma de droide en las catacumbas de la Colmena Stalgasin, en Geonosis.

Allí asesinó a los primeros Jedi contra los que se enfrentó, evitando que la República descubriese su existencia inicialmente. Poco a poco fue escalando en victorias y renombre, y terminó convirtiéndose en General del ejército de la Confederación.

PARTE 2:
Poco tiempo después, Dooku lo nombró públicamente Comandante Marcial Supremo de los Ejércitos Droide Separatistas, y bajo su liderazgo obtuvo múltiples victorias, conquistando muchos mundos y comenzando a ser temido por la República.

Pero al General Droide no le importaba la política. Lo único que quería conseguir es la exterminación de la Orden Jedi, a quienes asesinaba con gusto y cuyos sables láser empezó a coleccionar por puro orgullo personal, tal y como había hecho durante su pasado como Kaleesh.

El General Jedi Anakin Skywalker consideró a Grievous un monstruo que debía ser detenido, convirtiéndolo en una especie de misión personal. A pesar de ello, ambos Generales no se encontrarían cara a cara hasta casi el final de la guerra.

Con quien Grievous sí se topó varias veces fue con el General y Maestro Jedi Obi-Wan Kenobi, con quien fue desarrollando una historia de respeto y odio, llegando a escoger enfrentarse a él sobre otros Jedi. Aprendió sobre la reputación de Yoda, aunque nunca se enfrentaron.

Grievous siguió matando a todos los Jedi que podía. Hirió gravemente a Pablo-Jill en una ciudad satélite de Duro. Aunque el Jedi sobrevivió a duras penas, Grievous se quedó con su sable láser azul. También añadió el del Maestro Jmmaar a su colección tras asesinarlo.

Aunque Grievous se consideraba mejor que la asesina personal de Dooku, Asajj Ventress, Grievous nunca tuvo tanto éxito como ella en las arenas de combate Separatistas, y nunca llegaron tampoco a enfrentarse hasta mucho más adelante.

Durante las primeras batallas de las Guerras Clon, Grievous se encontró con el líder droide AD-W4, un mercenario contratado para supervisar las operaciones Separatistas en Hissrich. AD-W4 sirvió como Comandante Separatista allí y se enfrentó a Mace Windu.

Grievous exigió su sable láser como prueba de que AD-W4 lo había matado, según afirmaba, pero no se la pudo presentar. Al final, Windu acabó con AD-W4 y Hissrich pasó a formar parte de la República.

La primera prueba de fuego de los MagnaGuardias de Grievous fue durante la batalla en la cuarta luna de Parein II, donde los Separatistas, con Grievous a la cabeza, aplastaron a la República. Para cuando pasó la Batalla de Christophsis, Grievous había diezmado a la República.

La primera derrota del General Droide, sin embargo, sucedió en el helado mundo de Alamass, donde intentó desplegar sus fuerzas para destruir una fortaleza enemiga. Se vio forzado a admitir su derrota ante sus maestros Sith.

Tras esto Grievous atacó la luna helada de Caliban, donde capturó a Obi-Wan y sus clones, a quienes obligó a reconstruir un puente de acceso necesario para sus tropas. Kenobi, gracias a los nativos Qubeys, pudo escapar causando una avalancha que destruyó de nuevo el puente.

Grievous se hizo más conocido por liderar flotas estelares dentro de la Armada de la Confederación para conquistar mundos de la República. Durante las Guerras Clon tomó el mando de un crucero pesado clase Subyugador, el Malevolencia, que se convirtió en su nave insignia.

Con ella inició una campaña destructiva donde, tras atacar a flotas de la República con una súper arma de iones, no dejaba supervivientes. Uno de estos ataques fue durante la Batalla del sistema Phu, donde destruyó 3 Destructores clase Venator.

Tras esa victoria, y con Dooku a bordo del Malevolencia, Grievous atacó la flota del General Plo Koon en el sistema Abregado. Aunque el Jedi y parte de sus clones pudieron sobrevivir gracias a Ahsoka Tano y Anakin Skywalker, toda su flota fue arrasada.

Tras destruir un convoy de la República en el sistema Ryndellia, Dooku envió al Malevolencia a destruir una estación médica. Para llegar tuvo que atravesar la Nebulosa Kaliida, algo que le retrasó, frustrándolo.

Skywalker y un grupo de asalto lo aprovecharon, y lograron incapacitar el cañón de iones del crucero, tras lo cual la flota de Obi-Wan Kenobi pudo atacar la nave. Grievous se vio obligado a retirarse tras capturar a Padmé Amidala, engañada para ir allí por Palpatine.

Mientras Obi-Wan luchaba contra el droide, Anakin rescataba a la Senadora y saboteaba la Crepúsculo, la nave donde se había refugiado Grievous tras la destrucción de la Malevolencia.

La Crepúsculo, tras el sabotaje, entró en el hiperespacio estrellándose contra la Luna Muerta de Antar. Grievous escapó en su caza. Los intentos de la República por encontrarlo se intensificaron, con Anakin perdiendo horas de sueño por culpa de su obsesión por cazar al droide.

Mientras tanto, el General planeaba atacar las instalaciones de clones de Kamino. Envió droides comando serie BX a la estación Rishi para impedir que la República supiese que se acercaban. A su vez, Asajj Ventress le indicaba que todo estaba listo para la invasión.

Pero el Capitán Clon Rex y el Comandante Cody visitaron la estación de Rishi protocolariamente, y se dieron cuenta de la infiltración Separatista. Para alertar a la República y con la estación saboteada, decidieron destruirla. El clon CT-782, Hevy, se sacrificó para volarla.

Grievous pensó que esto había sido un fracaso de los droides y se retiró de Rishi, posponiendo la invasión de Kamino. Pero usando la Esfera de Batalla llamada Estación Skytop, Grievous empezó a atacar objetivos en el Borde Exterior, interceptando sus transmisiones.

Debido a que podían emboscar flotas de la República sin problema, el dominio del Borde Exterior pasó, mayoritariamente, a manos Separatistas. No se podía detener el avance del general droide, que destrozaba todo lo que se ponía en su camino.

Tras la derrota de la República en Falleen, Grievous se preparó para ir al Borde Medio y tomar Bothawui. Grievous movió su flota al planeta para atacar la de Anakin Skywalker, pero se dio cuenta de que tenía cierta desventaja táctica si atacaba directamente.

Así que la desplazó a través del campo de asteroides que rodeaba el sistema, sabiendo que éstos lo protegerían de ataques sorpresa. Pero Skywalker había escondido en ellos varias unidades de AT-TE, que sorprendieron la retaguardia del General cuando salía del campo de asteroides.

Aunque el droide consiguió volver a retirarse, su flota fue destruida. Pero el caza de Skywalker habría sufrido daños durante la lucha, y su astromecánico, R2-D2, fue capturado por el chatarrero trandoshano Gha Nachkt, que lo entregó a Grievous en la luna de Ruusan.

Anakin lo buscó sin descanso, pero sus esfuerzos eran saboteados por el reemplazo de R2, una unidad R3 espía. Nachkt llegó a la Estación Skytop con R2-D2, a quien empezó a desmantelar para obtener sus bancos de memoria, buscando información vital.

Viendo que la memoria del droide nunca había sido borrada, pidió más créditos a Grievous, quien, harto, lo empaló con uno de sus sables láser.

Mientras tanto, Ahsoka Tano y Anakin Skywalker lograron acceder a la estación. El General Grievous se enfrentó a la aprendiz de Skywalker mientras éste rescataba a su droide y los clones capitaneados por Rex saboteaban la esfera de batalla. De nuevo, Grievous tuvo que huir.

Grievous culpó sus propios fracasos a que había sido forzado a comandar el ejército droide desde fragatas clase Munificent, así que exigió el acorazado clase Providencia llamado Mano Invisible al Virrey Nute Gunray de la Federación de Comercio.

Sidious aceptó y dio la orden a Gunray, quien se enfadó sobremanera, aunque no podía rehusar la orden. Desde esa nave, el General droide podía, igual que en la Malevolencia, comandar a millones de droides.

Siguió atacando objetivos de la República, como la luna de Sanjin, donde mató a la Maestra Jedi Neebo mientras ésta trataba de proteger refugiados, y se quedó con su sable láser. La República empezó a dar prioridad a encontrar la base de operaciones del general.

Había rumores de que había construido un laboratorio en una de las lunas de Gentes. Y aunque el droide era eficaz, sus recientes derrotas provocaron desconfianza entre sus Maestros Sith.

Así, el Conde Dooku volvió a probar las habilidades del droide cuando le mandó regresar a su fortaleza en Vassek. Planeó castigarlo por sus derrotas, así que condujo al Maestro Kit Fisto y su aprendiz, Nahdar Vebb, a sus dominios, y desactivó a sus MagnaGuardias.

Los Jedi lograron herir a Grievous y matar a su mascota, el roggwart Gor, pero el General fue reparado por su droide médico, EV-A4-D. Grievous mató al Padawan de Fisto, contra quien se enfrentó después. El Nautolano se vio obligado a huir en su caza estelar.

Dooku le felicitó por su victoria. Tras esto, Grievous continuó su caza de Jedi. En Ledeve mató a una Mikkian y rastreó a su Padawan, a quien también mató, obteniendo sus sables láser como trofeo y un datapad que indicaba la ubicación de un Templo Jedi.

Grievous lo buscó para vengarse por haber invadido su fortaleza accediendo a la de los Jedi. El General encontró el Templo y accedió a él. Evadió varias trampas, desarmó otras y llegó a la cámara central, esperando descubrir los secretos de los Jedi.

Cuando trató de obtener un cristal como trofeo, sus sensores fallaron. Se vio flotando en un escenario cósmico, con voces efímeras que se mofaban de su búsqueda de conocimiento y de sus aumentos cibernéticos, acusándole de querer destruir un poder que no podía comprender.

Sintió cómo había vuelto a su cuerpo orgánico, y cómo sus miembros se separaban de su cuerpo. Observó, en shock, cómo era reducido a una serie de órganos flotando en el vacío, con las voces aún riéndose por ser alguien diminuto.

Grievous emergió de la extraña visión, salió del Templo y ordenó a su acorazado bombardearlo. Más tarde, Grievous lideró un bloqueo en Felucia, donde los Separatistas lograron la victoria sobre la República.

Luego atacó e invadió Dorin, pero las fuerzas de Anakin Skywalker lo derrotaron, y volvió a retirarse. Tras esto, emboscó a la nave insignia del General Eeth Koth, a quien se enfrentó en combate. Sobrepasado por él y sus MagnaGuardias, el Zabrak fue hecho prisionero y torturado.

Grievous envió un holograma de dicho procedimiento a la República, prometiendo exterminar a toda la Orden. Pero durante el holograma, Koth pudo transmitir un mensaje de señas a sus aliados, indicando que el General se encontraba en Saleucami.

Obi-Wan Kenobi, Anakin Skywalker y Adi Gallia fueron a rescatarlo. Tras una intensa serie de luchas, los Jedi lograron rescatar a Koth y hacer huir a Grievous, quien estrelló su cápsula de escape en el planeta Saleucami.

Allí intentó llegar a otra cápsula de salvamento para enviar un mensaje a su flota, a pesar de que sus droides escolta perdían energía. Logró ser rescatado, no sin antes enfrentarse breve pero ferozmente con los AT-TE comandados por Obi-Wan Kenobi y al propio Maestro Jedi.

El droide se reunió con Ventress en persona por primera vez, y prepararon el asalto, al fin, a las instalaciones clon de Kamino. Pero gracias a que interceptaron una transmisión Separatista, la 501 fue desplegada en el mundo acuático para defender a sus hermanos.

Mientras Grievous lidiaba con el bloqueo espacial, Ventress atacaba Ciudad Tipoca con sus droides AQ saliendo del mar. El objetivo de la aprendiz de Dooku era obtener una muestra de ADN de Jango Fett mientras Grievous atravesaba el bloqueo planetario.

El droide se enfrentó a Obi-Wan Kenobi de nuevo mientras Anakin Skywalker evitaba que Ventress se llevase la muestra. Al final, el droide tuvo que rescatarla.

Poco después, Sidious ordenó a Grievous atacar Coruscant para evitar una iniciativa de paz entre la República y la Confederación, para lo cual el General envió varios droides de demolición disfrazados de droides de limpieza al panel de distribución de energía del Senado.

Cuando detonaron, el Senado estaba a punto de votar, pero el apagón causado provocó el caos. La guerra, así, continuó. El siguiente objetivo de Grievous sería intentar invadir Naboo. Jar Jar Binks, haciéndose pasar por el Jefe Gungan Lyonie, distrajo al General.

Mientras tanto, el Gran Ejército Gungan logró acabar con las fuerzas de ocupación de Grievous, que terminó siendo capturado. Por fortuna para él, Dooku logró capturar a Anakin Skywalker, y forzó a Padmé Amidala a realizar un intercambio de prisioneros.

Tras su liberación, Grievous atacó la nave de la Maestra Adi Gallia, que pudo ser rescatada por las tropas del Maestro Plo Koon, obligando por enésima vez a Grievous a huir.

PARTE 3:
Pero mientras esto ocurría, Dooku había sufrido un intento de asesinato por parte de las Hermanas de la Noche tras traicionar antes a Asajj Ventress por orden de Darth Sidious, que la empezaba a ver como una posible amenaza.

El Conde envió a Grievous a Dathomir. Aunque inicialmente parecía que las Brujas lograban resistir, Grievous se enfrentó a Asajj Ventress, hiriéndola, y consiguió asesinar a la Anciana Daka, acabando con la magia oscura que invocaba Hermanas de la Noche muertas a la batalla.

Ventress y muy pocas de sus hermanas sobrevivieron, pero prácticamente todas las Brujas de Dathomir fueron masacradas. Enfervorecido por su victoria, Grievous atacó y abordó la nave comandante de Obi-Wan Kenobi.

El Maestro Jedi se volvió a enfrentar a él y, aunque sobrepasado, pudo escapar, forzando a Grievous a retirarse tras programar la autodestrucción de la nave, impidiendo que el droide obtuviese la importante información de sus bancos de datos.

Poco después, Grievous y sus tropas aterrizaron en el planeta Florrum y capturaron la base del pirata Hondo Ohnaka como represalia por haber capturado anteriormente al Conde Dooku.

Ohnaka, que a su vez había hecho prisionera a Ahsoka Tano, fue liberado por ella y por varios Iniciados Jedi que acudieron a rescatarla. Los piratas y los Jedi consiguieron escapar, pero Grievous demolió la base y abandonó el planeta.

Tras esto, la República interceptó una transmisión codificada de los Separatistas. Incapaces de descifrarla, enviaron al Escuadrón-D, un grupo de droides, para obtener un módulo que permitiría desencriptarla.

Gracias a estos droides y a su líder, el Coronel Meebur Gascon, consiguieron defender la estación médica de Carida, donde se había reunido la flota de la República. La guerra, poco a poco, se iba acercando a su fin.

Cuando se descubrió un enorme cristal kyber, el Gobernador Pau'an Torul Blom quiso venderlo al Conde Dooku, que envió a Grievous para adquirirlo de manos de un pasante de armas.

Los Jedi Anakin Skywalker y Obi-Wan Kenobi se enteraron del trato mientras investigaban la muerte de la Maestra Jedi Tu-Anh. Juntos acabaron encontrando el cristal, ya en manos de los Separatistas, pero tras otro duelo con el General droide, Kenobi fue capturado.

Mientras Grievous preparaba su ejecución, Anakin pudo liberarlo y enterarse de que el kyber podía disparar energía concentrada en él, algo que usaron para sobrecargarlo. Aunque la explosión resultante destruyó la nave Separatista, Grievous persiguió a los Jedi en su caza.

Anakin y Obi-Wan pudieron escapar, saltando al hiperespacio antes de que la onda expansiva de la detonación les alcanzase. Grievous, por su parte, volvió a Utapau y lo invadió junto a sus tropas.

El droide forzó a los líderes de Utapau a claudicar, permitiéndole usar el planeta como escondite y base temporal de operaciones del Consejo Separatista. Luego viajó a Raxus Secundus cuando Dooku daba un discurso humanitario.

Allí el Conde fue atacado por el Jedi Quinlan Vos y Asajj Ventress en una maniobra para asesinarlo. Grievous fue emboscado por Vos, pero pudo liberarse de su captura temporal y, a su vez, tomar al Jedi prisionero. Pero Sidious tenía otros planes para el General.

Sidious ordenó a Dooku que capturasen a su antiguo aprendiz, huido de Stygian Prime: el Zabrak Darth Maul, a quien habían rastreado a una luna de Zanbar. Grievous combatió contra las tropas de Maul, el Colectivo Sombra formado por varias facciones del submundo criminal.

Dooku se reunió con Grievous y descubrieron tropas Mandalorianas del Colectivo Sombra reuniéndose en Ord Mantell. El plan de Sidious era sacar a la luz a la Madre Talzin, superviviente de la masacre de Dathomir, que ahora ayudaba a Maul y podría destruir los planes de Sidious.

Pero durante la batalla, Dooku y Grievous fueron capturados. El Conde pudo abrir con la Fuerza la celda del droide, que empezó a matar a los soldados de Maul. Encontró una cápsula de escape y huyó para reunirse con Sidious.

Sidious y Grievous rastrearon a Dooku a bordo del Cimitarra, el antiguo Infiltrador Sith de Maul, y lo encontraron en Dathomir, haciendo un ritual sobre Dooku para que Talzin lo poseyera.

Sidious se enfrentó a ese Dooku poseído por Talzin y, con los rayos de la Fuerza, la obligó a manifestarse. Incapaz de defenderla, Maul sólo pudo ver cómo el General Grievous empalaba a Talzin, acabando con la amenaza más letal para los planes de su Maestro Sith.

Tras la debacle, los Separatistas volvieron a centrarse en la República. Así, Grievous combatió a la Maestra Jedi Depa Billaba en Haruun Kal, donde sus tropas acabaron con las de la República.

Billaba sobrevivió, aunque malherida, y tuvo que reponerse en el Templo Jedi, dentro de un tanque de bacta. Seis meses después, Grievous envió al Capitán Separatista Rackham Sear a bombardear el Templo Jedi, algo que Billaba y el Iniciado Jedi Caleb Dume impidieron.

Caleb pasaría a ser Padawan de Billaba tras este incidente. Grievous volvió a enfrentarse a Billaba en Mygeeto, donde ella y Dume acabaron con Sear e hicieron retroceder a Grievous. El droide, tras esto, fue decisivo en el conflicto entre los Wookiees y los Separatistas.

Aunque la CSI consideraba clave tomar la ciudad de Kachirho en Kashyyyk, Grievous se centró en los Archivos del Clan Claatuvac, que contenían un gran número de rutas espaciales desconocidas.

Aunque los Wookiees trataron de permanecer neutrales, Grievous decidió "persuadirlos" atacando a gran escala. Esto fue un error catastrófico: los Wookiees decidieron apoyar a la República, que empezaba a ser la que ganaría la guerra durante el tercer año de la misma.

Los Separatistas fueron rechazados y se replegaron en el Borde Exterior. Rearmado e iniciando una nueva ofensiva, Grievous obtuvo varias victorias clave, como la de los Astilleros de Anaxes, en el Núcleo Galáctico.

PARTE 4:
Ocupada con los avances Separatistas, la República dejó menos defendido Coruscant, algo que Grievous aprovechó - bajo órdenes de Sidious - para capturar al Canciller Supremo Palpatine.

En una jugada a dos bandas, Palpatine, quien realmente era Sidious, dejó Coruscant prácticamente indefenso. La Flota de Defensa, con la guardia baja, fue sorprendida, y Palpatine capturado por Grievous a pesar de los esfuerzos de la Maestra Jedi Shaak Ti de protegerlo.

Grievous llevó a Palpatine a la Mano Invisible, desconocedor de la identidad secreta del Canciller. Pero antes de que pudiera saltar al hiperespacio, la Flota de Defensa, dirigida por Lorth Needa, y los refuerzos de la República aparecieron para impedirlo.

Los Jedi Obi-Wan Kenobi y Anakin Skywalker consiguieron, al fin, matar al Conde Dooku y rescatar al Canciller, y Grievous se vio obligado a retirarse a Utapau, donde Sidious envió a los demás líderes Separatistas. El fin de la guerra era ya inminente.

Cuando Grievous llegó a Utapau, Sidious le ordenó enviar a los Separatistas a Mustafar. Pero aunque éstos lograron salir del planeta, Obi-Wan Kenobi interceptó al droide con ayuda de los Líderes Pau'an tras una pista enviada por el propio Palpatine.

Grievous y Kenobi se enfrentaron una última vez, en la que Kenobi amputó dos de los cuatro brazos del droide. Aunque Grievous trató de escapar, Kenobi pudo impedir que accediese a su caza persiguiéndolo por el planeta mientras las fuerzas de la República diezmaban a sus droides.

Pero Kenobi había perdido su sable láser durante la persecución, así que se enfrentaron sin armas. Grievous estuvo a punto de matar a Kenobi gracias a su metálico cuerpo, pero el Jedi pudo abrir su placa pectoral, exponiendo su interior.

Usando un bláster que había tirado en el suelo, Kenobi disparó varias veces a las "tripas" del General Grievous, consiguiendo al fin acabar con él y con su campaña de terror.

Al fin, el cuerpo calcinado del General droide acabó, inerte, en la plataforma de aterrizaje.

Espero que os haya gustado este hilo, como siempre.

¡Que la Fuerza os acompañe!

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