Estos días #ChipNDaleRescueRangers ha sido descrita como "una carta de amor a la historia de la animación". Es, quizá, el comentario más cínico que se puede hacer al respecto.
Hilo va explicando razonada y documentadamente por qué esta película no está lo que se dice bien
El planteamiento de ‘Chip y Chop’ es reconocible. No busca ser una adaptación tardía de la serie homónima (donde las ardillas de Disney creadas en los años 40 pasaban a protagonizar una sofisticada serie de acción, estilo ‘Patoaventuras’), sino marcarse una socorrida pirueta meta
‘Chip y Chop’ se ambienta en un mundo donde dicha serie existe y sus ardillas resultan ser actores, susceptibles a las neurosis, a las crisis de ego y al descuido de redes afectivas. Una ocurrencia que se puede rastrear hasta la misma Edad de Oro de la animación estadounidense
En 1940 Fritz Freleng realizó el maravilloso corto de Looney Tunes ‘Deberías hacer películas’, donde un pérfido pato Lucas convencía al cerdito Porky de que los dibujos animados no tenían futuro y lo que más le convenía a su carrera era pasarse al cine de imagen real
La animación confraternizaba con el live action mientras Porky deambulaba por Hollywood, se cruzaban las bromas sobre el star system, y Leo Schlesinger hacía un cameo como productor estrella de la Warner Bros.
Todas las semillas de lo que vendría después estaban aquí
Sobre ‘Chip y Chop’ se ha señalado el parentesco con ‘¿Quién engañó a Roger Rabbit?’. Como no puede ser de otro modo. 'Roger Rabbit' partía de un esquema similar a ‘Deberías hacer películas’, localizando su trama además en los mismos años 40 donde había nacido aquel corto
La idea con ello era tanto homenajear el legado clásico de esta fase de la animación como posibilitar una atmósfera noir, que respetara los designios de la novela de Gary K. Wolff en la que se basaba. Novela de la que, por lo demás, ‘Roger Rabbit’ no era una adaptación muy fiel
Al principio Roger era un personaje de tira cómica, pero a su traslado a la pantalla maduró una idea que lo cambiaría todo: Roger sería un actor como otro cualquiera, solo que un actor ‘dibu’.
En un Hollywood lleno de otros dibus como él. Dibus reconocibles para el público
‘Roger Rabbit’ fue pionera, en efecto, pero no tanto por este retruécano argumental como por las condiciones de su gestación.
La película que llevaría a Disney a su Renacimiento animado nació tras múltiples reuniones entre estudios y negociaciones para combinar IPs
Spielberg, a través de Amblin, fue uno de los grandes mediadores en este proceso, marcado por episodios como el empeño de Warner y Disney en que sus respectivas parejas de personajes míticos (Donald/Lucas, Mickey/Bugs Bunny) dispusieran exactamente de la misma cantidad de metraje
Dicho proceso anticipa otros muchos que se han dado en la etapa reciente de Hollywood, obsesionada con el desfile de propiedades intelectuales y suscribiendo un momento cultural del que ‘Chip y Chop’ se hace eco inequívoco. La trama detectivesca también está presente aquí, además
Pero no nos apartemos aún de ‘Roger Rabbit’. Más allá de todo el jaleo corporativo o de lo afortunadamente que se fundía con un thriller estilo ‘Chinatown’, el homenaje a la edad de oro de la animación estadounidense estaba justificado en base a tener… una animación exquisita
‘Roger Rabbit’ le dio un Oscar honorífico a Richard Williams, artista imprescindible que había recibido el encargo de diseñar la animación de la película, en un desempeño casi autónomo frente al de Robert Zemeckis como director del film
La pertinencia de aquel Oscar caía por su propio peso. Williams no solo había empezado a trabajar en los albores de la tradición que se buscaba homenajear, sino que quería indagar en sus posibilidades y hacerlas evolucionar desde su potencial hiperactivo. La apoteosis de lo dibu
Los dibus debían contrastar con la sobria atmósfera noir de ese Los Ángeles 40`s. Debían violentar a las personas de carne y hueso, articularse como explosiones catárticas de toda la tensión contenida. Williams se centró en la velocidad y la exuberancia para diseñar a los dibus
El viaje de Bob Hoskins a Dibullywood es el gran exponente de esto, luego de aquel genial corto que iniciaba la película y daba sus líneas maestras. Uniendo esto a un cuidado trabajo de iluminación y pensamiento en tanto a cómo afectaban los dibus a nuestro mundo, pues en fin...
Nos topábamos con que ‘Roger Rabbit’ era una catedral. Un clásico inevitable, cuya influencia por lo general se ha visto limitada en las décadas siguientes al elemento retórico. El juego meta, el desfile de IPs. La calidad y arrojo de su animación no han encontrado tanto pábulo
Ha habido excepciones, claro. ‘De nuevo en acción’ sacó un partido inédito de las posibilidades del medio combinado con un gran timing cómico. Nacía a la estela de un producto menor (y sepultado por activos mercadotécnicos) como ‘Space Jam’, pero lo trascendía ampliamente
Salvo en ese caso, el legado de ‘Roger Rabbit’ parece reducirse a anticipar la fiebre por el crossover, los universos cinematográficos y los invitados especiales al Fortnite que vivimos hoy día.
¿Qué ha pasado con la animación, entretanto?
Pues, sorpresa, que el 2D de tradición estadounidense que ‘Roger Rabbit’ y Williams se habían desvivido en hacer evolucionar ha entrado en declive.
Lo que es peor, se ha convertido en una “baratija”. En algo que, si utilizas, ha de ser con una intención más allá de lo artístico
El 2D viene a ser el blanco y negro del cine de acción real. Pero con variaciones sensiblemente más nocivas.
El 2D, aunque siempre tenga aparejada una cualidad entrañable y veterana, también se ha devaluado. A finales de los 90 se dio un episodio fundamental para entender esto
En los videojuegos de aquella época empezó a utilizarse una técnica llamada ‘cel shading’. Consistía en una animación 3D que no buscaba un renderizado realista (en tanto al sombreado o la sensación de volumen), sino un acabado plano.
Uno que le daba apariencia cartoon al 3D
El cel shading (llamado así para invocar aquel celuloide donde se pintaba a mano) resultaba muy útil a nivel coyuntural, pues en un tiempo donde la estética del videojuego aún estaba lejos de perfeccionarse o rozar el realismo, entregaba una apariencia bella y carismática
El cel shading también daba la impresión de “producto definitivo”, pues su look funcionaba mejor cuanto menos detalles tuviera, y no daba lugar a ningún avance. Recuerdo pensar entonces, jugando a títulos como ‘Ultimate Spider-Man’, que estos graficotes eran insuperables
Esta incapacidad para evolucionar, esta limitación autoimpuesta a lo superficial, condujo evidentemente a que pronto el cel shading no diera más de sí, y el videojuego se alejara de él luego de unos pocos años. El problema es que para entonces la técnica ya había saltado al cine
En el año 2000 se estrenó ‘Las aventuras de Rocky y Bullwinkle’, donde los personajes animados entraban en contacto con nuestro mundo traídos a la vida por la estética cel shading.
Sobra decir que no ha envejecido nada bien
Esta técnica tiene un alcance tan limitado que solo se me ocurre una peli que haya hecho algo interesante con él: ‘Peanuts’ en 2015, que practicaba un juego obsesivo por replicar sus fuentes y ponía el foco en cómo un 2D avejentado podía realzar las facciones de sus personajes
¿Más allá de ‘Peanuts’? Pues una cutrez de mucho cuidado tras otra. El año pasado tuvimos ‘Tom y Jerry’, donde al menos había una preocupación por que el cel shading interactuara con el mundo material, y los dibus se fundieran con nuestra realidad.
‘Chip y Chop’ no tiene ni eso
‘Chip y Chop’ recurre al cel shading para poner en escena a sus personajes 2D, y es uno que parece llegar intacto desde los 2000. Los sombreados dan vergüenza ajena, hay una nula preocupación por que se correspondan con la iluminación del entorno, y mejor no hablar del movimiento
O mejor hablar, claro, porque esto es sencillamente inadmisible. Los movimientos son erráticos y nunca consiguen disimular el esqueleto 3D de sus personajes, pareciendo en ocasiones que se ha empleado la rotoscopia por el temblor con el que se desplazan por pantalla
Es vomitivo, en lo que a mí respecta hasta de un modo literal (hubo un par de momentos donde creí marearme). La acción evoluciona a trompicones, es tan barata y penosa que deseas que los personajes no hagan otra cosa que hablar, que se muevan poquito.
Es… es anti-animación
Todos los problemas del cel-shading, la razón por la que no debía haber pasado de una consecuencia anecdótica de los estertores del 2D, están en ‘Chip y Chop’.
Es inevitable acudir a otro referente nefasto para calibrar la experiencia, como es ‘Space Jam: Nuevas leyendas’
Lo divertido del asunto es que ‘Space Jam 2’ respetaba la animación bastante más que ‘Chip y Chop’. Era una película horrenda en su expolio de propiedades intelectuales (y su sumisión a la animación 3D a mitad de metraje), pero a nivel visual no era taaaan lamentable
Incluso había un segmento inspirado, cuando aparecían las amazonas de Wonder Woman y asistíamos a un maridaje comiquero.
Los dibus, en momentos escogidos y aunque no tuvieran ni puta gracia, se permitían ser dibus durante unos pocos minutos. No así en ‘Chip y Chop’
La animación de ‘Chip y Chop’ es anémica. En todos los formatos que quiere repasar falazmente, pero sobre todo en cuanto a los protagonistas.
John Mulaney y Andy Samberg doblan a las ardillas con gracejo, pero la imagen es incapaz de seguir el ritmo de sus ocurrencias
Todo está congestionado, moribundo. Y eso no es lo peor. Atentados contra el medio tenemos todos los meses. Hasta Ghibli ha llegado a caer en eso, con ‘Earwig y la bruja’.
Lo peor es que ‘Chip y Chop’ no solo quiere hacer animación. Es que además quiere decir ‘algo’ sobre ella
Y en este aspecto, la insuficiencia de su imagen conduce a que 'Chip y Chop' sea una de las películas más salvajemente hipócritas y desalmadas con las que me he topado en mucho tiempo
El elemento meta de ‘Deberías hacer películas’ y ‘Roger Rabbit’ quiere sustentar un examen de nuestro presente. Busca un comentario sobre las miserias del star system estilo ‘Bojack Horseman’, pero también hablar de la obsesión por los reboots, de la escasez de ideas en Hollywood
En 2021 Warner estrenó dos películas que abrazaban este zeitgeist (las citadas ‘Tom y Jerry’ y ‘Space Jam 2’) y una que se revolvía contra él. ‘Matrix Resurrections’ buscaba, en parte, criticar lo mismo que ‘Chip y Chop’
Los resultados eran discretos, pero al menos había una gran pasión por lo narrado y una fe transparente en que las derivas de Hollywood tenían un alcance existencial que había que superar.
Ni que decir tiene, ‘Chip y Chop’ no logra aspirar a nada parecido. En lo más mínimo
‘Chip y Chop’ se parece más a una broma intrascendente como fue la que tuvimos hace poco aquí mismo, en España, por título ‘Gora Automatikoa’. Aún así tiene una ambición mayor, y por eso su miopía es tan criticable, cae en tantísimas imposturas
Mientras se burla del estado de la industria, ‘Chip y Chop’ emplea las mismas herramientas de reconocimiento que todos los productos que critica, deshaciéndose en chistes fáciles y tormentas de cameos a las que solo les distingue un ánimo “canallita” tremendamente pedestre
En lugar de lucir a Bugs Bunny o al Gigante de Hierro, ‘Chip y Chop’ se saca de la manga al Mr. Natural de Robert Crumb. Porque, eh, este no es un producto como tantos otros. Este es más culto, más gamberro. Aquí se manejan otras referencias… para utilizarlas exactamente igual
‘Chip y Chop’ intenta tener un humor más "punky" desde estrategias tan cuestionables como mostrar al Sonic feo (¡hasta en tres ocasiones!), haciéndose partícipe de los memes de Twitter como ‘No Way Home’ (o la reciente ‘Doctor Strange 2’) se hacía eco de los deseos de los fans
Es la misma movida. Ingredientes análogos, diálogos paralelos.
Todo mezclado entre sí para satisfacer las demandas de reconocimiento y legitimación consumidora que intenta paliar la escasez de nuevos imaginarios y expresividades que asola el mainstream cinematográfico
Por supuesto que pintaba a leguas que ‘Chip y Chop’ iba a caer en esto. Por muchos miembros de Lonely Island que andaran de por medio. Pero me ha irritado especialmente que las inercias a las que ya todos estamos acostumbrados tengan además que tomar la animación como centro
Creo que hay un único chiste bueno en ‘Chip y Chop’. Cuando la acción se desplaza al ‘Valle Inquietante’, y se detiene en aquella animación hiperrealista/inexpresiva que precisamente abanderó Robert Zemeckis.
El director, mira tú por dónde, de ‘Roger Rabbit’
‘Chip y Chop’ se burla del fracaso creativo que supuso aquello. Es cierto, lo fue. ¿Pero no es perverso que una película tan desinteresada en cuidar la animación, con unos personajes de formas tan inocuas, se cachondee de una fase que, ante todo, lo que quería era experimentar?
¿Cuando además si no fuera por Zemeckis ni siquiera habría argumento? No me gusta utilizar este tipo de retóricas pero en verdad creo que ‘Chip y Chop’ es insultante.
Una falta de respeto al medio, incapaz de hacerse una idea adecuada de su pasado. Mucho menos de su presente
Hoy la animación USA mantiene la certeza de que la velocidad expositiva es clave para sacudir la indiferencia y el déficit de atención, con la saga ‘Hotel Transilvania’ llevándola a sus mayores extremos cómicos.
‘Chip y Chop’ es lenta, perezosa e incapaz de que su humor respire
Hoy la animación USA sabe que hay que jugar con la puesta en escena y la combinación de estímulos, que culminen una experiencia sinestésica de color, movimiento y sonido como la ha culminado ‘Encanto’.
Hablar de puesta en escena en ‘Chip y Chop’ es un ejercicio descorazonador
Hoy la animación USA está recuperando las dos dimensiones para ponerlas a dialogar con el estandarizado 3D, revelándose la fusión de ambos como un campo fecundo y prometedor. ‘Spiderverse’, ‘Los Mitchell’, ‘Los tipos malos’
‘Chip y Chop’ ha nacido de espaldas a eso
Es vergonzoso que, sin tener en cuenta ninguna de las mutaciones que atraviesa el medio, ‘Chip y Chop’ quiera ser una carta de amor a algo. Que su trama denuncie dibujos mutilados o infrarrealizados, que hable de la “cutrificación” como he leído por ahí
Es uno de los casos más extremos que he visto de contradicción entre forma y contenido. Una prueba flagrante de la atolondrada deshumanización que hoy día puede llegar a suscribir el mainstream
¿Lo positivo? Que su diagnóstico se equivoca, no sabe a qué apuntar.
Hoy se hace grandísima animación en USA, simplemente ‘Chip y Chop’ no se ha enterado, y prefiere limitarse a los loles de corto alcance mientras absorbe todas y cada una de las dinámicas que dice denunciar
Lo mejor es, pues, hacer como que nada de esto ha ocurrido.
Y, a continuación, revisar los primeros veinte minutos de ‘Red’ para olvidarse de todos los males
Si os ha gustado este hilo y recordáis algunos otros que he ido publicando por Twitter, quizá os apetezca invitarme a un cafecito en este Ko-fi que me acabo de abrir.
Muchas gracias por leer y comentar!
ko-fi.com/albertocorona
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