De todas las vertientes historiográficas que hemos podido ver a lo largo del corto siglo XX, probablemente la que más ha influenciado a los historiadores actuales es la llamada Escuela de los Annales.
¿Cuál ha sido su rol en la historiografía actual?🧶🧵
Lo primero, me gustaría desmentir el uso de Escuela de los Annales como un elemento unitario. Muchos de los autores de la revista (Lucien Febvre, Bernard Lepetit, Fernand Braudel, Marc Ferro, Jacques Le Goff...) se esforzaron en dejar claro que no existía dicha unidad.
Por eso, esforzarse en seguir repitiendo que se trata de una Escuela de los Annales da una imagen unitaria equívoca que quizás nunca existió. Por eso, creemos que es mejor hablar de la corriente (historiográfica) de los Annales.
Pero empecemos por el principio. El nombre de Annales viene de un tipo de escrito histórico en el que se recogían sucesos año a año, de ahí que se llame así, pues año en latín se decía “annus”. El ejemplo más claro son los Anales de Tácito.
En la práctica, la corriente de los Annales nace el 15 de enero de 1929, cuando se publica el primer número de la revista Annales d’Histoire Économique et Sociale (Annales de Historia Económica y Social). Esta será una hija de su propia época, como veremos.
En la conocida como etapa formativa de los Annales, nos encontramos en el contexto posterior a la Gran Guerra (1914-1919), en los años 20, donde la posguerra europea prometía la reconstrucción del mundo en una especie de optimismo que escondía la fragilidad de su misma sociedad.
Sin embargo, la revista empieza a publicarse en enero de 1929 y en octubre de ese mismo año se daría el crack bursátil que llevaría a la Gran Depresión económica de la década de los 30.
La corriente de los Annales buscaba arrebatar el protagonismo del historicismo alemán y el positivismo histórico. Probablemente, una gran inspiración para los Annales fueran las corrientes historiográficas marxistas que utilizaban una perspectiva socioeconómica en sus análisis.
Es por esto que los Annales, como su nombre indica, se centrarían en un primer momento en aspectos económicos y sociales, ya que las preocupaciones de su época en un contexto de crisis llamaban a una renovación teórica y metodológica.
Cuando March Bloch y Lucien Febvre, los Batman y Robin de la historiografía, ambos profesores de la Universidad de Estrasburgo. Por un lado, March Bloch era especialista en la Francia medieval. Mientras, Lucien Febvre se centraba en la Edad Moderna.
Inician sus andanzas con la revista Annales en 1929 y abogarían por un nuevo enfoque interdisciplinario que se vería en el primer número de dicha revista: con especialistas de historia antigua y moderna, un geógrafo, un sociólogo, un economista y un especialista en cc. políticas.
No obstante, no todo fueron flores en el paraíso. Aunque querían que la revista fuera un lugar de encuentro y debate, no coincidían en el modo de concebirla. Bloch era más serio y hablaba sobre economía, mientras que a Febvre le gustaba más el formato narrativo.
De hecho, en 1941, Febvre escribiría un artículo con un dardo envenenado hacia Bloch donde le comentaba que estaba tan centrado en la economía que parecía que se olvidaba de las personas, del individuo.
Desde que March Bloch se va a combatir a los nazis y muere en 1944, Lucien Febvre se queda al mando de la revista.
Entre que fundan la revista en 1929 y es aceptada en congresos y luego se empieza a estudiar en estudios superiores ha pasado más de una década (1946-47). Con lo que nos quedaremos es que los Annales serán interdisciplinares y aceptarán + fuentes de información que las escritas.
En cuanto a las distintas generaciones que tuvo Annales:
La primera (1929-1956) es la de March Bloch y Lucien Febvre de la que ya os he hablado. Por citar una obra de cada uno, tenemos El oficio del historiador de Bloch y Combates por la Historia de Febvre.
Las críticas que recibieron se enfocan en que:
1⃣No tienen un método específico. Plantean análisis de problemas y dan libertad de metodología.
2⃣Son chovinistas. Se enfocan demasiado en Francia.
3⃣Muy literarios, pero poco contenido.
La segunda generación (1956-1968) comienza tras la muerte de Febvre, cuando Fernand Braudel (discípulo suyo) se pone al cargo de la revista. También destacan Charles Morazè y Robert Mandrou.
La innovación introducida por esta segunda generación será el uso de las duraciones en el tiempo histórico con el objetivo de crear una Historia Total (global):
1⃣Larga duración: la historia estructural. La relación del ser humano con el medio que lo rodea.
2⃣Media duración: la historia coyuntural. La estructura social de “destinos colectivos y movimientos de futuro”.
3⃣Corta duración: la historia episódica. Una historia política de los acontecimientos concretos que vive el individuo.
Las críticas que recibieron se centraron en que su historia era demasiado estructuralista y parecía que se olvidaban de mirar al individuo, a las personas, a la cara cuando hablaban de su Historia Total. Además, al enfocarse más en lo político dejaban otros ámbitos sin tocar.
Desde este momento se produce una ruptura en el esquema más tradicional de lo que significaba la escuela de Annales. De hecho, su itinerario se bifurca en dos: uno nos llevará a la tercera generación de Annales y otro, más tarde, a la cuarta generación.
La tercera generación (1969-1989) estará encabezada por Jacques Le Goff (medievalista francés) y Pierre Nora (centrado en la identidad y la memoria). Esta generación se caracterizará por integrar lo académico y a la sociedad dentro del proyecto, centrado en estudiar la cultura.
Nace así la Nueva Historia que pretende hacer preguntas + amplias que sean del interés del público general, el estudio de las mentalidades y un enfoque antropológico: la vida, la muerte, el matrimonio, la vida cotidiana… También introdujeron el uso del método cuantitativo.
La cuarta generación (1989-actualidad) no sigue la misma tradición. Esta nace directamente de la corriente braudeliana, que evolucionó hacia un marxismo annalista y, con el final de la URSS y del muro de Berlín, se volvieron revisionistas.
El historiador más famoso de esta cuarta corriente es Roger Chartier, y en esta generación surge el llamado “giro crítico”. El giro crítico consiste en una revisión de los paradigmas historiográficos existentes como reacción a la aparición de nuevos movimientos sociales.
Por otra parte, esta cuarta generación no tendrá tan en cuenta el estudio de las mentalidades como la tercera generación. De hecho, pensaban que el estudio de la historia de las mentalidades era insuficiente para explicar los problemas históricos.
Además, revisan los planteamientos de las dos primeras generaciones:
1⃣Estudian y recuperan la historia social y económica, marginada por la 3ª gen.
2⃣Actualizan de manera crítica la historia total (global) y la larga duración.
3⃣Buscan de nuevo apoyarse en otras disciplinas.
Por lo tanto, esta 4ª generación propone la interconexión de lo cultural con lo socioeconómico, la historia social de las prácticas culturales (y viceversa) y nuevas metodologías (síntesis histórica, historia problema, método comparativo o historia interpretativa).
Como resumen de todo lo expuesto, aquí tenéis este esquema:
Espero que os haya gustado este hilo sobre la corriente de los Annales. No dudéis en compartirlo y comentar sobre cualquier duda al respecto.
Para todos vosotros, @RemusOkami.
¡Un fuerte abrazo, clionautas!
Bibliografía:
Además de dejaros de deberes leer las obras de todos los autores citados en el hilo, me he basado en estos dos libros que son geniales.
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