Catéter Doble Jota Profile picture
Ingeniero (MSc, PhD) e historiador especialista en #HistoriaMedicina (PhD). En ocasiones doy clases a universitarios. @cateterdoblej@med-mastodon.com

Sep 10, 2022, 33 tweets

Un hombre que tenia doce hijos trabajaba muchas horas al día para darles de comer a todos.
Tantas que ya no podía más… #HistoriaMedicina #hilo 🧵⤵️

Cuando su esposa dio a luz a su decimotercer hijo, el padre sabía que no podía alimentarlo y pensó que si le encontraba un buen padrino le ayudaría en su manutención

El padre caminando por la calle se encontró con un hombre viejo de pelo largo y barba canosas en túnica blanca y le ofreció ser el padrino de su vástago

El viejo, que aceptó ser padrino, se presentó y le dijo que él era Dios, prometiendo salud y felicidad para el niño

Rápidamente el padre anuló su propuesta y dijo que no quería que Dios fuera el padrino porque tolera la pobreza de los hombres y encima premia los sufrimientos en la tierra con la eternidad en el cielo

El padre siguió caminando y se encontró a un hombre que vestía en tonos rojos y negros y del que destacaban unos cuernos por arriba y un largo rabo por abajo

Tras ofrecerle ser padrino, el individuo se presentó como el Diablo diciendo que aceptaba y llenaría al pequeño de oro y riquezas.
El padre dijo que no lo quería de padrino porque siempre engañaba a los hombres para obtener su alma

En su deambular, el padre se encontró con una mujer de tez pálida y con capucha negra que se apoyaba al caminar con una guadaña

Ella se presentó como la Muerte y aceptó ser la madrina del pequeño tras la petición de su progenitor.
El padre estaba encantado porque ella era justa, llegaba igual a ricos que a pobres, a reyes que a plebeyos, a jóvenes que a viejos,… nunca discriminaba a nadie

El niño creció fuerte y feliz y no tuvo penurias gracias al apoyo de su madrina.
Siendo ya un joven, la Muerte le pidió que le acompañara y lo llevó a un bosque donde le enseñó los secretos sobre las hierbas curativas y le dijo:
-Ahijado, serás el mejor médico del mundo

La Muerte le contó que cada vez que él como médico fuese llamado a curar a alguien muy muy grave, ella estaría allí solo visible por él…

Si ella aparecía cerca de la cabeza del paciente, él debía administrarle hierbas curativas; pero si estaba a los pies del paciente, no hacía falta que hiciera nada por salvarlo porque el paciente moriría en breve

En poco tiempo, el ahijado de la Muerte se convirtió en un famoso galeno, tal y como le había prometido su madrina, acumulando riquezas y alabanzas gracias a su extraordinaria habilidad para curar, y más aún, para predecir si un enfermo iba a vivir o a morir

Un día le llamaron de la corte porque el rey estaba muy enfermo y hasta allí había llegado su fama.
Cuando el médico llegó a examinar el monarca, vio inmediatamente que la Muerte, su madrina, estaba a los pies de la cama…

El médico, guiado por su afán de triunfar ante los poderosos, quiso engañar a la Muerte.
Levantó al rey a pulso y lo acostó al revés, dejando los pies donde estaba la cabeza, y esta, donde estaban los pies, con lo que la Muerte quedaba junto a su testa

Luego dio al rey las hierbas curativas, lo que hizo que este sanara en muy poco tiempo.
El médico fue llenado de alabanzas y riquezas pero su madrina al poco le visitó…

— ¡A la Muerte no se le puede engañar! — le gritó.
Pero después la señora de la guadaña le dijo que le perdonaba porque era su ahijado, pero que no lo volviera a hacer o le quitaría la vida a él

Al tiempo enfermó la princesa heredera, hija única del rey a la que nadie lograba curarla.
El rey mandó llamar al médico que le salvo a él para que hiciera el “milagro” con su hija.
Le prometió desposarse con ella y ser el próximo rey si la curaba

Cuando el médico entró en los aposentos de la princesa, le impresionaron dos cosas: la enorme belleza de la joven y que su madrina, la Muerte, estaba a los pies de la cama para llevársela con ella

El médico olvidó la promesa y volvió a hacerle la “trampa” a la Muerte dando la vuelta a la princesa y administrándole las hierbas curativas.
La heredera sanó pero la Muerte se llevó a su ahijado a una remota cueva subterránea

Allí la Muerte le mostró a su ahijado miles de velas encendidas de diferente longitud explicándole que representaban la vida que le quedaba a cada humano.
Después le mostró la de él casi sin cera y cerca de apagarse

Pese a las súplicas del ahijado pidiendo que le encendiera una nueva vela para poder vivir, casarse con la princesa y reinar, la Muerte no transigió y dejó consumirse por completo el cirio.
Cuando se apagó, el médico cayó muerto

Este cuento (que he acortado) titulado en alemán “Der Tod Gevatter” (“La Muerte Madrina”) aparece en la 1a. ed. de “Kinder-und Hausmärchen” de los Hermanos Grimm.
Aunque hay versiones suavizadas y con final feliz, como pasa en muchos de sus cuentos de hadas, este es el original

Este cuento tiene muchas cosas interesantes, pero quiero que os fijéis en las posiciones “habituales” del médico y de la Muerte. El médico en la cabecera de la cama y la de la guadaña a los pies

Lo que describen Jacob y Wilhelm Grimm no es aleatorio.
Ya en los siglos XVIII y XIX era habitual representar a los médicos en el cabecero de la cama y es algo que se documenta claramente en las artes

El motivo es porque desde la Edad Media para la nobleza y después en la Edad Moderna más ampliamente, eran los médicos los que normalmente visitaban a los pacientes a domicilio y en muchas ocasiones se quedaban junto al paciente durante la curación

La posición habitual del médico era junto a la cabeza del paciente para poder comunicarse con él y controlar mejor su aspecto.
Además, si se le “pagaba” permanecía ahí (salvo descansos o relevos) hasta el desenlace de la enfermedad, fuera positivo o negativo

Este es el motivo por el que en un momento dado, al médico que acompañaba normalmente al paciente se le empezó a dar el apelativo de “médico de cabecera”. No hay una fecha clara documentada, pero fue hace unos siglos

Esto fue en contraposición a la especialización. Con la aparición de los barberos/cirujanos primero y de otros especialistas después, se generalizó el término médico de cabecera para aquellos que practicaban la “medicina general”

Con el paso de tiempo, la iconografía ensalzó la lucha del médico en la cabecera de la cama con la Muerte a los pies de la misma. El primero intentando retener al paciente en este mundo y la otra intentando llevárselo al más allá

Este medico ha pasado a llamarse médico de familia, médico de comunidades, médico general, médico principal, médico de atención primaria, etc., pero sigue siendo el “mismo” al que un día se le bautizó como “médico de cabecera”

Sirva esta pequeña reseña histórica un homenaje a aquellos que nos ofrecen a nosotros y nuestras familias atención sanitaria personal, continua e integral.
Más si cabe ahora que la atención primaria “cojea” pese a ser tan necesaria

Gracias y espero os haya resultado interesante

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