Hoy celebramos a la gran Santa de #Ávila, #SantaTeresaDeJesús.
Hay una anécdota sobre ella, casi leyenda, que cada vez valorizo más y que me gustaría compartir en este hilo ⤵️🧵
«Dícese que en cierta ocasión, al bajar la Santa unas escaleras en el convento de la Encarnación de Ávila, se le apareció un hermoso niño…
y pensando que se trataba de un hermano o sobrino de alguna religiosa de la Comunidad, la Santa se dirigió a él preguntándole:
-¿Como te llamas, hermoso niño?
Pero él le respondió con otra pregunta:
-¿Y tú, ¿cómo te llamas?
-Yo soy Teresa de Jesús, respondió la Santa.
-Pues yo soy Jesús de Teresa, replicó él.
Era el Niño Jesús.»
Si bien la Santa no cuenta el suceso y los primeros biógrafos no recogen esta anécdota, fue muy difundida por la tradición oral volviéndose muy famosa la iconografía del Niño en las escaleras hablando con Teresa.
De hecho en el convento de la Encarnación, al visitar los lugares donde la Santa vivió, se puede ver la escalera interna del convento donde habría ocurrido tan peculiar encuentro.
Desde hace tiempo esculturas de ambos recuerdan allí lo que la anécdota narra.
Hay algún testimonio de posibles encuentros de Teresa con el Niño Jesús:
Refiere Ana de San Agustín, una monja que acompañó a Teresa en la fundación de Villanueva:
“Viniendo en procesión (del traslado del Santísimo en Villanueva de la Jara) vi cómo entre medias del Santísimo Sacramento y de la dicha M. Teresa de Jesús, que venía detrás,
iba un Niño hablando a la dicha M. Teresa de Jesús, que se parecía a un Niño Jesús que el prior del convento de La Roda les había dado.”
Y que preguntándole esta testigo sobre lo que había visto, le dijo: “Hija, yo os mando en virtud de santa obediencia no lo digáis a nadie”.
En fin… Anécdota o suceso; decía yo que cada vez valoro más el meditar sobre lo que la narración esconde:
1) La santidad es encontrar a Cristo en todos los ambientes de nuestra vida, aún en los más ordinarios. Habrá veces que sea evidente su presencia, otras en que tardaremos un poco más en percatarnos de que está allí. Basta recordar Emaús.
Sin duda habrá tantas veces en que ni siquiera lo notaremos, pero ahí está siempre.
2) Cristo, siendo adulto, nunca perdió las características que encontramos en cualquier niño. Un niño ama con simplicidad y ternura, pero ama profundamente… Los vínculos de amor que un niño forja casi son siempre de pertenencia.
Y eso es lo único que nos pide: Que nos entreguemos tanto a Él como Él se entrega a nosotros.
Que seamos “Teresa DE JESÚS” como Él es “Jesús DE TERESA”.
3) Es usual en los evangelios que cuando le hacen una pregunta a Jesús, él responda con otra.
De hecho, él hizo más de 300 preguntas. Le preguntaron algo 183 veces y Él solamente respondió directamente poquísimas.
Pero la pregunta que está detrás de todas…
La única que quiere que respondamos con total sinceridad: «¿Me amas?» Jn 21,16…
De nuestra respuesta depende todo.
Santa Teresa interceda por nosotros para que también nosotros seamos “de Jesús”.
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