Thread by @CanchaNba

El nombre de Santi Aldama está empezando a sonar con fuerza en la NBA.

El joven español se ha hecho un hueco en la rotación de uno de los equipos más ilusionantes, siendo, además, un pionero para su país.

¿Queréis conocer su historia?

En #CanchaNBA te la cuento.

ABRO HILO⬇

Santiago Aldama Toledo nació un 10 de enero de 2001 en Las Palmas de Gran Canaria (España).

Lo del básquet le viene de familia ya que tanto su padre como su tío fueron profesionales. De hecho, su progenitor jugó en la ACB y formó parte de la selección en los JJOO de 1992.

Lo curioso de un jugador tan talentoso como Santi es que no se formó en ninguna cantera de un equipo ACB.

Fue en la Canterbury Academy, en su Las Palmas natal, donde comenzó a desarrollarse como jugador de baloncesto y a llamar la atención a más de un ojeador.

Pero Santi y su entorno prefirieron no escuchar el canto de las sirenas de la ACB y apostaron por una formación a fuego lento en las islas.

Y no fueron pocas precisamente las proposiciones que recibió el prometedor jugador español durante esta etapa.

Lo cierto es que aunque ahora lo vemos asentado en esa posición de ala-pívot e incluso con la posibilidad de ser utilizado en ciertos quintetos como 5, debido a su altura (unos 2,14), Santi comenzó sus andaduras en el baloncesto como base debido a su gran habilidad y capacidades.

A pesar de que la altura le venía de familia (su padre medía 2,13 y su tío 2,11), cuando empezó a jugar era más bien bajito.

No obstante, lo suplía con un gran manejo de balón y un tiro que llamaba mucho la atención y no dejaba a nadie indiferente.

A pesar de que siempre jugó sus años de formación en la Canterbury Academy, lo cierto es que su talento le llevó a disputar una Minicopa con el Gran Canaria en 2015 y la Euroliga Junior con el Barça en 2018.

Pero el verdadero punto de inflexión para él sería el verano de 2019.

Y es que Santi no solo disputó y ganó el Eurobasket u18, sino que también fue elegido como el MVP del torneo, algo que normalmente está reservado para los mejores prospects de cada generación.

Podemos imaginarnos la cantidad de ofertas que le llegarían después de esto.

El canario lideró a la selección española a la consecución del entorchado continental promediando 18 puntos y 7,6 rebotes, elevando el nivel de su juego al de una estrella incipiente.

Cabe destacar que fue el único integrante que no procedía de un filial ACB.

Desde los 6 años hasta su marcha a EE.UU, desarrolló todo su juego en la Canterbury Academy, a la que achaca gran parte de su éxito por su excelente formación.

Santi decidió ser un pionero desde el principio y volvería a hacerlo a la hora de decidir su siguiente paso.

Llevaba toda la vida preparándose para esto y a pesar de tener ofertas de muchos equipos ACB, Santi ya lo tenía decidido.

Siguiendo su plan, iba a continuar su incipiente carrera en la Universidad de Loyola-Maryland en Estados Unidos. Algo que ya había decidido un año antes.

Fue en el verano de 2018, cuando acompañado de su familia, visitó la universidad situada en Baltimore.

Tanto Santi como sus más allegados querían un lugar donde el jugador pudiera desarrollar también su lado académico, ya que lo veían como algo fundamental en su carrera.

Y es por esto que la familia Aldama se quedó "prendada" de esta institución que, a pesar de jugar en la Division I de la NCAA, lo hacía en una "Mid-Major" no perteneciente a las 5 grandes conferencias universitarias.

Los focos sobre Santi no serían tan intensos.

Los Aldama creían que era el lugar perfecto para que siguiera desarrollando su juego sin dejar de lado sus estudios en Business Management.

Santi volvía a rechazar ofertas de lugares más competitivos y de mayor caché baloncestístico para apostar por una formación integral.

La familia del jugador decidió apostar por un lugar donde sus estudios siguiesen siendo importantes y donde Santi pudiera ser el protagonista principal sobre la pista.

No obstante, los 2 años que pasó en la universidad de Baltimore no estarían exentos de piedras en el camino.

Santi llevaba años arrastrando unas molestias en su rodilla que prácticamente se habían vuelto insoportables tras el Eurobasket.

Una vez en Loyola, y tras apenas una semana de entrenamientos, Aldama se daba cuenta de que era imposible seguir jugando con ese dolor tan intenso.

Tras conversar con el equipo médico, decide operarse, renunciando a parte de su primer año como universitario para poder recuperarse completamente de la lesión que le impedía desarrollar todo su talento.

Y todo salió según lo esperado. Santi ya no volvió a sentir ese dolor.

Una vez completamente recuperado, la explosión de su juego en su segundo año fue tremenda, de manera que llevó a su universidad a rozar la clasificación al March Madness.

A pesar de no jugarlo, la temporada de Santi empezó a llamar la atención de las franquicias NBA.

Aldama firmó números históricos en cuanto a puntos y rebotes llegando a ponerse a la altura de algunos jugadores como Carmelo Anthony, Michael Beasley o, incluso, Kevin Durant.

La evolución en su juego le convertía en una pieza versátil codiciada por muchas franquicias.

Muchas de ellas se pusieron en algún momento en contacto con el entorno del jugador, ávidas de conocer más acerca de aquel prospect que ya estaba sonando para el Draft de 2021.

Santi estaba a las puertas de cumplir el sueño de su vida: ser drafteado por una franquicia NBA.

Aldama seguía entrenándose en Baltimore junto a uno de sus principales mentores: Ivo Simovic.

Santi renunció a la clásica gira de workouts con las franquicias y decidió centrarse en seguir mejorando preparándose para el gran salto. Pronto, Santi se convertiría en un pionero.

El 29 de julio de 2021, en el Barclays Center de Nueva York, Adam Silver anunciaba que los Utah Jazz seleccionaban a Santiago Aldama con el pick número 30 (último de la 1a ronda).

Santi acaba de convertirse en el primer español en acceder a la NBA a través de la NCAA.

No obstante, los Jazz lo traspasaron inmediatamente a los Grizzlies, ya que era una elección apalabrada con los de Tennessee, que eran los realmente interesados en él.

Tras los hermanos Gasol y Juan Carlos Navarro, Aldama se convertía en el cuarto español que jugaría en Memphis.

Una vez más, volvía a ser un pionero para su país. Además, se convirtió en el vigesimosegundo español en aterrizar en la mejor liga del mundo.

Y lo hacía en un equipo joven en pleno auge. Santi ya estaba en la NBA pero aún quedaba mucho trabajo por delante para poder asentarse.

Durante su 1a temporada la adaptación a la liga fue difícil. Había llegado a un equipo joven pero muy competitivo, donde ganarse un hueco, y más siendo rookie, era casi imposible.

Pero Santi trabajó sin descanso. Ganó casi 10 kilos en músculo y siguió desarrollando su juego.

Mejoró algunos aspectos vitales para un perfil como el suyo como el perfeccionamiento de movimientos interiores, el uso de su cuerpo, su mecánica de tiro, el plano defensivo...

Y, además de todo esto, el creció un par de centímetros más, situándose en el 2,14.

Tras, como digo, una primera temporada con escaso protagonismo, Santi valoraba la posibilidad de ir a jugar el Eurobasket con su selección. Algo difícilmente rechazable para cualquier jugador.

Después de valorarlo con su entorno, Aldama tomaría la decisión de renunciar a ello.

Una decisión complicada pero que, viéndolo con perspectiva, no pudo ser más acertada para su desarrollo.

Santi entrenó a destajo durante los dos meses de verano para adaptar su cuerpo y su juego a las exigencias de la liga con un objetivo fijado en su mente: entrar en rotación.

Algo que el año pasado parecía una utopía, dada su juventud y el nivel de la plantilla, comenzó a fraguarse pronto.

Santi deslumbró a todos los miembros de la franquicia con sus grandes actuaciones en la Summer League y, posteriormente, en la pretemporada.

La mejora en su físico, en su tiro y en el plano defensivo le valieron al español para "aprovechar" la lesión de su compañero Jaren Jackson Jr y hacerse con la titularidad en los partidos de pretemporada, donde jugó a un gran nivel.

Jenkins tenía claro que lo quería de titular.

Y, tras casi 10 partidos, todos ellos como titular, parece que Santi Aldama, al menos por el momento, se ha establecido en la rotación de estos Grizzlies.

Un equipo llamado a hacer grandes cosas esta temporada y en el que un español de apenas 21 años juega 30 minutos cada noche.

No me cabe ninguna duda de que seguirá mejorando cada día y haciéndose un hueco en la liga.

Ahora es cuando puede mirar atrás y estar orgulloso de todo lo conseguido. De haber sido un pionero y haber tomado el camino no siempre más fácil para cumplir su sueño.

Y hasta aquí llega la, de momento, corta historia de Santi Aldama. Un jugador destinado a hacer grandes cosas y volver a llevar el baloncesto español a la cima del deporte mundial.

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