«Pero el corazón tiene su propia memoria y no ha olvidado nada».
#AlbertCamus ✍️
Escritor, periodista, novelista y filósofo francés. Brillante, imprescindible. Premio Nobel de Literatura (1957). Nació un 7 de noviembre de 1913.
#AlbertCamus, nació en Mondovi, Argelia, en el seno de un hogar de colonos franceses. Sus padres fueron Catherine Hélène Sintès, nacida en Birkadem (Argelia), de familia originaria de Menorca, y de Lucien Camus, de origen alsaciano. Y tuvo un hermano mayor, Lucien Jean Étienne.
Su padre trabajaba en una finca vitivinícola para un comerciante de vinos de Argel, mantenía a la familia hasta que fue movilizado en la 1ra. Guerra Mundial, sufrió heridas en combate y falleció. Este hecho propició el traslado de la familia a casa de la abuela materna en Argel.
El pequeño Albert no había cumplido ni un año y quedó huérfano. De su progenitor, solo conservó una fotografía y alguna anécdota. Su niñez transcurrió en uno de los barrios más pobres de Argel, y con ausencia absoluta de libros y revistas, hasta que logró entrar a la escuela.
Comenzó a estudiar gracias a una beca que recibían los hijos de las víctimas de la guerra y así pudo descubrir los libros. Ese despertar hacia la cultura y el saber fue alentado de forma especial por su profesor Louis Germain, a quien siempre recordó y guardó total gratitud.
#CatherineSintés, madre de #AlbertCamus era sorda y analfabeta. Nunca pudo leerle cuentos en su infancia, pero impulsó su educación. Cuando Albert regresaba de clase, ella acariciaba sus libros como si atesoraran el futuro de su hijo. Falleció poco después de la muerte de Camus.
En la escuela, fue su profesor de filosofía, Jean Grenier, quien lo inició en la lectura de los filósofos, y especialmente le dio a conocer a Nietzsche, e iniciaron una gran amistad. También fue su tío, Gustave Acault, hombre muy cultivado, quien le influyó e inculcó cultura.
#AlbertCamus también se interesó por el deporte, especialmente el fútbol, la natación y el boxeo. Fue portero del equipo juvenil de la Racing Universitaire d'Alger de 1928 a 1930. Sin embargo, la tuberculosis detuvo su vida deportiva, y por un tiempo sus estudios.
Camus se había acostumbrado a jugar de guardameta desde niño, pues era el puesto donde menos se gastaban los zapatos. De familia pobre, no podía darse el lujo de correr en las canchas, cada noche, su abuela le revisaba las suelas y le propinaba una paliza si las hallaba gastadas.
Durante sus años de arquero, #Camus aprendió muchas cosas: «Pronto aprendí que la pelota nunca viene hacia uno por donde uno espera que venga. Eso me ayudó mucho en la vida… y lo que más sé acerca de la moral y de las obligaciones de los hombres, se lo debo al fútbol».
A pesar de las dificultades económicas, #Camus logró el bachillerato, posteriormente estudió Filosofía y Letras en la Universidad de Argelia, y se graduó con la tesis: "Relación del pensamiento clásico griego y el cristianismo a partir de los escritos de Plotino y San Agustín".
Luego, el escritor quiso ser profesor, pero fue rechazado debido a su avanzada tuberculosis. De esta manera se dedicó al periodismo, como corresponsal del 'Alger Républicain', publicando distintos artículos sobre la situación social de los musulmanes en la región de la Kabylia.
Comenzó a escribir a temprana edad, sus primeros textos fueron publicados en la revista 'Sud' en 1932. En 1934, contrajo matrimonio con Simone Hié, al poco tiempo se separaron. Y en 1935, empezó a escribir 'El revés y el derecho' (L'envers et l'endroit), que publicó en 1937.
'El revés y el derecho' (1937) fue el primer libro de #AlbertCamus, lo escribió en Argelia a sus 22 años. Se trata de una autobiografía en la que describe la situación de su vida en su niñez, y retrata figuras importantes para él, como fueron su madre, su tío y su abuela.
Fundó el Teatro del Trabajo, que en 1937 reemplaza por el Teatro del Equipo, el cual buscaba llevar obras de calidad a las clases trabajadoras. En 1938 publicó 'Nupcias', obra conformada por una serie de meditaciones líricas sobre el campo de Argelia.
Tiempo después trabajó en el Diario del Frente Popular: su investigación 'La miseria de la Kabylia' impactó, y en 1940, el Gobierno General de Argelia prohibió la publicación del diario y evitó que #AlbertCamus encuentre trabajo, por lo que decidió partir a París.
#Camus trabajó en París como secretario de redacción en el diario Paris-Soir. Ese mismo año, 1940, se casó con Francine Faure, pianista y matemática. Con ella tuvo a los mellizos: Catherine y Jean. A pesar de las idas y venidas, Albert y Francine estuvieron juntos hasta el final.
En 1942, #Camus publicó su primera novela 'El extranjero' (L'étranger). Ese mismo año, publicó 'El mito de Sísifo', desarrollando sus ideas sobre el absurdo. En 1943, trabajó como lector de textos para Gallimard, importante y legendaria casa editorial parisina.
Al mismo tiempo, asumió la dirección de la publicación de resistencia 'Combat'. En la posguerra, tras la salida de los alemanes de París, siguió editando esta publicación, la cual mantuvo una postura independiente de izquierda, basada en los ideales de justicia y verdad.
En 1944 y 1945, escribió 'El malentendido' y 'Calígula', ambas consideradas como teatro del absurdo. En 1947 publicó su segunda novela: 'La peste', en la que se interesa por el absurdo fundamental de la existencia y reconoce el valor de los seres humanos ante los desastres.
Al margen de las corrientes filosóficas, #Camus elaboró una reflexión sobre la condición humana. Rechazó la fórmula de un acto de fe en Dios, en la historia o en la razón, por lo que se opuso simultáneamente al cristianismo, al marxismo y al existencialismo.
No dejó de luchar contra todas las ideologías y las abstracciones que alejan al hombre de lo humano. Lo definió como la filosofía del absurdo. Fue un convencido anarquista, y dedicó parte importante de su libro 'El hombre rebelde' a exponer y cuestionar sus propias convicciones.
En 1956 publicó 'La caída', y en 1957 'El exilio y el reino'. #AlbertCamus alcanzó el éxito literario y ese mismo año, a sus 44 años, fue reconocido con el 'Premio Nobel de Literatura', lo cual le motivó a escribir una carta de gratitud a su maestro de primaria, Louis Germain.
«Sin usted, sin la mano afectuosa que tendió al niño pobre que era yo, sin su enseñanza no hubiese sucedido nada de esto. No es que dé demasiada importancia a un honor de este tipo. Pero ofrece por lo menos la oportunidad de decirle lo que usted ha sido y sigue siendo para mí».
El 9 de diciembre de 1957, #AlbertCamus viajó a Estocolmo para recibir su Premio Nobel y pronunció un maravilloso discurso, y recordamos algunos extractos: «El escritor no puede ponerse al servicio de quienes hacen la historia, sino al servicio de quienes la sufren».
«Durante más de veinte años de historia demencial, perdido sin remedio, como todos los hombres de mi edad, en las convulsiones del tiempo, sólo me ha sostenido el sentimiento hondo de que escribir es hoy un honor, porque ese acto obliga, y obliga a algo más que a escribir».
«A mi ver, el arte no es una diversión solitaria. Es un medio de emocionar al mayor número de hombres, ofreciéndoles una imagen privilegiada de dolores y alegrías comunes. Obliga, pues, al artista a no aislarse; le somete a la verdad, a la más humilde y más universal».
«El artista se forja en ese perpetuo ir y venir de sí mismo hacia los demás, equidistante entre la belleza, sin la cual no puede vivir, y la comunidad, de la cual no puede desprenderse. Por eso, los verdadero artistas no desdeñan nada; se obligan a comprender en vez de juzgar».
Para #Camus, la creación era una forma de rebeldía humana contra el absurdo. El artista reformula el mundo y lo dota a través del estilo, de la coherencia y la unidad de las que carece. Sin dudarlo una luminaria, que al pasar de los años es esencial y está cada vez más presente.
#AlbertCamus, ganador del Premio Nobel de Literatura en 1957, era un anarquista confeso y contrario a los ideales nazis. En general, su tendencia de izquierda le hizo despreciar todo tipo de gobierno autoritario que encadenara los ideales libertarios de una persona.
#Camus se había convertido en uno de los mayores representantes de la cultura francesa, es por ello que en 1949, fue invitado a brindar conferencias y presentaciones en Sudamérica, con exactitud en Argentina, Brasil, Chile y Uruguay. Aquél viaje causó muchas expectativas.
Con algunos contratiempos, su viaje por Sudamérica duró dos meses. Cumplió su itinerario, a pesar de sentirse extenuado y con amenaza de que retorne su tuberculosis. Chile y Uruguay le causaron mejores impresiones, en relación a Brasil y Argentina.
«Ligera, uniforme, #Montevideo está rodeada por una cadena de playas y un boulevard marítimo que me parecen bellos. Hay una prestancia en esta ciudad, en la que parece ser más fácil vivir que en otras que ví hasta ahora», escribió #AlbertCamus en sus #DiariosdeViaje.
Durante su estadía en Buenos Aires, #Camus se hospedó en Villa Ocampo, casa de su amiga Victoria Ocampo, traductora de algunas de sus obras, a quien había conocido en Nueva York. En ese entonces, #VillaOcampo era el punto de encuentro de los grandes intelectuales de la época.
«Para terminar, aterrizo en casa de V. O. (Victoria Ocampo). Casa grande y agradable, del estilo 'Lo que el viento se llevó'. Grande y antiguo lujo. Tengo ganas de acostarme y de dormir hasta que llegue el fin del mundo. Me duermo en efecto», expresó #AlbertCamus.
El singular recorrido que #AlbertCamus realizó por Sudamérica fue documentado en la obra autobiográfica 'Diarios de Viajes', publicada a título póstumo en 1978. Se trata de sus apuntes de viajes, que además contiene sus impresiones de su travesía por Norteamérica, en 1946.
La literatura y el teatro le acercaron a grandes luminarias de su época, Pablo Picasso, Jacques Lacan y Simone de Beauvoir entre otros. En su vida amorosa, sumó varios romances fuera de su matrimonio, la belleza femenina fue otra de sus pasiones.
Sin embargo, hubo en su vida un amor al parecer especial e inolvidable. Prueba de ello son 865 cartas y una relación de aproximadamente 16 años. En 1944, #AlbertCamus conoció a la actriz española #MariaCasares, con quien inició un romance que se prolongó hasta sus últimos días.
Cartas, postales y telegramas son testigos de aquél idilio furtivo. Se escribían con frecuencia porque a menudo estaban separados geográficamente. Tenían mucha afinidad intelectual, moral y política. Eran dos artistas que habían alcanzado un éxito fulgurante en sus carreras.
«Nunca me he sentido más pleno de fuerza y de vida. La enorme alegría que me llena levantaría el mundo», escribe #Camus. «Mi querido, mi amor, si tú supieras la confianza, la verdad, el valor que me das ¡Dios mío, toda mi vida se quedará corta para amarte!», le responde ella.
«Hay algo que es solo nuestro y donde te encuentro siempre sin esfuerzo. Son las horas en las que guardo silencio y tú dudas de mí. Pero poco importa, mi corazón está lleno de ti. Adiós, querida».
#AlbertCamus 
A #MaríaCasares, junio de 1944.
«Hace tiempo que no lucho contra ti y que sé que, pase lo que pase, viviremos y moriremos juntos».
#MaríaCasares ✍️
A #AlbertCamus, 17 de octubre de 1956.
«Mi deseo más verdadero y más instintivo sería que ningún hombre, después de mí, te pusiese la mano encima. Sé que no es posible. Todo lo que puedo desear es que no desperdicies esta cosa maravillosa que eres tú».
#AlbertCamus ✍️
A #MaríaCasares.
Cuando en octubre de 1957, la actriz española triunfa durante una gira en Argentina es en #AlbertCamus en quien piensa y le escribe. «Las pocas palabras de agradecimiento que tuve que decir las pronuncié pensando en ti».
En diciembre de 1957, #AlbertCamus acababa de recibir el Premio Nobel de Literatura. «Nunca me habías hecho tanta falta» le escribe él esa noche. «Qué fiesta, joven triunfador, qué fiesta», dice #MaríaCasares en un telegrama ese mismo día.
La última carta de #Camus a su gran amor está fechada el 30 de diciembre de 1959, cuatro días antes de su muerte. «Hasta pronto preciosa. Estoy tan contento con la idea de volver a verte que sonrío al escribir. Te abrazo, te aprieto contra mí hasta el martes».
#AlbertCamus pasó la fiestas en su casa de Lourmarin, en el sur de Francia. Iba a retornar a París en tren junto a su familia, pero decidió a última hora viajar en el coche de los Gallimard. Jamás llegó. El lunes 4 de enero se estrelló contra un árbol, a 90 kilómetros de París.
#Camus viajaba en el asiento del copiloto y murió en el instante. Tenía 46 años. En el maletín del escritor se encontró un manuscrito incompleto del 'Primer hombre' publicado 34 años después. Fue sepultado en #Lourmarin, el pequeño pueblo de Provenza donde pasó sus últimos días.
Catherine Camus tenía 14 años cuando murió su padre. En 1980 renunció a su carrera de abogada para encargarse de la gestión de la obra del premio Nobel. En noviembre de 2017, decidió publicar las 865 cartas entre Albert Camus y María Casares, en un tomo de más de 1200 páginas.
«Sus cartas hacen que la tierra sea más vasta, el espacio más luminoso, el aire más ligero, simplemente porque ellos han existido», escribe Catherine Camus en el prefacio de 'Correspondencia. La historia de un encuentro artístico y de un amor pasional'.
Catherine Camus recuerda a María Casares como "una actriz memorable y el gran amor de su padre". Fue "la mujer de su vida", aseguró. Fueron dos estrellas de París en los años 50. #AlbertCamus, uno de los máximos referentes de la literatura del siglo XX. A quien siempre leeremos.
En sus memorias, publicadas en 1980, María Casares dijo de #Camus que, durante su romance, él había sido para ella «un padre, un hermano, un amigo, un amante y a veces un hijo». «Cuando se ha amado a alguien, se le ama siempre», confesó años después de la muerte del escritor.
«Si aquellos a quienes comenzamos a amar pudieran saber cómo éramos antes de conocerlos… podrían percibir lo que han hecho de nosotros».
#AlbertCamus ✍️
Premio Nobel de Literatura (1957)
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