En la #HistoriaMedicina y en general de la ciencia se da mucho el fenómeno bautizado como “Prisca Sapientia”, o “sabiduría perdida” de descubrimientos o hallazgos que se produjeron hace tiempo y quedaron en el olvido.
Eso eran unos ingleses, unos españoles … #hilo 🧵⤵️
AÑO 1747
El HMS Salisbury patrullaba el Canal de La Mancha y a bordo de este estaba el cirujano naval escocés James Lind (1716-1794).
El objetivo de él era hacer méritos para convertirse en un buen médico*
*Cabe recordar que los cirujanos en la época y en particular los navales eran considerados uno o varios escalones por debajo de los médicos
Uno de los múltiples problemas de estar embarcados mucho tiempo era una enfermedad mortal… el escorbuto, del que no se sabía qué lo causaba y cómo curarlo.
Fueron varios millones de navegantes los que perecieron por su culpa
La enfermedad comenzaba con astenia, apatía, dolor articular,... seguía con engrosamiento de las encías, hemorragias gingivales, caída de los dientes y una halitosis acentuada.
En menos de una semana se producía el desenlace fatal
Cuando 12 de los marineros del Salisbury enfermaron, a Lind se le ocurrió una idea, hacer uno de los primeros ensayos clínicos con grupos de control documentados* de la #HistoriaMedicina
*Hay controversia y para algunos autores el experimento nunca se realizó, aunque los datos e indicios hacen pensar que sí
Por parejas decidió suministrarles diferentes tratamientos para intentar encontrar un remedio para la conocida como “peste de las naos”,... el mortal escorbuto
Los enfermos fueron liberados de su trabajo.
A una pareja les dio dos cucharadas de vinagre, a otra media pinta de agua de mar, a otra un cuarto de pinta de sidra, a otra un purgante, a otra 25 gotas de vitriolo (sulfúrico diluido en agua) y a otra dos naranjas y un limón
Sin entrar en lo que les ocurrió a los otros, que más que tomar medicinas los había rematado (aunque pongámonos en contexto, era el siglo XVIII), la pareja que tomó los cítricos mejoró rápidamente, curándose del todo en pocos días
Con las conclusiones obtenidas y tras varios experimentos más en años sucesivos a bordo de diferentes naos, Lind publicó en 1753 un tratado sobre el escorbuto: “A treatise of the scurvy” (“Tratado sobre el escorbuto”)
📜pmj.bmj.com/content/78/925…
En la publicación describía la enfermedad y sus causas, aunque no acertaba mucho porque hablaba del aire enrarecido y del confinamiento en los buques como causas fundamentales que lo provocaban, dejando como anecdótica la dieta
Sí acertaba en el tratamiento, diciendo que los limones y las naranjas eran la solución a la enfermedad, pero el Almirantazgo no quiso incluirlos en las dietas navales.
Además, había un problema muy importante…
En la época era muy difícil conservar frutas, verduras y frescos en los barcos porque los periodos de navegación eran muy largos.
Lind dio una primera solución que era llevarlos convertidos en zumo, pero también se acababa haciendo malo
La solución definitiva que propuso Lind fue hervir los envases con el zumo “al baño María”, pero esto hizo que sus teorías fueran desechadas porque había algo que él no sabía…
Al hervir los recipientes con el zumo, la vitamina C desaparecía por completo o quedaba reducida a la mínima expresión
Al año siguiente el escocés dejó la Royal Navy y realizó su tesis doctoral sobre otro tema bien distinto: las muertes por enfermedades venéreas, lo que demuestra que ni él mismo estaba muy convencido de lo que había expuesto sobre el escorbuto
De los pocos que confiaban en los supuestos de Lind de que la gente cuya dieta era escasa o nula en frutas y verduras era la que más padecía este mal y de que los cítricos eran clave para curarlo fue el prestigioso capitán James Cook (1728-1779) que la introdujo en sus naves
Años más tarde, uno de los discípulos de Lind, Sir Gilbert Blane (1749-1834) retomó los estudios del primero y observó que añadiendo alcohol destilado (ron o ginebra) al zumo, este conservaba sus propiedades.
Ya se sabe que los británicos lo mezclan todo con alcohol 😉
Tras más estudios y pruebas demostró que lo que había dicho Lind respecto a las naranjas y limones era cierto y convenció al Almirantazgo que impusiera el consumo de grog, esto es, ron con agua y con zumo de limón como obligatorio para evitar el escorbuto en los buques
En 1780 se publicó “On the most effective means for preserving the health of seamen, particularly in the Royal Navy” que estableció la importancia de las frutas y verduras frescas para prevenir el escorbuto
📜collections.nlm.nih.gov/catalog/nlm:nl…
En 1795 se aprobó dar una dosis diaria de 22 centímetros cúbicos de grog con zumo de limón a cada marinero, cosa que hizo que las defunciones y los enfermos por escorbuto de la Royal Navy bajaran drásticamente
Aquí apareció otro problema (que siguen teniendo hoy en día), para los británicos conseguir naranjas o limones era carísimo, con lo que los cambiaron por limas que sí podían conseguir en sus colonias de ultramar
El uso de limas es el motivo por el que a los marineros británicos les llamaban “limeys” de manera semidespectiva. El término se extendió a ser usado por los norteamericanos para referirse a todos los británicos
La incidencia de la enfermedad tuvo un repunte porque las limas contenían solo la cuarta parte de vitamina C que los limones, pero el hecho es que se había encontrado un remido para el escorbuto
Hoy sabemos que el escorbuto también llamado “enfermedad de los piratas” es carencial y es causado por el déficit de vitamina C (ácido ascórbico), necesaria para la síntesis de colágeno. Incluso la palabra ascórbico proviene de la raíz latina “scorbutus”
Los problemas habían venido porque las dietas habituales de los marineros durante los meses que duraban las singladuras eran solamente a base de galletas, carne salada y licor. Las frutas y las verduras no las veían ni en pintura
Dijo S. R. Dickman: “el Imperio británico nació de las semillas de los cítricos” y es cierto porque gracias a minimizar el escorbuto, los británicos pudieron imponer el bloqueo naval a los franceses y derrotar a Napoleón, cuya flota seguía padeciendo la enfermedad
Lo que nos cuentan los libros, las enciclopedias e incluso en muchos sitios de internet es que los ingleses con Lind y Blane a la cabeza fueron los que descubrieron que los cítricos (la vitamina C) frenaba el escorbuto, pero…
AÑO 1565
El agustino y marinero Andrés de Urdaneta y Ceráin (1508-1568) había descubierto el “tornaviaje” o ruta de regreso a Nueva España a través del océano Pacífico entre Manila y Acapulco
La conexión Manila-Acapulco-Manila fue una de las rutas comerciales más utilizadas de la historia y funcionó regularmente durante dos siglos y medio generando un importante intercambio comercial y cultural entre Asia y América
Se llamó Galeón de Manila (o Nao de China o Galeón de Acapulco) a una serie de embarcaciones que cruzaban el océano Pacífico una o dos veces por año entre Manila (actual Filipinas) y los puertos de Nueva España (actuales México y Sur de EE.UU.)
El viaje desde Nueva España duraba unos tres meses y el de vuelta más de cinco meses debido a las corrientes, con lo que los tiempos de navegación sin escalas eran enormes. En cualquier caso, estas rutas eran “menos peligrosas” que otras
Gracias a esa ruta comercial se pudieron unir tres continentes. Las naves españolas conectaron Asia, América y Europa a través de dos grandes vías marítimas: la Carrera de Indias y la del Galeón de Manila
Como Urdaneta ya tenía edad avanzada para la época, la primera expedición del Galeón Manila la comandó Miguel López de Legazpi (1502-1572) y resultó un éxito: 217 marineros partieron y solo murieron 16 de los que prácticamente nadie fue por… escorbuto
Las tasas de mortalidad por escorbuto de los barcos británicos, portugueses y holandeses eran altísimas en la época. Muchísimo mayores que por contiendas bélicas incluso. En cambio, en los Galeones Manila españoles no había casi escorbuto…
El motivo era porque la flota española conocía las bondades de las naranjas y los limones y los llevaban consigo para prevenir la enfermedad o curarla en caso de aparecer
Este hecho había pasado totalmente desapercibido hasta el año 1980 cuando el epidemiólogo español jubilado: Julián de Zulueta y Cebrián (1918-2015) “curioseaba” documentos del Archivo de Indias de Sevilla
El Dr. Zulueta publicó “La contribución española a la prevención y curación del escorbuto en la mar” en la Revista General de Marina donde demostró que ni en los Galeones de Manila, ni en las naos españolas que navegaban la “Mar del Sur” había prácticamente escorbuto
El motivo no era otro que el refuerzo de la vitamina C (no conocida entonces) con la ingesta de cítricos.
Por suerte, en España era un producto muy fácil de conseguir en las huertas mediterráneas
La primera referencia escrita para el tratamiento del escorbuto con cítricos está en “Tractado breve de Anathomia y Chirugia, y de algunas enfermedades, que más comúnmente suelen haver en esta Nueva España” (1579) de Fray Agustín Farfán (1532-1604)
📜bibliotecavirtualdeandalucia.es/catalogo/es/co…
Esta práctica habitual en las naos españolas el primero que la documentó fue el médico sevillano Pedro García Farfán, que había ejercido en Nueva España (México) y que tras la muerte de su esposa se hizo agustino y adoptó el nombre Fray Agustín Farfán
Seguramente el agustino no realizó por sí mismo el descubrimiento, pero recogió noticias y datos que le llegaban desde la actual Acapulco, base de partida y llegada del Galeón de Manila
El doctor Farfán (porque tenía el doctorado) que estudió medicina en Salamanca y Sevilla no fue consciente que lo que él explicaba había salvado miles de vidas de marineros españoles durante varios siglos. Tampoco que sus aportaciones serían olvidadas
Es cierto también que los españoles muchos años antes tuvieron los mismos problemas que los británicos: hacer que la fruta, verdura y zumos duraran
Lo intentaron envasando sin aire el zumo (“agrios”) o calentándolo al baño María (“jarabe”). Aunque tales remedios evitaban se estropeasen, sucedía que con el tiempo o bien perdía la vitamina C (jarabe) o se podría en las largas travesías (agríos)
En cualquier caso, pese a los problemas se logró controlar la enfermedad y reducir exponencialmente la incidencia y los fallecidos por ella
No se sabe si Lind o alguno de sus discípulos conocían la publicación española y basaron sus teorías en ella. En cualquier caso, no la citaron y la historia les dio un mérito que por alguna cosa tenían, pero no por ser los primeros
Lo que está claro es que ni los españoles del siglo XVI, ni los británicos del XVIII sabían por qué los cítricos curaban el escorbuto, simplemente que la experiencia avalaba el tratamiento
En 1928 Szent-Györgyi identificó el ácido ascórbico.
En 1932 Waugh y King aislaron la vitamina C identificándola con este ácido.
Finalmente, Haworth y Herbert descubrieron su fórmula química
Hoy sabemos perfectamente que tenemos unas necesidades diarias de vitamina C y que estas se cubren normalmente con una pequeña ingesta de frutas y verduras
¡Menos mal que no se sabía lo de la guindilla/chile antes!
El libro “Escorbuto” de Stephen R. Brown narra fantásticamente y de manera “detectivesca” la parte británica de la historia
Para más información:
➡️researchgate.net/publication/32…
➡️scielo.sld.cu/scielo.php?scr…
➡️rct.uk/collection/112…
➡️pubmed.ncbi.nlm.nih.gov/21715633/
➡️sciencedirect.com/science/articl…
➡️dash.harvard.edu/bitstream/hand…
➡️ncbi.nlm.nih.gov/pmc/articles/P…
➡️dbe.rah.es/biografias/178…
No hay nada como contar bien las cosas y repetirlas mucho para que se queden. En eso los británicos son expertos.
Pero, ya sabéis, en curar esta enfermedad... los españoles fuimos los primeros
#gracias #esperooshayaresultadointeresante
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