Alejandro Contreras Profile picture
Psicólogo General Sanitario. Me apasionan la psicología y la cultura audiovisual. Ahora, también, tengo un podcast. https://t.co/NP7faPEVaW

Dec 29, 2022, 50 tweets

Pues vamos con el final de la trilogía de precuelas. La que más me gusta de las tres por lo que implica de cara a la trilogía original y porque cierra de manera bastante contundente este primer arco de Anakin #StarWars

Tiene un inicio brutal, con Obi-Wan y Anakin en plena batalla espacial para salvar a Palpatine. Uno de los inicios más espectaculares, para mi, de toda la saga y que es una declaración de intenciones de lo que vamos durante las siguientes dos horas.

Empieza con las guerras clon a punto de terminar. A mi este período me parece fascinante y podéis profundizar en el tanto en cómics como en la serie "Clone Wars" de Tartakovsky (2003-2005), como en la de animación 3D "The Clone Wars" (2008-2020), ambas en @DisneyPlusES

En el inicio, podemos ver que Anakin ha madurado y la relación con Obi-Wan es más fluida. Su maestro sigue invalidando la intuición de Anakin pero parece que le respeta bastante más que en el episodio II. Una pena que no se profundice más en si se gestionó algo del episodio II.

Entiendo que, por el momento que viven de guerra, seguramente no porque la atención de todos estaba en el conflicto.

En el reencuentro con el conde Dooku, también podemos ver el crecimiento de Anakin al controlar un poco mejor su parte impulsiva. Debido al entrenamiento, tiene un mayor control también sobre el miedo y la ira que siente, reprimiéndolos. Una bomba de relojería.

Y, en este enfrentamiento, llega el primer paso de la película hacia el lado oscuro. Palpatine, recordemos, su figura de referencia que valida lo que es y hace bien, le dice que se vengue de él. Por supuesto, él obedece ya que Palpatine ejerce una gran manipulación sobre el joven

Grievous es otro personaje de las precuelas muy chulo. No entra en ese grupo de personajes secundarios desaprovechados pero estaría guay conocer más cosas de él. Por suerte, todo lo que no se desarrolla en películas, se desarrolla en el universo expandido.

Tanto en el aterrizaje como en Coruscant, podemos volver a comprobar que la relación entre Anakin y Obi-Wan es mucho mejor. El maestro le hace más reconocimientos y valida mucho más sus habilidades y decisiones.

Sin embargo, lo que vemos de la relación con Padme es más parecido a lo visto en el episodio II: impulsividad y mucho miedo. Con el embarazo de esta, el miedo a la pérdida crece aún más ya que, además de ella, ahora hay un legado.

Las pesadillas de Anakin vuelven, pero esta vez en relación a Padme. Es el momento más feliz de su vida pero no puede disfrutarlo.

También observamos que entre ellos la relación es buena, como en el episodio II. Ella le escucha y le deja expresarse aunque no remata bien ya que le quita importancia a algunas de las sensaciones que tiene.

Yoda tampoco atina, diciéndole que se aleje de aquello a lo que teme perder. Quizás el maestro Jedi esté en un punto en el que puede lidiar con la pérdida desde la aceptación, pero Anakin no puede. Y pretender que lo haga es parte de su perdición.

Ya en este punto, los Jedi se dan cuenta de que algo no encaja con Palpatine. Mandan a Anakin espiarle, algo que él siente como una traición hacia la que es una de sus figuras de seguridad. Y da la sensación de que Yoda se huele que las cosas van a ir muy mal.

Pero Palpatine ya lo sabe todo.Siempre estuvo un paso por delante de la Orden Jedi.Y aprovecha lo que le han pedido a Anakin para sembrar la semilla de la duda en el joven.Le promete enseñarle a salvar a las personas que quiere. A cumplir la promesa que hizo por la muerte de Shmi

A pesar de andar mosqueados con Palpatine, la Orden sigue subestimando a Anakin mientras que el Sith sigue ejerciendo su manipulación diciéndole que es el más preparado. Lo mismo que en el episodio II pero más intenso para hacerle caer más rápido.

Y, con esto, llegamos al último momento en el que Anakin y Obi-Wan interactúan como maestro y aprendiz. Obi-Wan valora todas sus virtudes y, probablemente siempre lo ha hecho pero nunca ha sabido cómo gestionarlo.

Una escena muy dura, ya que la próxima vez que le veamos juntos será para luchar entre ellos.

Todo lo que ocurre en Utapau y Kashyyyk es importante para más adelante. Pero, sobretodo, me gusta por lo que comenté ya en el episodio I: el despliegue de vehículos, escenarios y criaturas. Es de lo mejorcito que tiene esta trilogía.

Volviendo a la caída de la Orden, Windu llega a decir que percibe una conspiración para destruirles pero ahí están, a verlas venir.

Con la duda ya sembrada, Palpatine se muestra como el Sith que puede enseñarle a salvar a Padme. Le anima a separarse de los Jedi, a ser algo más trascendente. Aunque parece un movimiento algo osado, para el Sith es el golpe de gracia.

Anakin comunica a Windu que Palpatine es un lord Sith y le entrega. Sin embargo, el daño ya está hecho y el joven se ve desbordado ante la posibilidad de perder a su mujer e hijos. El miedo toma el control porque nunca nadie le ha ayudado a manejarlo adecuadamente.

Esa escena de duda de Anakin, ante un Coruscant donde está atardeciendo, mientras se enfoca a los principales edificios de la ciudad, es muy, muy impactante. Apenas hay sonido y solamente acompañamos a Anakin en su emoción.

Mientras tanto, Windu va a parar a Palpatine junto a otros tres maestros. Y en esta escena podemos ver lo poderoso que es Windu, que consigue vencer al Sith.

Y Palpatine, que lo tenía todo muy medido, aprovecha para hacerle ver a Anakin que es la víctima de la situación. Alimenta el miedo del joven y Windu no puede combatir contra eso. Que Palpatine muera significa que Padme también lo hará y eso no lo puede permitir.

Con Palpatine como su nuevo maestro, Anakin recibe el nombre de "Darth Vader", una manera de despersonalizarle. Ya no es Anakin y lo que simboliza (ese niño de Tatooine), si no que es un Darth. Parte bondadosa vs. parte oscura, vaya.

Palpatine trata de que se deshaga de su lado bondadoso. Los Jedi cometieron un error con él, pero Palpatine también lo hará ya que será ese lado bondadoso el que, años después, haga que Anakin, finalmente, traiga el equilibrio a la fuerza.

Anakin no tiene ningún tipo de trastorno disociativo. Vader y él son lo mismo, no son personalidades diferentes si no más bien distintas partes de una misma identidad.

De ahí que, en la serie de "Obi-Wan Kenobi", Anakin le diga que no es culpable de nada, que fue Vader (parte oscura) quien acabó con Anakin Skywalker (parte luminosa). Nadie más.

La ejecución de la orden 66, la caída de los Jedi y el ascenso del Imperio es una escena muy impactante, en parte, gracias a la banda sonora que acompaña el momento.

Padme se teme lo peor cuando se entera de la situación en Coruscant. Una lástima lo de este personaje, creo. No está bien escrito y Natalie Portman hace lo que puede. La versión en la que ella era el germen de la rebelión, tenía su punto y pegaba con el personaje.

Palpatine aprovecha sus habilidades de manipulación para convencer al Senado de que los Jedi han conspirado contra él. Así, consigue proclamarse Emperador del Imperio Galáctico, con la confianza de toda la cámara.

Momento muy, muy poderoso, en parte por las palabras de Padme: "Así es como muere la libertad, con un estruendoso aplauso". La carga política de esta trilogía es tremenda. El alzamiento del fascismo y el blanqueamiento del mismo. Nos suena, seguro.

Mientras tanto, Obi-Wan y Yoda se dirigen al templo Jedi, es una escena también muy molona donde despachan clones a tutiplén. Sin embargo, es también una escena sobrecogedora por lo que encuentran dentro. Muerte y destrucción a manos de los clones y de Anakin.

Obi-Wan descubre que Anakin es el responsable de la destrucción del templo y le pide a Yoda no enfrentarse a él. Sin embargo, el maestro le devuelve su responsabilidad y le da encomienda acabar con él, algo que Obi-Wan acepta.

Le produce un conflicto enorme pero no lo expresa. Entiende que su deber está por encima de lo que sienta y se encamina a Mustafar infiltrándose en la nave de Padme.

Padme intenta hacer entrar en razón a Anakin pero éste ya está consumido por el miedo. Además, con la aparición de Obi-Wan, Anakin se siente también traicionado por Padme (de nuevo, otra pérdida) y ya solamente le queda el Emperador.

En un diálogo sobrecogedor, Obi-Wan le dice que él es el único responsable de haber perdido a Padme. Su descontrol es el responsable. Que bueno, no es del todo mentira pero claro, nadie se ocupó de enseñarle a lidiar con nada y este es el resultado.

Y, con esto, da comienzo el combate, para mi, más espectacular de la trilogía y uno de mis favoritos de la saga. Cada choque de sables duele porque sabemos que son amigos.

Por cierto, en este combate también vemos lo que hablábamos en episodios anteriores. El estilo de combate más defensivo de Obi-Wan y el más impulsivo y descontrolado de Anakin.

Yoda, por su lado, va a enfrentarse al Emperador en otra escena poderosísima. Ese enfrentamiento con el Senado de fondo, además de muy simbólica, es muy impactante.

Por cierto, Gin ladra al Emperador, no le gusta.

Y llegamos a la escena en la que Obi-Wan reconoce haberle fallado. Aunque no será hasta años después que el maestro pueda disculparse por completo con él. Anakin está tan descontrolado que ignora que la altura hace imposible que ataque a Obi-Wan.

Derrotado, Anakin le grita que le odia. Probablemente, le culpa de su caída por no haberle sabido ayudar a tiempo. Este conflicto es el que luego se verá resuelto, al menos para el Caballero Jedi, en "Obi-Wan Kenobi".

La serie es flojita, por desgracia. Pero creo que una cosa que hace muy bien es continuar con el conflicto entre Anakin y Obi-Wan y darle cierto cierre con esa conversación final entre ambos.

Palpatine rescata a Anakin y le convierte en el legendario villano que todos conocemos. Es imponente esa escena en la que se transforma en Vader y se entera de la muerte de Padme.

Momento al que también ayuda la impresionante banda sonora y, en castellano, la brutal voz de Constantino Romero.

La cosa, como sabemos, termina con Obi-Wan exiliándose a Tatooine para vigilar a Luke, mientras aprende a entrar en contacto con Qui-Gon. Al que no consigue hasta que no es capaz de superar su culpa por lo ocurrido.

Los dos soles de Tatooine, eternos, para poner el cierre a esta trilogía. Muchas gracias por seguirme y que la fuerza os acompañe 😬

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