Hoy se recuerda a las víctimas de la Shoá, también conocido como Holocausto, el genocidio del régimen nazi contra el pueblo judío en Europa. Vamos a ahondar en las raíces e ideas de este crimen gigantesco que costó millones de vidas. Abro hilo.
El antisemitismo del régimen nazi fue de carácter biológico, a diferencia del viejo antisemitismo de tipo religioso, o del soviético, que era destruir la identidad judía. El nazismo tuvo pretensiones científicas que se basaron en la eugenesia y el racismo.
El régimen nazi buscó una reingeniería racial, demográfica, social, económica y política de Europa, porque aspiraba a lograr la “pureza racial” en un “espacio vital”, que iba desde el centro de Europa hasta los montes Urales.
La eugenesia partía de la base de que era posible “mejorar” genéticamente a la especie humana, esterilizando o eliminando a los individuos “no aptos” por patologías, discapacidades, rasgos físicos o conductas.
Desde fines del siglo XIX, la eugenesia sostenía que había una “jerarquía racial” de pueblos, ubicando a los arios –y en especial a los escandinavos y luego los germanos- en la cúspide de la especie humana. Sostenía que toda conducta era determinada genéticamente.
Para el nacionalismo völkisch alemán –el nazismo, por ejemplo-, la eugenesia justificaba científicamente sus prejuicios. Para el antisemitismo religioso, un judío se podía convertir al cristianismo, pero no hay “redención” posible en el antisemitismo biológico.
Los judíos eran clasificados como Untermenschen, “subhumanos”, y en el discurso nazi eran llamados “bacterias” o “virus” que habían contagiado y degradado los cuerpos y mentes de los arios, para dominarlos y debilitarlos.
La deshumanización de los judíos comenzó decenios antes del nazismo, con varios autores que los describían como “virus” o seres “satánicos”, mezclando el viejo antisemitismo con el nuevo. Se los culpabilizaba colectivamente por la derrota alemana en 1918 y las crisis posteriores.
El nazismo aplicó la “purificación racial” también contra los propios arios con la Aktion T4, en el que asesinaron a personas con discapacidades, patologías irreversibles, con síndrome de down, utilizando cámaras de gas que luego usaron masivamente en los campos de exterminio.
La segunda guerra mundial tuvo objetivos ideológicos para Hitler: purificar la raza aria, exterminar a los judíos y gitanos, matar millones de eslavos y esclavizar a otra parte de los eslavos, y conquistar el “espacio vital”. No fue una guerra convencional.
Para los nazis, lograr el “imperio germánico” y el “espacio vital” era conquistar Polonia y toda la parte europea de la ex URSS, hasta los montes Urales, por eso fue el gran objetivo de la guerra y volcó allí al grueso del ejército alemán, en una campaña de exterminio.
El “Plan General del Este” era el exterminio de todos los judíos de la URSS, matar unos treinta millones de eslavos, expulsar parte de la población tras los Urales, esclavizar eslavos para el trabajo físico y repoblar con germanos y nórdicos.
Reducir a la segunda guerra mundial a una serie de maniobras militares, es desconocer cuáles fueron los objetivos de reingeniería racial, de crear una sociedad de “arios superiores” con una masa de eslavos brutalizados y esclavizados a su servicio.
La singularidad de la Shoá es que sistematizó el exterminio en campos de la muerte, buscando matar hasta el último judío, sin importar si se había convertido al cristianismo, ni la edad, ni el sexo. Hubo médicos que se pusieron al servicio de la muerte rápida y barata.
La Shoá no fue el último genocidio, ya que le siguieron otros en Asia, Europa y África. Honremos a sus víctimas recordándolas, y también entendiendo cuáles fueron las causas de este crimen masivo y horrendo. #WeRemember #Recordamos
Share this Scrolly Tale with your friends.
A Scrolly Tale is a new way to read Twitter threads with a more visually immersive experience.
Discover more beautiful Scrolly Tales like this.