[🧵] En el partido del Manchester United ante Crystal Palace se rindió tributo a las víctimas de la tragedia aérea de Múnich, en las vísperas del 65 aniversario de ese trágico suceso que marcó la historia de los ‘red devils’.
En este hilo te cuento sobre aquel fatal accidente 👇🏼
Era la temporada 1957/58. Manchester United, de la mano de Matt Busby, era bicampeón de Inglaterra. En febrero ya era líder del campeonato nuevamente y en Europa optaba a ser el primer equipo en derrocar al Real Madrid, único ganador de la Copa de Europa hasta ese momento.
Los éxitos de aquel equipo estaban cimentados no sólo en Matt Busby, sino en una extraordinaria generación de jugadores, liderados por Duncan Edwards y, entre otros, un jovencísimo Bobby Charlton.
Tras eliminar al Shamrock Rovers irlandés y al Dukla de Praga checoslovaco en dieciseisavos y octavos respectivamente, el United quedó emparejado en cuartos con el Estrella Roja de Belgrado. En la ida, los ‘Diablos Rojos’ ganaron 2-1, con goles de Charlton y Colman.
En la vuelta, en Belgrado, el 5 de febrero, el resultado fue de 3-3 (con goles de Viollet y doblete de Charlton), por lo que el United se metía en semifinales, donde se las vería con el AC Milan.
El despegue de Belgrado se retrasó una hora porque uno de los jugadores, Johnny Berry, había perdido su pasaporte. Al final el avión despegó y aterrizó en Alemania (Múnich), a las 13:15 del 6 de febrero, para recargar combustible.
La aeronave, de British Airways, era un Airspeed Ambassador, de seis años de antigüedad, mientras que a los mandos había dos experimentados pilotos, James Thain y Kenneth Rayment.
Rayment había sido piloto de combate condecorado en la II Guerra Mundial.
Además, había un oficial de radio, 2 azafatas y un asistente de cabina. A esos tripulantes había que sumar 38 pasajeros: 17 futbolistas, 4 miembros del staff técnico, 11 periodistas, un amigo de Busby, un diplomático yugoslavo, su esposa y su hija, un agente de viajes y su esposa
Tras la recarga de combustible, la torre de control dio al avión permiso para despegar a las 14:19, maniobra que podían hacer hasta las 14:31. El avión trató de despegar dos veces, pero en ambas ocasiones hubo problemas con los motores.
Los pasajeros bajaron del avión y regresaron a la terminal. Hacía un día de mucho viento y frío en la capital bávara. Duncan Edwards mandó a casa un telegrama desde el aeropuerto: “Todos los vuelos cancelados. Volamos mañana. Duncan”.
Sin embargo, el piloto James Thain, estaba obstinado con llegar en fecha a Inglaterra, insistó en despegar de nuevo. 15 minutos después de haber bajado del avión, fueron llamados de nuevo a embarcar.
A las 14:56 empezó la maniobra de despegue. El avión empezó a perder velocidad de manera alarmante, lo cual le impidió tomar altura. A las 15:04 horas, el avión se estrelló en una zona aledaña al aeropuerto, colisionando con una valla y una casa que estaba vacía en ese momento.
Tras la colisión, las primeras personas en salir del avión fueron las azafatas, Margaret Bellis y Rosemary Cheverton, seguidas de Bill Rodgers, el oficial de radio. Rayment quedó atrapado y le dijo a Thain que saliera sin él. Thain le prometió que volvería.
Por su parte, el portero norirlandés Harry Gregg se repuso pese a tener una seria herida en la cabeza. Así, ayudó a salir a la esposa del diplomático yugoslavo y a su bebé. La mujer, por cierto, estaba embarazada. También sacó del avión a su entrenador Matt Busby.
Siete futbolistas murieron en el acto: Geoff Bent, Roger Byrne, Eddie Colman, Mark Jones, David Pegg, Tommy Taylor y Billy Whelan.
También fallecieron Tom Cable (asistente de cabina); Walter Crickmer (secretario del club); Tom Curry y Bert Whalley (staff); Alf Clarke, Donny Davis, George Follows, Tom Jackson, Archie Ledbrooke, Henry Rose y Eric Thompson (periodistas); el agente de viajes y el amigo de Busby
Tres personas más fallecerían después. La primera fue Frank Swift, legendario ex-portero del City y la selección inglesa. Swift trabajaba como periodista deportivo para el News of the World y viajaba con el United.
El segundo fue Kenneth Rayment, el copiloto. Con un fuerte traumatismo craneoencefálico, sufrió daño cerebral y murio el 15 de marzo en el Rechts de Isar Hospital de Múnich.
El tercero fue Duncan Edwards, estrella del equipo, sobrevivió al choque y fue ingresado en el mismo hospital de Múnich, con numerosas fracturas en las piernas y en las costillas y con los riñones dañados.
Aunque los médicos dudaban de que volviera a jugar al fútbol, confiaban en salvarle la vida. Por desgracia, y pese a pasar 15 días luchando por su vida, el fallo renal le causó la muerte en la madrugada del 21 de febrero de aquel 1958.
Tenía 21 años.
De los nueve jugadores supervivientes, dos no volvieron a jugar jamás debido a sus lesiones. Fueron Johnny Berry y Jackie Blanchflower.
El resto de supervivientes fueron Bobby Charlton, Bill Foulkes, Harry Gregg, Kenny Morgans, Albert Scanlon, Dennis Viollet y Ray Wood.
También sobrevivió el entrenador, Sir Matt Busby. El técnico escocés, que por entonces tenía 49 años, había sufrido heridas tan graves que hasta en dos ocasiones recibió la extrema unción.
De la tripulación, sobrevivieron las dos azafatas, el operador de radio y el piloto, James Thain. Este último tuvo que enfrentarse a una acusación formal del gobierno alemán como el causante del accidente, pero fue declarado inocente.
En Old Trafford actualmente hay dos placas y un reloj (con la fecha y hora del accidente) en honor de los fallecidos. También en Alemania, en el lugar del accidente, hay erigidos memoriales.
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